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Labbé admite que usar palabra homenaje a Krassnoff pudo ser un error y pide a la UDI “más honestidad” y ser menos “políticamente correcta”

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El alcalde de Providencia defiende la inocencia del ex brigadier del Ejército que cumple sentencias por más de cien años de prisión y reclama por el cuestionamiento que se le hace por la actividad en honor a su compañero de armas, afirmando que nadie ha puesto en duda o ha criticado a la ex Presidenta Michelle Bachelet por tomarse fotos con Fidel Castro, de quien asegura es un violador de los derechos humanos.


El alcalde de Providencia, Cristián Labbé, admitió que denominar “homenaje” a la actividad de presentación de la cuarta edición del libro «Miguel Krassnoff, prisionero por servir a Chile», fue un error e insta a la UDI a tener más honestidad y ser menos “políticamente correcto”.

En entrevista dada al diario La Tercera, el edil asegura creer y defender la libertad que otorga un Estado de Derecho, debido a que “la libertad está consagrada en la Constitución: la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad de disenso. Lo que creo es que aquí quienes van a agredir a través de una funa, a amedrentar, a golpear, a insultar a un grupo de personas que en un espacio privado se reúnen a hacer lo que estimen conveniente vulneran esa libertad”.

En tal sentido, Labbé asegura que actos como el ocurrido con Krassnoff causa polémica por ser un tema sensible, pero arremete contra la izquierda criticándola de intolerante “en el sentido de que por estas vías de aplastamiento sicológico, comunicacional y violento, tú no dejas que otras personas piensen distinto a ti. Eso a mí me parece inaceptable. ¿Por qué puede una autoridad nuestra ir y campearse y tropezarse para reunirse con Fidel Castro, que ha sido acusado en todos los organismos internacionales de violaciones a los derechos humanos?”.

De esta forma se refiere a la ex Presidenta Michelle Bachelet, a quien critica por salir raudamente del lugar donde estaba participando en una actividad en Cuba para ir a sacarse fotos con Castro.

“Yo respeto eso y nadie va a funar a la ex presidenta de la República porque fue donde Fidel Castro, ni la agarra a peñascazos porque tiene una foto de Fidel o del Che Guevara en su oficina. O sea, lo que yo quiero decir es que déjenme a mí pensar libremente y expresarme respetuosamente al interior de mi círculo cercano. Pero no me pueden agarrar a peñascazos y destruir el inmueble”, sostuvo.

Respecto a la posición de quienes reclamaban en contra del homenaje a Krassnoff, argumentando que durante el gobierno de Pinochet sufrieron la represión, el alcalde dijo que “vamos al fondo: si estoy en un estado de derecho y esa persona estima que ha sido violentada por otro, va y recurre a la justicia. La justicia, entonces, condena a la persona, bien o mal. Entonces, en este caso, el señor Krassnoff está preso. ¿Cuál es el problema de que unas personas puedan reunirse para escribir la historia de este hombre que está preso? No estamos alterando la justicia, no estoy llamando a rebelarse contra ella. Lo que estoy diciendo es: mire, tengo una opinión encontrada con respecto a la historia”.

La inocencia de Krassnoff

Además, la autoridad comunal cree firmemente en la inocencia del brigadier Krassnoff, afirmando que tiene la convicción de que el condenado militar no ha cometido los delitos que se le imputan.

A renglón seguido apunta a las declaraciones del timonel del PS, Osvaldo Andrade, quien aseguró haber sido torturado por Krassnoff, mencionando que “no hay pruebas, no hay evidencia, no conozco el caso en el sentido de que es refácil decir algo… Se lo digo con todas sus letras: yo he sido acusado de torturar a personas que nunca he visto en mi vida”.

“He leído los documentos que cuestionan que haya enfrentado un debido proceso y me hago cargo de eso… Segundo: el mayor de mis convencimientos, y ahí está el asunto, es que no se ha ahorrado epíteto con respecto a los militares. Me obligo a no callar, porque sería cobardía de mi parte, sería egoísmo y sería también traicionar lo que yo he tenido que vivir. Quiero una sociedad tolerante para mis nietos, donde puedan decir «mi tata hizo esto» y no tengan que recibir un peñascazo porque son nietos míos”, explicó.

Palabra homenaje pudo ser un error

Labbé admite que haber usado la palabra homenaje en el acto de la cuarta presentación del libro de Krassnoff pudo haber sido un error, pero rechaza haberse equivocado en haber encabezado la invitación.

“No, no, eso lo he hecho siempre. Estuve en los lanzamientos de todas las ediciones. No me vengan a decir que ahora me puse paladín sobre el tema. No me estoy cambiando de bando ni ahora me desquicié”, sostuvo.

Y agrega que debiera tomarse conciencia de “lo impresentable que resulta que un lanzamiento de un libro genere esta violencia. Yo creo que la sociedad civil, el tejido social tiene que reconocer que esta es una cuestión que no tiene presentación”.

Asimismo, explica su posición de defender la libertad de las personas que participaron en dicho acto y responde a las críticas que se hicieron en torno a que ellas apoyaban las violaciones a los derechos humanos.

“Creo que cuando se viven situaciones de excepción, como lo que paso en Chile desde el 73, tendríamos que revisar todo lo que pasó. Eso dejémoselo a la historia, cada uno con su versión, pero respetémonos. Los militares actuamos en defensa de la libertad y para eso los militares no necesitamos memoriales”, precisó.

Políticamente correcta o incorrecta

Respecto al rechazo transversal que provocó esta ceremonia en la clase política, Labbé reconoce que la clase política no está de su lado y explica que “lo que estoy haciendo es políticamente incorrecto, pero doctrinariamente correcto. Y a mí eso me tiene muy tranquilo. Pero soy una persona que actúa por los valores de la sociedad que cree y no por las conveniencias políticas o comunicacionales. La historia juzgará si yo soy el último o el primero en todo esto. Tal vez esté a la cabeza (se ríe). Lo que sí sé es que no me retractaré en mis principios por quedar bien con quienes no piensan igual”.

Además, dijo haberse sentido apoyado por su partido a pesar de que el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, admitiera que lo que hizo fue una equivocación. “Es una opinión respetable, es políticamente correcta. Si el que está políticamente incorrecto soy yo, pero de ahí no me van a sacar”, argumentó.

Y agrega que “lo que pasa es que la política está con una actitud muy cuidadosa. Y yo no estoy de acuerdo con lo que se ha llamado «políticamente correcto». Yo actúo por convicción y no por conveniencia. Yo desearía que hubiera más honestidad, más sinceridad respecto de lo que se piensa. Porque eso no es así”.

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