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Roberto Méndez cree que hay una parte importante del país que le “irrita” que gobierne la derecha

El analista señala que el diseño político no está funcionando y que “en parte es por un tema de coordinación y de vocerías. Le doy mucha importancia a las vocerías, que es finalmente la forma en que el gobierno se relaciona, y ahí hay una debilidad”.


El presidente de Adimark, Roberto Méndez, cree que la baja aprobación del Presidente Sebastián Piñera, expuesta en la última encuesta, demuestra que en el país hay una parte importante de la ciudadanía que “le irrita” que la derecha esté en el gobierno. Sin embargo, también estima que existe una descoordinación de parte de la vocería, responsabilizando así a la ministra Ena von Baer.

En una entrevista a La Tercera, el analista precisa que el rechazo y la baja aprobación al gobierno es extraño en el país, pero afirma que ya ha sucedido en otras ocasiones y pone como ejemplo a Michelle Bachelet en el momento más álgido del Transantiago y Eduardo Frei durante la crisis asiática.

Sin embargo, Méndez señala que en el caso de Piñera es que “hay una crisis identificable como causa del malestar. Hubo un movimiento social intenso en mayo, y hay un cierto malestar con un problema económico; la inflación que afecta a los sectores más pobres”.

“Creo, además, que una parte importante de los chilenos le irrita que la derecha esté gobernando, y eso de alguna manera crea tensión. Me llama la atención, por ejemplo, que los gobiernos de la Concertación usaron siempre bombas lacrimógenas, y si las usa este gobierno es inaceptable. La ex Presidenta Bachelet aprobaba cientos de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas, pero hoy día es inaceptable. Entonces hay una especie de intolerancia a este gobierno”, menciona.

Además, Méndez explica que algo no está funcionando en el diseño político del gobierno, “sino no se entenderían los conflictos con la oposición, con el Parlamento y con su coalición. Y últimamente da la impresión de que en el propio gabinete las comunicaciones no están bien”.

En tal sentido, el analista señala que el diseño político no está funcionando y que “en parte es por un tema de coordinación y de vocerías. Le doy mucha importancia a las vocerías, que es finalmente la forma en que el gobierno se relaciona, y ahí hay una debilidad”.

Además, explica que el esquema de las llamadas reuniones bilaterales, en que hay una supervisión detallada y frecuente del Presidente, que “se mete profundamente en la gestión de cada ministerio, no está funcionando bien”.

Afirma que esta situación limita la autonomía de los ministros e involucra excesivamente al mandatario y “me imagino más efectivo a un Presidente fijando grandes líneas y a los ministros con más autonomía”.

Méndez también cree que fue un error que Piñera haya anunciado un proyecto para regular las uniones de hecho, cuando éste divide a la coalición de gobierno.

“Aparte del proyecto, es una falta de consistencia con la propia agenda. Porque si el Presidente dos días antes de hacer esa declaración ha hecho un mensaje al país en el 21 de mayo, en el que el único tema que no toca es el de las uniones de hecho, que dos días después haga ese anuncio fue un boicot a su propio mensaje. Al final, dejó el mensaje obsoleto y la agenda fue ocupada por este otro tema. Es el tipo de errores políticos que no debieran ocurrir”, menciona.

Méndez precisa que la carta enviada por diputados UDI en donde manifiestan su malestar no es la forma de relacionarse entre los partidos y el Ejecutivo, pero esta situación habla de una “relación que no está siendo fluida y que hay que mejorar. Eso significa incorporar más a los partidos en las decisiones políticas del gobierno y en las estrategias de comunicaciones. También hay que empoderar a los ministros con más experiencia política, como (Evelyn) Mathhei y Andrés Allamand”.

El presidente de Adimark también reconoce que Piñera debe tener un rol más alejado de la coyuntura para así aumentar su aprobación entre la población. “En la medida que él viva y encarne ese rol de gran hacedor, el gran empujador, tiene una muy buena posibilidad. La cosa simpática, afectiva, más maternal de la ex Presidenta Bachelet no está en sus fortalezas”.

Otro análisis que hace es que este rechazo no puede significar que el gobierno de la derecha sea un paréntesis, ya que sostiene que la Concertación no ha capitalizado el mal resultado del gobierno en su propio beneficio.

“Sus niveles de rechazo son más altos que los del gobierno. La gran fortaleza del gobierno es que tiene un gabinete fuerte. Hay 13 ministros con más del 60% de aprobación y varios con más del 70%”, explica.

Sobre la baja que tuvo el ministro Hinzpeter en el sondeo, Méndez señala que “fue afectado en mayo porque el clima de desorden afectó esa visión de éxito que estaba teniendo en materia de delincuencia. Pero creo que la apuesta del ministro Hinzpeter en delincuencia es correcta. Probablemente él tenga un tema pendiente, más grave, que es la jefatura política del gabinete, y ahí cuesta honestamente darse cuenta desde afuera si es una debilidad de él o no ha sido suficientemente empoderado por su jefe en ese rol”.

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