Abierto a discutir un alza de impuesto a las grandes empresas y con la idea de que la reforma tributaria sea el “legado del Presidente Piñera”, el parlamentario habla de la crisis social y política que ha llevado a los chilenos a manifestarse en las calles. Y afirma que el origen del descontento está entre el Chile del “exitismo económico” y el Chile que siente que ese éxito no llega a sus hogares.
La “irritación” ciudadana de la que hoy todos hablan, se sintió fuerte la semana pasada. Manifestaciones estudiantiles, cacerolazos y represión policial fueron temas de portada. Pero en Chile el malestar va más allá de la crisis educacional y se instala en su base: la desigualdad. Con el país creciendo al 6% y personas que no sienten en sus casas ese éxito económico, la necesidad de mejorar la distribución del ingreso se vuelve urgente y hoy –contra todo pronóstico histórico– surgen propuestas de reforma tributaria desde la propia derecha.
Fue en marzo del año pasado, que Renovación Nacional creó una comisión para estudiar la superación de la pobreza y una eventual reforma tributaria, con miras al desarrollo del país. El senador Chahuán encabezó dicha instancia y la propuesta se entregó en octubre del 2010 al Ministro de Hacienda, Felipe Larraín. El diálogo ha sido fluido con el ministro Larraín y hoy, intentan convencer a un grupo de empresarios que se muestra abierto a discutir este tema.
-¿Por qué hoy es necesaria una reforma tributaria y a qué problemas debiera apuntar?
-Hoy tenemos dos chiles que coexisten. Un Chile que tiene cifras macroeconómicas que le permiten acceder a la OCDE, que crece y crea puestos de trabajo. Pero por otra parte, un Chile que es una verdadera vergüenza moral, con una pésima distribución del ingreso y con un aumento de la pobreza y la indigencia extrema. Creemos que el gasto del Estado no es suficiente para mejorar la distribución primaria del ingreso, por eso es necesaria una reforma tributaria que permita aplanar un poco más la cancha en nuestro país, hacerse cargo de las desigualdades que hoy vemos en la calle, que dicen relación con una sensación de abuso con desprotección que hay en la sociedad chilena, y que se ve en todos los ámbitos de la vida nacional. La gente se siente vulnerada o abusada con las tarjetas del retail y con las universidades por los altos intereses que tienen que pagar por los créditos con Aval del Estado…
-¿Es esta sensación de “abuso” generalizado lo que provoca las manifestaciones ciudadanas?
-Sí, porque adicionalmente hay una crisis de expectativas entre lo que se muestra, en términos de éxito económico del país, y lo que los hogares perciben. Yo creo que es eso lo que le está afectando al gobierno y tiene a la sociedad civil en la calle, porque estos temas han sido largamente postergados. No son responsabilidad de este gobierno, son responsabilidad de no haber hecho las discusiones a tiempo. No se hicieron en los gobiernos de la Concertación y ahora espero que en este gobierno, finalmente se hagan.
-¿Qué modificaciones se le debiera hacer a la carga tributaria?
-Primero hay que distinguir el gasto del sistema tributario, esto es vital, no se puede pensar que a través de la reforma tributaria, se va a tender a financiar ciertos y determinados gastos. Por eso, yo creo que la Concertación cae en un error al querer generar esta reforma tributaria, para financiar la educación. Lo segundo es buscar consenso respecto de algunos principios elementales. Por ejemplo, castigar (tributariamente) algunos males como la contaminación, eliminar la evasión y la elusión tributaria, generar un sistema más plano, y generar un sistema que permita una tributación diferenciada para las PYMES, en relación a las grandes empresas.
-¿Eso implicaría subirle los impuestos a las grandes empresas?
-Primero bajar los impuestos a la pequeña y mediana empresa. Bajarle los impuestos a la clase media, permitir la deducción de impuestos de su base imponible, los gastos en educación, el copago en salud y los mejoramientos de vivienda. Por supuesto, esto va a generar mayor actividad económica, mayor crecimiento y mayor recaudación fiscal. Nosotros no nos oponemos a estudiar la revisión del impuesto a las grandes empresas y ahí se debe hacer una discusión seria y responsable, para no hipotecar el desarrollo del país. Fue justamente este gobierno el que elevó el impuesto de 17% a 20%, a las grandes empresas y creo que la mantención… es un tema a discutir.
[cita]Lo que hoy vemos en la calle es un castigo a las mezquindades del gobierno y la oposición, de la clase política en general… que no son capaces de ver más allá de su propio ombligo. Por eso es tan necesario un nuevo pacto social y ese incluye una discusión de la reforma tributaria, de la distribución del ingreso, de la matriz energética, de los grandes temas país que hoy están postergados. Todos estos temas son enunciados, pero nadie se hace cargo de ellos.[/cita]
-Si bajamos el impuesto a las PYMES y a la clase media, ¿a quién se le subiría? ¿Cómo considera la medida de mantener en 20% el impuesto a las grandes empresas?
-Yo creo que sí es necesaria una mayor contribución de las grandes empresas… hay que ver cuánto. Espero que seamos capaces de generar un gran acuerdo político nacional. Porque a un año y medio desde que asumió el gobierno, a un año de la elección municipal y a casi dos de la presidencial, esto va a generar costos políticos y si nosotros no somos capaces de hacer un acuerdo nacional sobre esta materia, esto se va a frustrar.
-Ustedes han estado conversando con Hacienda desde octubre del año pasado, ahora que llegó Julio Dittborn a la Subsecretaría, reconocido opositor a la reforma tributaria ¿crees que se va a frustrar el diálogo?
-Primero, el Ministro de Hacienda siempre ha estado disponible para hablar de esta materia y enfrentarla después de que se resuelva el tema de la reforma a la educación. Ahí está dispuesto a conversar más seriamente, la factibilidad política, técnica y económica de esta materia. Segundo, hoy tenemos un gran aliado: el Ministro de Economía. Él ha manifestado su opinión personal sobre esta materia y me parece valiente que lo haga.
-¿Ustedes están con la “derecha social” que ha instalado el Ministro Longueira en La Moneda?
-Esta derecha social no la ha impuesto Longueira en La Moneda. Yo a los 14 años estaba a cargo de un centro abierto en Reñaca alto. Nosotros creemos que acá hay un tema distinto, que tiene relación con la manera de entender cómo somos capaces de generar un Chile más equitativo. Nos parece que atenta contra la legitimidad moral, incluso de la Coalición, si no somos capaces de disminuir las brechas entre los que tienen más y los que tienen menos. La legitimidad moral en el pasado estuvo dada por la defensa de los derechos humanos, hoy están dadas por el esfuerzo para eliminar o bajar estas brechas.
-La oposición del mundo empresarial a una reforma tributaria, que pueda aumentar los impuestos, es histórica. ¿Qué dificultades esperan encontrar en este sector?
-Estoy empezando a trabajar con un grupo de empresarios y hoy veo la voluntad de un grupo importante de abrirse a la discusión. En la medida que tengamos un debate responsable con la Concertación, vamos a tener apertura del mundo empresarial en esta materia. Esto es muy importante, porque se requiere un nuevo pacto social.
-Pero en la Concertación y la Coalición ¿existe la voluntad política para avanzar en esta materia?
-Hoy la política está mediatizada. Hay una política de corto aliento, mezquina, de las izquierda y las derechas, todos pensando en la próxima encuesta, pero nadie pensando en el Chile de los próximos 20 años. Lo que hoy vemos en la calle es un castigo a las mezquindades del gobierno y la oposición, de la clase política en general… que no son capaces de ver más allá de su propio ombligo. Por eso es tan necesario un nuevo pacto social y ese incluye una discusión de la reforma tributaria, de la distribución del ingreso, de la matriz energética, de los grandes temas país que hoy están postergados. Todos estos temas son enunciados, pero nadie se hace cargo de ellos.
-Dentro de la Alianza ¿cómo está el ambiente para hablar de reforma tributaria?
-Hay un sector de RN y un sector de la UDI que está disponible. Es nuestra tarea hacer masa crítica dentro de la Coalición y nosotros vamos a ser majaderos en esto, porque creemos que este debe ser el legado del Presidente Piñera.
-¿Y el Presidente está de acuerdo con esto?
-El Presidente no se ha pronunciado públicamente. Pero yo estoy convencido que una vez que zanjemos el tema de la reforma de la educación, el Presidente se va a pronunciar.
-¿Qué pasaría con Chile si no se avanza en una reforma tributaria?
-Chile va a llegar a ser un país desarrollado, en términos del crecimiento del PIB, el 2018, pero no sacamos nada con tener un ingreso de país desarrollado, si tenemos una distribución del ingreso de país africano. Ese es el tema de fondo. Por que el desarrollo no se ve sólo con las cifras macroeconómicas, también se ve por la calidad de vida de sus ciudadanos y eso es lo que tenemos que cambiar.
