Mandan carta a Bachelet criticando gestión en el CNCA
Este malestar por la indiferencia de Barattini a dialogar con UNA –que agrupa a Asociación de Directores y Guionistas; Asociación de Pintores y Escultores de Chile; Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales; y la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, además de otras 14 organizaciones– habría tenido su punto más alto el pasado 15 de julio, cuando se realizó un desayuno con la Presidenta, al que fueron invitados «rostros» del espectáculo y la cultura, dejando fuera a la gran mayoría de las asociaciones artísticas.
El romance duró menos que un amorío de verano. Si bien la designación de la ministra del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), Claudia Barattini –en los primeros días de la administración Bachelet– causó grandes expectativas entre las diversas organizaciones ligadas a la cultura, especialmente las adscritas a la Unión Nacional de Artistas (UNA), que vieron en la nueva secretaria de Estado el rostro de la modernización en cultura y la participación ciudadana, a cuatro meses de su nombramiento, las organizaciones del mundo de cultura confiesan su desilusión. Y no sólo eso, sino también su frustración por la forma de conducción que ha realizado la secretaria de Estado y que expresaron ayer mediante una carta que enviaron a la Presidenta Bachelet.
[cita]»Hemos intentado, sin resultados, establecer una agenda de colaboración que permita apoyar los importantes procesos que el CNCA debe llevar adelante. En este contexto nos preocupa, entre otros temas, el destino de proyectos tan importantes como el que crea el Ministerio de Cultura. Le hacemos presente esta preocupación porque confiamos que, tal como lo indica en su programa de gobierno, el espíritu de su administración es reforzar la asociatividad de los trabajadores e incorporar a la sociedad civil en los grandes cambios que Chile demanda», se lee en la carta.[/cita]
En la misiva de la UNA, las agrupaciones culturales se quejan ante la mandataria por la «renuencia de la ministra de Cultura a dialogar con las organizaciones de artistas». Según la Unión Nacional de Artistas, uno de los compromisos del Consejo fue que la construcción de la institucionalidad cultural se haría de cara a la ciudadanía, con diálogos permanentes, en que las organizaciones profesionales del mundo de la cultura tendrían no solo la posibilidad sino también la responsabilidad de colaborar con su experiencia e ideas –a través de la discusión– en el diseño de la nueva política cultural.
Esa participación, que en términos mediáticos fue lanzada bajo la modalidad de la «consulta ciudadana», según los artistas no ha sido tal, al punto que sostienen haber intentado en vano dialogar en diferentes oportunidades con la ministra.
«Hemos intentado, sin resultados, establecer una agenda de colaboración que permita apoyar los importantes procesos que el CNCA debe llevar adelante. En este contexto nos preocupa, entre otros temas, el destino de proyectos tan importantes como el que crea el Ministerio de Cultura. Le hacemos presente esta preocupación porque confiamos que, tal como lo indica en su programa de gobierno, el espíritu de su administración es reforzar la asociatividad de los trabajadores e incorporar a la sociedad civil en los grandes cambios que Chile demanda», se lee en la carta.
Este malestar por la indiferencia de Barattini a dialogar con UNA –que agrupa a Asociación de Directores y Guionistas; Asociación de Pintores y Escultores de Chile; Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales; y la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, además de otras 14 organizaciones– habría tenido su punto más alto el pasado 15 de julio, cuando se realizó un desayuno con la Presidenta, al que fueron invitados «rostros» del espectáculo y la cultura, dejando fuera a las organizaciones artísticas más representativas de la cultura del país.
A ese evento, al que asistió también el ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre para discutir sobre la importancia de reincorporar la educación artística al currículum escolar, asistieron las actrices Paulina García, Claudia Di Girolamo, Blanca Lewin; los actores, Héctor Noguera, Héctor Morales, Alejandro Goic; el cantautor Manuel García; los cineastas Miguel Littin, Nicolás Acuña, Tatiana Gaviola; y el escritor Pablo Simonetti, entre otros.
Sin subestimar la calidad y el compromiso cultural de los invitados, la organizaciones que enviaron la carta a Bachelet ponen el énfasis en una conducta, que entienden como reiterada de parte de Barattini, de no sumarlos al diálogo.
«Durante años hemos luchado no solo porque el arte sea disfrutado por todos y se fortalezca y desarrolle nuestra cultura, sino que también por una democracia con políticas públicas abiertas, con debates francos y participación amplia», dicen los firmantes.
