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Parisi sale a buscar a Matthei y candidata oficialista rehúye confrontación Sin sorpresas concluye primer debate presidencial organizado por la ANP

Parisi sale a buscar a Matthei y candidata oficialista rehúye confrontación

En el set preparado por la ANP, donde compartieron ocho de los nueve abanderados presidenciales, lo que más llamó la atención fue la agresiva estrategia que adoptó el economista independiente para confrontar su candidatura con la de la ex ministra del Trabajo. Matthei, por su parte, optó por el truco del «paso», en un debate marcado por un formato que dificultó el careo de ideas.


Esta noche, casi todos los candidatos presidenciales se vieron las caras en set del debate organizado por la Asociación Nacional (ANP) de la Prensa en Coquimbo. Pasadas las 20:00 comenzó el encuentro en el que participaron Franco Parisi (independiente), Marcel Claude (PH), Ricardo Israel (PRI),  Marco Enríquez-Ominami (PRO), Roxana Miranda (Partido Igualdad), Evelyn Matthei (Alianza), Alfredo Sfeir (Partido Ecologista Verde) y Tomás Jocelyn-Holt (independiente). La noche sin embargo estuvo carente de sorpresas. Quizás lo que más marcó la jornada fueron los reiterativos emplazamientos de Parisi hacia la abanderada de la Alianza.

Ignorarlo. Eso fue lo que intentó hacer Evelyn Matthei con su contrincante Franco Parisi durante todo el debate presidencial que esta noche realizó en Coquimbo la Asociación Nacional de la Prensa. Una estrategia que a todas luces apuntó a tratar de no validar a quien en este tramo de la campaña presidencial se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para la abanderada de la derecha en las encuestas, ya que a todas luces le esta restando votos.

No dejó de llamar la atención la estrategia de Matthei, quien fue aludida por Parisi en varias ocasiones y a pesar que se le dio en cada una de ellas la oportunidad de responder, optó por la estrategia del “paso”, en circunstancias que buena parte de la campaña de la abanderada se concentra precisamente en emplazar casi a diario a la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet. El mismo “paso” que el oficialismo fustigó hace meses a la carta opositora cuando no quiso responder en una conferencia de prensa temas de coyuntura.

Hace rato ya que en el mundo político se ha instalado como un hecho los problemas que enfrenta la candidata oficialista, que no sube en las encuestas y que incluso, está desatada una abierta disputa por el segundo lugar en las presidenciales del 17 de noviembre de haber balotage. Es más, los cálculos políticos coinciden en que de tres votos que obtiene Parisi, dos provienen del electorado de derecha.

El escenario no podía ser más incómodo para Matthei. Durante el día salieron a la luz un par de encuestas que confirmaron esta realidad. La Corporación Humanas sobre tendencia del voto femenino arrojó que Bachelet tiene una intención de voto del 40,2%, mientras que Matthei solo del 11,5%, mientras Marco Enríquez-Ominami y Parisi están empatados en el 5%.

Pero además, se conoció el sondeo de la Universidad Autónoma en conjunto con el Instituto Chileno de Estudios Municipales (mil 708 casos a nivel nacional, cara a cara y margen de error del 2,3%) precisó que de los que aseguran que irán a votar el 17 de noviembre, un 44,4% lo hará por Bachelet, un 17,3% por Matthei, un 8,4% por Enríquez-Ominami y un 7,6% por Parisi.

Ya lo dijo el propio ME-O durante el debate: “lo que hay aquí es una pelea por el segundo lugar (…) estamos más cerca de Evelyn”.  A él, fue al único que Matthei respondió cuando la emplazó por “meter miedo en el debate” advirtiendo que las propuestas afectarían el crecimiento económico, pero del resto, nada.

En todo momento Parisi trató de desmarcarse de la política tradicional, apelando en la mayoría de sus respuestas a poner en el mismo nivel, en el mismo saco al oficialismo y la oposición. Fueron muchas las veces que precisó que “la Concertación y la Alianza” no cumplieron promesas, “nos mintieron”, “no se hacen cargo de los problemas” y “no se quieren dar cuenta” que el país cambio.

Sin embargo, emplazó a Matthei en varias ocasiones. “Perdóneme Evelyn, yo estuve en Aysén, cuando había banderas negras, en Arica también, las cosas no se solucionan con más turismo”, dijo en respuesta a las propuestas de la carta oficialista para potenciar las regiones.

Luego, la emplazó nuevamente cuando dijo que no le creía ni a la Concertación ni a la Alianza. “La Evelyn acá, no le creo, ahora habla de un sueldo mínimo de 300 mil pesos cuando hace unos meses decía que no, Bachelet –lástima que no esté aquí- baila con los mapuches y les aplica la Ley Antiterrorista”.

En ambas ocasiones, Matthei solo sonrió y dijo, no gracias, cuando se le ofreció la palabra para responder. Parisi no la dejó tranquila, en un momento le habló y le advirtió que “es malo mentir tanto, tenías una carpetita porque venía la crisis, a cuánta gente no le subieron el sueldo, porque la ministra del Trabajo dijo que venía la crisis (…) dice que no le gustan los partidos y ha estado toda su vida en ellos”.

En un evidente intento por minimizarlo –así como cuando Camilo Escalona trató de “marquito” a Enríquez-Ominami el 2009- y con la cara llena de risa, Matthei en un momento dijo que no se pronunciaba sobre las propuestas de Parisi, porque “no va a estar en el parlamento ni en ningún lado”. En el mismo tono irónico, a la salida del debate en sus primeras reacciones añadió que “no lo voy a inflar…pobrecito”.

Más allá de las ironías, los emplazamientos de Parisi y la estrategia de ignorarlo, solo lograron opacar a Matthei, quien pretendía sacar lustre a la ausencia de Bachelet –que está de gira en Iquique- en el debate. Difícil concretarlo si ella no respondió cuando la aludía su contrincante, algo así como cuchillo de palo en la casa del herrero.

Las principales posturas

Fue probablemente la pregunta sobre con qué otro candidato comparte más ideas en común y con cuál comparte menos, la que sirvió para que los abanderados sacaran a relucir los principales sellos de sus campañas. Esto porque el formato del debate organizado por la ANP sirvió poco para confrontar las ideas de los candidatos, salvo en los casos en que el interpelado aceptó responder, lo que se dio en escasas ocasiones. Además, cabe señalar que aunque se buscó darle un énfasis vinculado a las temáticas que afectan a las regiones del país, sorprendió el que todas las consultas realizadas por los medios de comunicaciones provinieran de diarios vinculados a El Mercurio.

«Si tú me preguntas quiénes son más lejanos a mí, claramente la Concertación y la Alianza. Porque yo no les creo. A la Evelyn yo no lo creo, cuando me habla de subir el salario mínimo cuando hace dos meses me decía que no, ahora me dice $300 mil, como si fuera una apuesta. Y la señora Bachelet, qué pena que no está acá, ya no lo creo porque baila con los mapuche pero les aplicó la ley antiterrorista», respondió el economista. Ante esta nueva interpelación, la tercera de la noche, la candidata de la Alianza descartó responder.

Luego fue el turno del abanderado respaldado por el Partido Humanista quien llamó a una reflexión sobre los grupos poderosos detrás de las candidaturas. «El poder en un país del Presidente es una cuestión formal. El poder real es quiénes están detrás. Detrás de la Concertación, de la señora Bachelet, y de Alianza, la señora Matthei, están los grandes grupos económicos. Están Luksic, está Matte, está Angellini. Detrás de nuestro proyecto de más de 350 organizaciones sociales a lo largo de Chile y de todo el país hay trabajadores, pescadores artesanales, estudiantes, dirigentes sociales», concluyó Claude.

Fiel a su estilo ecologista, el candidato Alfredo Sfeir, cuyo emblema fue la protección de los recursos naturales sobre todo en regiones: «No podemos seguir hablando de dinero, dinero, dinero, si nuestros recursos naturales están siendo destruidos. No podemos hablar de crecimiento económico si no hablamos de crecimiento del capital humano. Nosotros pensamos que ahí está la gran diferencia entre nuestra candidatura y el resto», y agregó «el mercado no tiene los mecanismos automáticos para corregir ni lo social ni lo ambiental».

Miranda, por su parte, quien reiteró la importancia de solucionar el conflicto mapuche devolviendo sus tierras al pueblo indígena, señaló que «Estas cinco familias más ricas de Chile se tienen que ir. Y todos sus lacayos de Concertación y de derecha, quienes se han hecho millonarias negociando con los derechos de mis vecinos».

El candidato del PRI, Ricardo Israel, fue el que le dio más énfasis en su discurso a las problemáticas de las regiones. «Nos sentimos cerca de quienes piensan en un estado protector que ayuda a los que no pueden ayudarse a sí mismos como son los discapacitados, los niños, los viejos. (…) Y lo hacemos desde una perspectiva de centro y absolutamente pro clase media», aseguó.

Marco Enríquez-Ominami sacó a la luz su alza en las encuestas y su posibilidad de disputar el segundo lugar en las presidenciales con Evelyn Matthei. Asimismo, señaló que «No voy a pelear en algo que tengo en común con muchos de los que están acá, que es el hambre de la renovación política. Creo de verdad que hay que renovarla. Lo intenté el 2009, bastante solo, logramos un millón y medio de chilenos derribar la puerta de la política tradicional. Ese desafío está pendiente».

Por último, fue Matthei la que tomó la palabra y, en un gesto conciliador, destacó que “Tengo coincidencia con Marco Enríquez-Ominami respecto de su pasión por la educación pública, tengo coincidencia con Israel por su pasión por un mejor desarrollo de las regiones. Tengo coincidencia con Sfeir porque defiende el medio ambiente». Sin embargo, se manifestó preocupada ante «quienes quieren introducir medidas que pueden terminar con el crecimiento de Chile. Los trabajadores necesitan trabajo, mejores remuneraciones, calidad de vida. Fórmulas de mayor equidad y capacitación”. Finalmente, sobre sus diferencias con Bachelet, enfatizó que «como no se conoce el programa, es difícil saber… no se sabe si tiene asamblea constituyente, etc. Son 50 medidas muy sueltas».

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