“Voy a usar todas las armas que me da el derecho a favor del padre, con la mayor fuerza, lealtad y eficacia posible. Somos hermanos en el sacerdocio. Él ha hecho un magnífico trabajo a favor de la Iglesia durante 45 años”, aseguró el sacerdote.
El controvertido padre Raúl Hasbún dijo que el asumir la defensa del sacerdote Cristián Precht se debe a que está convencido de la inocencia de su amigo y que luchará para demostrarla, por lo que ha estado concentrado desde el miércoles pasado en estudiar el caso de acusaciones por abuso sexual.
La defensa que hará Hasbún a Precht se produce por la amistad de “muchos años” que mantienen a pesar de haber estado en lados distintos durante la dictadura militar, ya que uno estuvo junto al gobierno de Augusto Pinochet y el otro luchando por la defensa de los derechos humanos.
Sin embargo, el propio presbítero asegura en declaraciones que publica hoy El Mercurio que “nunca hemos estado en trincheras diferentes ni somos de lados opuestos”.
“La criteriología esencia dela Vicaríadela Solidaridad, como principio de quela Iglesiadebe estar en primera fila para correr a favor del que está desamparado, es un principio que todo miembro dela Iglesia, que todo sacerdote, no puede sino compartir”, precisó.
La amistad de ambos sacerdotes viene desde “hace muchos años”, por lo que no dudó en aceptar la petición para defenderlo y dijo que “estoy convencido de la inocencia del padre Precht y lucharé para demostrarla”.
Respecto al caso, Hasbún señala que lo leído hasta ahora no ha podido encontrar elementos que permitan culparlo, por lo que “voy a usar todas las armas que me da el derecho a favor de la defensa del padre Cristián Precht, con la mayor fuerza, lealtad y eficacia posible. Somos hermanos en el sacerdocio. Él ha hecho un magnífico trabajo a favor dela Iglesiadurante 45 años”.
La defensa del sacerdote se concentrará en el debido proceso, ya que según los hermanos de Precht, Hernán y Héctor, éste no tuvo opción de conocer con anticipación las acusaciones que se le hacían.
De acuerdo al expediente, las denuncias son de personas que, al momento de los presuntos abusos, tenían entre 16 y 18 años y todos los acusadores son hombres cercanos al sacerdote.
