El ex arzobispo de Santiago respondió de esta forma a las palabras de los querellantes en el caso Karadima, que lo acusan de conocer los antecedentes hace mucho tiempo y no haber hecho nada.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz señaló a El Mercurio, vía e-mail, que duda “que la señora ministra quiera pedirme una declaración. Por una parte, yo no era cercano al padre Fernando Karadima, y por eso mismo no fui testigo de ninguna acción abusiva suya. Por otra parte, en los procesos canónicos todo el proceso queda bajo secreto pontificio cuando uno de los abusos acusados se refiere a alguien que era menor de edad cuando ocurrió el delito. Nadie puede dispensarse a sí mismo el decreto pontificio. Pienso que lo más adecuado es que ambos procesos, el civil y el canónico, se desarrollen según sus propias normas y de manera autónoma”, señaló en el correo.
Estas declaraciones son la respuesta al anuncio realizado ayer por el abogado Juan Pablo Hermosilla, representante de James Hamilton y José Andrés Murillo, quien aseguró que solicitará a la ministra en visita Jessica González que el ex arzobispo de Santiago sea citado a declarar en el marco de la investigación.
Quien también salió en defensa del cardenal es el nuevo arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien llamó a prestar testimonios a la justicia en “conciencia”, pero al mismo tiempo señaló que “no se pueden aceptar los calificativos referidos al cardenal Francisco Javier Errázuriz». Esto, en relación a las acusaciones de James Hamilton quien en un programa de televisión el domingo lo calificó como “criminal”.
A pesar de la defensa que hace Errázuriz, él ha señalado en diversos medios que sí cometió un error al ignorar las primeras denuncias. De hecho, en el mismo correo electrónico en que dio respuesta al matutino señaló que “mi responsabilidad fue haber recibido una primera acusación que no estimé verosímil, debido a la fama del padre Karadima. Me era imposible compaginar ambas cosas”. A esto sumó que dejó “en suspenso la investigación, porque quedé dudoso al recibir un testimonio sobre el caso de alguien que conocía muy bien a ambos actores: el padre Karadima y el doctor Hamilton. No hay que olvidar que los delitos sexuales de esta naturaleza se cometen sin testigos. También por eso es muy difícil llegar a un juicio seguro. A veces hay que esperar nuevos antecedentes”, dijo.
