El motivo: el inicio de una huelga por parte de los funcionarios en demanda por mejoras laborales. «No sé si es la tozudez de los directivos de la fundación, de no voluntad o de mala administración, porque ellos aducen que están con pérdidas de tres años, entonces nosotros decimos ‘cómo una empresa o fundación con tres años en pérdidas todavía sigue funcionando'», sostuvo Guillermo Meza, asesor laborar de los trabajadores.
Cerradas al público se encuentran las casas museo «La Sebastiana» de Valparaíso, «La Chascona» de Santiago y la de Isla Negra por motivo de una huelga legal iniciada por los trabajadores de la Fundación Pablo Neruda en demanda por mejoras laborales y luego del fracaso de la negociación colectiva realizada en diciembre con la fundación.
En su petitorio, los trabajadores piden un aumento en los bonos de locomoción, actualmente de 0,4 dólares diarios; de alimentación (0,2 dólares), más el bono de término de conflicto (416 dólares).
Este miércoles se reunieron en las afueras de la casa de Santiago, La Chascona, ubicada en pleno barrio Bellavista. Guillermo Meza, asesor laborar de los funcionarios, sostuvo al respecto: «Después de un largo proceso de negociación hemos llegado a foja cero. La empresa ha negado toda la voluntad para poder negociar cosas tan simples como un bono de movilización y de colación de mil pesos diarios, que hoy está en 300 pesos».
«No sé si es la tozudez de los directivos de la fundación, de no voluntad o de mala administración, porque ellos aducen que están con pérdidas de tres años, entonces nosotros decimos ‘cómo una empresa o fundación con tres años en pérdidas todavía sigue funcionando'», agregó.
Por su parte, el director ejecutivo de la fundación, Fernando Sáez, se defiende señalando que hay un déficit y haciendo hincapié en que «tendría que hacer un planteamiento mucho más extenso para poder comprender la situación y la posición nuestra, que queremos que la entiendan los trabajadores».
«La postura de la fundación es buscar una solución lo antes posible, pero económicamente esto no se sostiene más, para seguir dándole carga de salarios, es complicado (…) en estos momentos nosotros tenemos ya un reajuste pactado, que no es bajo. Este año es de un cinco por ciento», acotó.
Rodolfo Reyes, sobrino y heredero de Pablo Neruda, dijo que los familiares apoyan la huelga, ya que «Pablo era una de las personas que luchó por los derechos de los trabajadores del carbón, del salitre y del cobre, entonces tienen una sensibilidad mayor».
«Estoy seguro que Pablo Neruda, desde donde esté, está disconforme con esta actitud de la ‘empresa’, de la fundación Neruda», indicó Reyes, consignó La Tercera.
Los trabajadores también fueron respaldados por Manuel Araya, el último asistente del poeta, quien enfatizó que «Neruda se habría muerto de nuevo al saber qué está pasando en sus casas».
Además anunciaron que el sábado recibirán el apoyo del escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien los visitará en Isla Negra, 100 kilómetros al noroeste de Santiago, y compartirá con ellos una olla común.
