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Chomali: “Los trapos sucios ya no se lavan en casa”

“Fui torpe para reaccionar frente al email. Además era un correo donde me hace ver la urgencia de apurar los procesos. Actué mal, le pedí perdón y espero que cuando vuelva a Chile podamos conversar largamente. Es una muy buena persona y estuvo muy cerca de mi familia en un momento muy doloroso. Fue un error y aprendí de eso. No comprendí todo el dolor y la rabia que sentía. Él buscaba a un amigo y yo no estuve a la altura», señala.


El nuevo Arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, reconoce que en el caso Karadima la Iglesia no estuvo a la altura de las circunstancias, argumentando que es porque “no había una estructura formal y sólida para abordar estos temas y porque no se comprendió en su momento el intenso dolor de una víctima y el enorme esfuerzo que hace al contar”.

En conversación con el diario El Mercurio, Chomali dijo que todas las denuncias de casos de abusos sexuales contra menores en la iglesia debe ser “acogido de una forma mucho más radical. No hubo mala intención, pero sí falta de experiencia”.

Además, reconoce que la reacción que tuvo en 2010 cuando Juan Carlos Cruz acudió a él para narrarle lo acontecido fue fría y distante, afirmando que “efectivamente me mandó un mail y me tupí. No supe cómo actuar. Éramos bien cercanos y le tengo mucho aprecio, pero mi reacción fue fría y distante. No estuve a la altura de su dolor».

Asimismo, precisa que siempre le creyó lo que Cruz le contaba, pero admite que “fui torpe para reaccionar frente al email. Además era un correo donde me hace ver la urgencia de apurar los procesos. Actué mal, le pedí perdón y espero que cuando vuelva a Chile podamos conversar largamente. Es una muy buena persona y estuvo muy cerca de mi familia en un momento muy doloroso. Fue un error y aprendí de eso. No comprendí todo el dolor y la rabia que sentía. Él buscaba a un amigo y yo no estuve a la altura».

«Esos casos son la negación misma de lo que significa el sacerdocio. Esto nunca más debe ocurrir y trabajaremos fuertemente para eso. Los trapos sucios ya no se lavan más en casa», aclara.

Consultado sobre cómo se recupera la confianza de los católicos hacia la iglesia tras la aparición de estos casos, el Arzobispo de Concepción señala que se hace un con trabajo más abnegado y generoso y que “la gente que nos conoce y que se ha visto beneficiada por la inmensa labor que hace la Iglesia, lo reconozca. Eso va a ocurrir, porque el bien que hace la Iglesia es enorme».

Para que no se vuelvan a repetir este tipo de situaciones, el religioso explica que la Conferencia Episcopal ya ha asumido compromisos y es de cómo tratar estos casos va a ser público, explicando que es un protocolo detallado en el ámbito eclesiástico y civil, porque “las personas tienen derecho a un juicio justo y a que se reivindiquen sus necesidades. Una mejor atención a las víctimas y sobre todo que la gente sepa que habrá proyectos para prevenir estos abusos transversalmente, porque estos temas se dan en muchos ámbitos de la sociedad».

En tal sentido, aseguró que habrá un control más estricto en el ingreso al seminario, un mayor acompañamiento a los sacerdotes y prevención a través de cursos y charlas.

Sin embargo, rechaza la posibilidad de un debate en torno al celibato, debido a que a su juicio «son cosas absolutamente distintas. Es un error asociar el celibato a la pedofilia, porque no está comprobado. Estadísticamente la mayor cantidad de abusos se da en personas sexualmente activas. La Iglesia promueve una forma de vida que le parece muy consecuente con la dignidad de la persona humana».

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