El ministro del Interior aseguró que las bombas lacrimógenas utilizadas por Carabineros “no tienen efectos abortivos, ni causan problemas para la salud y en consecuencia como en muchas partes del mundo perfectamente pueden y deben ser utilizados para resguardar el orden público frente a disturbios o manifestaciones violentas».
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dio luz verde a Carabineros para volver a usar los gases lacrimógenos, tras recibir estudios que avalan que no son nocivas para la salud de las personas.
«Efectuados los estudios comprometidos, los gases lacrimógenos utilizados por Carabineros en las concentraciones no tienen efectos abortivos, ni causan problemas para la salud y en consecuencia como en muchas partes del mundo perfectamente pueden y deben ser utilizados para resguardar el orden público frente a disturbios o manifestaciones violentas», sostuvo el secretario de Estado.
Agregando que «una vez que adquiere la convicción de que no hay efectos dañinos para la salud, autoriza su utilización, porque aquí hay dos bienes que cautelar y estoy seguro que todos los chilenos nos comprenden».
En esa línea, dijo que «la responsabilidad de las marchas y la tranquilidad con la que ellas se realicen pesa especialmente sobre quienes las convocan y el Gobierno a través de su fuerza de policía lo que hará es cautelar el orden público y la seguridad del resto de los compatriotas, esperando sí, de buena fe, que quienes concurran a las marchas tengan la inteligencia, la sabiduría de ejercer ese legítimo derecho de expresión en un contexto de respeto de orden y de paz».
Por su parte, el intendente de Valparaíso, Raúl Celis, señaló que durante todo el sábado se reunirán en un comité en la Onemi para enfrentar conflictos y atender posibles emergencias, informó Radio Bío Bío.
En tanto, el general de la V Zona de Carabineros, Rodolfo Pacheco, indicó que se han dispuesto 4.000 efectivos de Carabineros.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), uno de los gremios autorizados para marchar, confirmó la llegada de al menos 70 buses y la llegada de 20.000 personas.
