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El primer efecto del apoyo de la diputada Rubilar (RN) a Laurence Golborne

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Aunque la versión oficial de la bancada es que no hay problemas con la legisladora, lo cierto es que desde que oficializó públicamente hace varios meses su controvertida decisión, el clima no ha sido el mejor.


Aunque hace unos meses la directiva de Renovación Nacional aseguró que el partido no tomaría represalias en contra de los militantes que optaran por desafiar la línea establecida, apoyando al abanderado presidencial de la UDI, Laurence Golborne, en detrimento de la de Andrés Allamand. Pero lo cierto es que el clima en contra de la única parlamentaria que formalizó está opción, Karla Rubilar, no es bueno. Al punto que fue este martes la sangre llegó al río y fue notificada que los días de sesión no podría almorzar con su bancada, porque a esa hora los diputados de RN abordan materias relativas a la campaña de su aspirante a La Moneda. Tampoco se habría negociado con la UDI para recuperar la presidencia de la Comisión de Salud que aspiraba la presidir la legisladora.

Todo comenzó hace ya varios meses, cuando Rubilar anunció públicamente que respaldaría la campaña del ex titular de Obras Públicas. En ese minuto, desde RN argumentaban que la diputada tenía “diferencias personales y no políticas” con Allamand y que su decisión era de “guata”; pero que estaba en su derecho. Y fue el propio timonel Carlos Larraín quien le restó importancia al tema, asegurando que no habría ningún tipo de represalias. Sin embargo, al poco tiempo en el partido empezó a correr el rumor de que se le estaba buscando un retador a Rubilar para que la enfrentara en primarias, porque el partido dudaba acerca de su reelección dados los últimos acontecimientos. Pero todo eso pasó inadvertido, porque la aludida estaba con post natal. Sin embargo cuando regresó al Congreso fue evidente, y a sí lo reconocían en enero varios de sus compañeros de bancada, que la relación estaba trizada y era tensa. Lo que se profundizó ahora, tras el retorno del feriado de verano.

Las versiones encontradas entre Rubilar y el jefe de bancada son evidentes. La diputada reconoce que le molestó de entrada que en su bancada dieran una serie de excusas para no pelear la presidencia de la Comisión de Salud. Pues ella había manifestado con mucha anticipación que deseaba presidirla el último año. En su defensa el jefe de bancada, Pedro Browne, asegura que esas gestiones se hicieron; pero admite que finalmente se optó por cederle a sus aliados de la UDI dicha instancia y pelear por las presidencias de Constitución y Defensa. En ese contexto, dice, “la UDI ofreció Constitución por Salud” y nosotros aceptamos. Aunque niega que esto haya tenido que ver con el deseo de Rubilar de presidir Salud, sino que argumenta que las otras dos tienen más importancia estratégica para el partido. Y subraya que “nosotros nunca tuvimos Salud para este año”. Y todo bien, sólo que en el gremialismo sostienen que nunca tuvieron especial interés en Salud y que la oferta fue de RN. Incluso, en el entorno del presidente de la comisión, el gremialista Javier Macaya, aseguran que el diputado “está evaluando su continuidad a la cabeza” de dicha instancia, porque estima que “ya cumplió un ciclo”. Aún más, dicen que desde RN se le comentó al legislador de la UDI que en la tienda de Larraín “no veían con buenos ojos que la diputada Rubilar presidiera Salud, por su apoyo a Golborne”.

Inquietud en la directiva

Alrededor de las 18:00 horas de este martes, el jefe de bancada de RN llegó hasta la oficina de la diputada en el piso ocho del Congreso. Y, según su versión, Browne le “informó oficialmente” que: la bancada analizó el tema de pedir la presidencia de la Comisión de Salud a la UDI y que tras votar se decidió no hacerlo y que “por razones políticas la bancada no quería que se me pasara esa comisión”. Hay que recordar que la legisladora también integra el equipo de trabajo para el programa de Salud de Golborne. Los dichos de Rubilar son refutados por Browne, quien reitera que en esta decisión no pesó para nada su apoyo al representante del gremialismo, sino las prioridades del partido. Aún cuando en la bancada admiten que las relaciones con la diputada están “muy desmejoradas”, desde que optó por apoyar al ex ejecutivo de Cencosud. En esa reunión, Browne también le explicó a la diputada que varios de sus pares le habían manifestado la incomodidad de que Rubilar siguiera compartiendo los almuerzos, ya que en ellos se abordan temas de campaña. Y le ofreció un arreglo: que podían dejar uno de los dos días para tratar sólo temas legislativos, en los que ella podría participar y el otro no. Pero Rubilar rechazó la idea y respondió que se iría a almorzar hasta el 30 de junio al piso 14 del Congreso.

Rápidamente la noticia de lo que está pasando en la bancada llegó al partido. Y altas fuentes de RN afirman que lo sucedido generó inquietud en la mesa, por lo que esta mañana temprano el secretario general, Mario Desbordes, se comunicó con un diputado para saber qué está pasando. Le recordó que hace tiempo se adoptó la decisión de que no se tomaría ninguna medida en contra de Rubilar, en particular, ni de ningún otro militante que optara por apoyar a Golborne en la primaria. También hizo “lo perjudicial que resulta esto para la candidatura de Andrés Allamand, porque se puede malinterpretar”. A lo que el legislador habría respondido que la directiva “puede estar tranquila”, porque las decisiones tomadas tienen  que ver sólo con aspectos administrativos de la bancada.

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