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La Moneda desactiva tensión con la UDI por el Caso Guzmán en antesala de la Cumbre Celac-UE El propio Presidente Piñera encabezaría gestión con Raúl Castro

La Moneda desactiva tensión con la UDI por el Caso Guzmán en antesala de la Cumbre Celac-UE

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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En el gobierno precisan que en todo momento se ha entendido el “sentimiento” de la UDI con este caso, lo “delicado que es”. Sin embargo, las alarmas comenzaron a encenderse el domingo, cuando la directiva gremialista apuntó directamente a la figura de Castro, dejando al gobierno en una posición compleja considerando su papel de anfitrión. No fue gratuito que el propio canciller Moreno saliera en estos días a recordar la “inmunidad diplomática absoluta” de la que goza el mandatario cubano.


Gestos al más alto nivel comprometió La Moneda ante uno de sus partidos, la UDI, que busca interpelar al presidente de Cuba, Raúl Castro, para que la isla no siga protegiendo a los frentistas responsables del asesinato del ideólogo del gremialismo, Jaime Guzmán, hace 22 años. Con ello, la administración de Sebastián Piñera logró desactivar la amenaza de un conflicto en escalada con uno de sus aliados, que a todas luces iba a eclipsar la Cumbre Celac-UE que se realizará en Santiago entre el 25 y el 28 de enero y de la cual el gobierno es el anfitrión.

Frases en Palacio como “sabemos perfectamente cómo comportarnos” o “expresaron que no van a enturbiar la cumbre”, dejaron en claro ayer que la presión de la UDI bajó considerablemente y que el despliegue gremialista de estos días dio sus frutos. Tanto, que se concretó el compromiso político que será el propio Presidente Piñera —o el canciller Alfredo Moreno en su defecto— el encargado de entregar en sus manos a Castro la carpeta con los nuevos antecedentes del caso Guzmán que acreditarían que los frentistas se encuentran en La Habana, para lo cual se gestionaría una reunión bilateral con el mandatario cubano.

La directiva de la UDI, encabezada por Patricio Melero, se reunió ayer en Palacio para hablar del tema —por más de una hora— con uno de los suyos: el ministro del Interior, Andrés Chadwick. El amigo y socio de estudio jurídico de Chadwick, Luis Hermosilla, es quien representa a la familia de Guzmán en el proceso. “Haremos llegar esos antecedentes al presidente Raúl Castro cuando venga en el marco de la Cumbre Celac”, afirmó el jefe de Interior y añadió que “el Presidente de la República está comprometido para hacérselos llegar a Cuba”.

Con estas palabras el gobierno tomó las riendas del tema y neutralizó la suerte de bomba de tiempo en la que se estaba transformando la presión gremialista. De hecho, en La Moneda no hay dos lecturas para precisar que no había otro camino y que “el verdadero error” habría sido no canalizar de manera oficial el reclamo de la UDI.

“Era insoslayable”, este tema “es parte de la médula UDI”, se trata de algo relevante “para un partido de los nuestros” afirmaban ayer en La Moneda. Eso sí, no todos coincidían en que fuera el propio Presidente Piñera quien encabece la gestión con Castro de entregarle la carpeta de antecedentes, lo que fue visto como “un exceso” y que habría sido igual de efectivo el gesto político de dejarlo acotado al canciller Moreno.

Chadwick trató de bajar el perfil al rol del Presidente Piñera y aseguró que todos los mandatarios anteriores, desde el asesinato del senador en 1991, “han prestado su colaboración” para avanzar en el caso Guzmán y, por tanto, esta gestión “sería otra más”.

Eso sí, el ministro hizo hincapié en que Piñera “siempre ha estado preocupado de este crimen”, aludiendo al episodio de marzo, cuando facilitó al senador gremialista, Juan Antonio Coloma, que dialogara con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, para insistir en la extradición de otro de los implicados en el Caso Guzmán, Galvarino Apablaza, refugiado en Buenos Aires.

La Moneda se jugó el todo por el todo en este tema, porque no es menor lo que está en juego. La cumbre convocará a más de cuarenta jefes de Estado de América, el Caribe y la Unión  Europea, desde la alemana Ángela Merkel hasta Castro, quien además durante este foro debe recibir de manos del propio Piñera la secretaría pro témpore de la instancia multilateral.

Por lo mismo, el riesgo de tener a la UDI, su juventud, parlamentarios y base militante protestando durante la cumbre, pero además a varios de sus dirigentes emplazando públicamente y todos los días a Castro implicaba —a ojos del gobierno— un costo mayor. Es que explican que el episodio en su conjunto podría terminar mal, “debilitando y resintiendo” las relaciones de Piñera con uno de los partidos que sustentan su gobierno.

Marcando los límites

En este escenario, no es menor la señal que dio el ministro de Economía, Pablo Longueira ayer en una entrevista a Canal 13. «No creo que en una cumbre tan importante para Chile, éste (Caso Guzmán) sea el tema de la cumbre (…) es muy importante que aprovechemos la cumbre, es el encuentro más grande que ha tenido el país», sentenció.

[cita]En este escenario, no es menor la señal que dio el ministro de Economía, Pablo Longueira ayer en una entrevista a Canal 13. «No creo que en una cumbre tan importante para Chile, éste (Caso Guzmán) sea el tema de la cumbre (…) es muy importante que aprovechemos la cumbre, es el encuentro más grande que ha tenido el país», sentenció.[/cita]

“Es razonable que el gobierno represente el punto”, agregó el ministro, porque se trata de “un senador de Chile que fue asesinado y los que participaron están todos libres, siempre lo han estado y también hay información que están en Cuba». Sin embargo, Longueira fue categórico al recordar que «vamos a recibir a muchos presidentes y jefes de Estado, por lo tanto, creo que no debiera ser el tema de la cumbre».

Palabras que adquieren mayor peso político viviendo de uno de los fundadores de la UDI, de uno de los hombres más poderosos de dicho partido. En el gremialismo aseguraban ayer que el ministro “no les quitó el piso” con sus dichos y optaron por interpretarlos más como una señal hacia los empresarios de que la Celac-UE no se verá afectada.

Pero en La Moneda reconocían que lo de Longueira tuvo claramente la intención de “marcar la cancha” a la UDI, una forma de establecer los límites de hasta dónde pueden llegar durante el desarrollo de la cumbre con este tema y evitar que más de uno “se pase de revoluciones” en estos días. “Pablo habla y todos obedecen en el partido”, afirmaron en el gobierno y eso no lo discute nadie en el gremialismo.

En el gobierno precisan que en todo momento se ha entendido el “sentimiento” de la UDI con este caso, lo “delicado que es”, pero a pesar de ello, las alarmas habían comenzado a prenderse el domingo, cuando la directiva gremialista apunto directamente a la figura de Castro, dejando al gobierno en una posición compleja considerando su papel de anfitrión. No fue gratuito que el propio canciller Moreno saliera en estos días a recordar la “inmunidad diplomática absoluta” de la que goza el mandatario cubano.

Todo apunta a que el mensaje de Longueira fue recibido y anotado en las filas gremialistas. Melero en La Moneda aseguró que en su partido “no necesitamos prevenciones de ninguna índole”, mientras que el ministro Chadwick agregó que la UDI “tiene la libertad para definir acciones, pero en la reunión expresaron” que no van a afectar la cumbre.

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