Publicidad
Piñera reconoce déficit político de su gobierno y dice que «se arrepiente de muchas cosas» Sobre la posibilidad de ser candidato, asegura que «no estoy jubilado»

Piñera reconoce déficit político de su gobierno y dice que «se arrepiente de muchas cosas»

Publicidad

El ex mandatario señala que uno de sus problemas en su administración fue «haber prestado mucha más atención a la coalición, a los partidos políticos, a sus presidentes, a los parlamentarios, a los dirigentes y alcaldes. Pero también considero que el fuego más duro y la crítica más ácida hacia nuestro gobierno provinieron de la propia coalición y desde el primer día».


El ex Presidente Sebastián Piñera reconoció un déficit político durante su gobierno que no le permitió a la derecha traspasar el poder a la candidata del sector y perder las elecciones parlamentarias, agregando estar arrepentido de muchas cosas que pudieron haberse hecho de otra forma a como se realizaron.

En entrevista a La Tercera, Piñera explicó que «hay muchas razones por las que, a pesar de haber logrado resultados muy notables, perdimos las elecciones. Porque Michelle Bachelet es una formidable candidata. Porque ellos presentaron un programa de gobierno en que estaban sólo los titulares. Y en tercer lugar, aquí viene la autocrítica, obviamente que como gobierno yo me arrepiento de muchas cosas. Hay muchas cosas que yo, como Presidente de la República, las haría distinto si tuviese la oportunidad de volver a empezar, cosa que en esta vida nunca se produce».

En su mea culpa, el ex mandatario señala que uno de sus problemas fue «haber prestado mucha más atención a la coalición, a los partidos políticos, a sus presidentes, a los parlamentarios, a los dirigentes y alcaldes. Pero también considero que el fuego más duro y la crítica más ácida hacia nuestro gobierno provinieron de la propia coalición y desde el primer día».

En ese sentido, sostiene que la derecha tiene una base para pretender volver al gobierno en 2017, pero aclara que no está garantizada, «pero la opción está hoy más abierta que nunca y por varias razones. Una, porque este gobierno está cometiendo demasiados errores. Fue elegido por una gran mayoría, pero cometió un error de diagnóstico, que fue recoger la voluntad de la calle como si fuese la voluntad de la ciudadanía. Son cosas distintas: la calle es más enardecida y extrema, mientras que la ciudadanía es más sabia y sensata. Segundo error: está aplicando una ideología de un estatismo trasnochado y antiguo como si fuese una verdadera religión. Tercero, las políticas públicas que ha implementado, y en particular las reformas tributaria y educacional, han sido improvisadas y no generarán los resultados esperados. En cuarto lugar, ha creado un clima de confrontación y enfrentamiento muy dañino, no sólo para la economía, sino para la vida en sociedad. En lugar de privilegiar el diálogo y los acuerdos, está con la retroexcavadora y eso la gente lo está sintiendo en su vida diaria y está reaccionando. Por eso, las principales políticas tienen un rechazo mayoritario de la ciudadanía, mientras que el apoyo al gobierno está cayendo».

Piñera menciona que existe una oportunidad para su sector, pero advierte que para que se cumpla es necesario actuar con unidad y proponer los valores propios de la derecha y los proyectos a futuro.

«Por eso es tan importante que la centroderecha comprenda que su misión no es solamente ser oposición, sino proponerle al país un gran proyecto de futuro. Y para eso, tenemos, en primer lugar, que acordar esa gran misión. Naturalmente, tiene que ver con valores. Yo creo que en Chile debemos buscar un mejor equilibrio y promover con más fuerza tres valores fundamentales. La libertad: la gente quiere ser libre y dueña de su propio destino y no que el Estado le diseñe el camino y lo transforme en un súbdito. La equidad: Chile quiere una sociedad más justa y equitativa. Y tercero, tenemos que fortalecer el valor del progreso, lo que significa recuperar la capacidad de crecer, crear empleos y oportunidades y mejorar los salarios».

Respecto a que a pesar de los buenos resultados económicos obtenidos bajo su administración no logró perpetuarse en el siguiente mandato, Piñera explica que eso se produjo por varios factores: Primero por lo «formidable» que fue la candidata Michelle Bachelet, porque su sector no enfrentó las elecciones de buena forma con varios nombres que fueron surgiendo y cayendo a la vez, y las críticas que provinieron de los partidos de la Alianza.

En cuanto a la posibilidad de asumir el liderazgo de la derecha, el ex jefe de Estado asegura que «por supuesto que estoy dispuesto a colaborar en esa tarea. Todos debemos aportar nuestro liderazgo, pero es evidente que no tengo un mandato divino para liderar a la coalición y, por lo tanto, en el momento oportuno todos tienen derecho a postular y lo que yo digo es que en ese momento tengamos la sabiduría, la generosidad y la nobleza de elegir al hombre o mujer que esté mejor preparado para enfrentar ese desafío. Esa decisión no se va a tomar hoy».

Asimismo, no se define por participar en una primaria dentro de su sector para definir al candidato presidencial, afirmando que «es un mecanismo, legítimo, democrático, pero no es el único…».

«Mire, no me quiero enredar en los mecanismos, eso lo tendrán que decidir los partido. Por ejemplo, en 2009 no hubo primarias. No porque alguien les impuso algo a todos los demás, sino porque surgió de forma espontánea. Si el mecanismo es la primaria, bienvenida sea. Lo importante es que todos los que aspiren a estar en esa primaria comprendan que es una causa y una misión común, que es una tarea y una responsabilidad con Chile y, por tanto, terminemos con el fuego cruzado, sumemos y no restemos, y así nuestro sector podrá ganarse nuevamente la confianza y el apoyo de las mentes y los corazones de la mayoría de los chilenos», explica.

Sin embargo, asegura que «no estoy jubilado, estoy muy activo y no soy indiferente: me preocupa y me ocupa lo que pasa con Chile. Y yo, por ADN o herencia de mis padres, asumo mis compromisos con mucha pasión, vocación y dedicación. A mí no me van a ver en una posición de indiferencia o desapego con lo que está pasando en Chile. Espero que esta misma voluntad y pasión me acompañen hasta la tumba. Pero eso no significa que piense que el tema presidencial deba discutirse hoy día. No corresponde, no es bueno, es inconveniente e, incluso, es una suerte de falta de respeto hacia una Presidenta que lleva nueve meses en el gobierno. El tema presidencial ya vendrá, quién sabe los caminos del futuro, quién sabe en qué situación estará el país, los distintos liderazgos en dos años más, no sabemos. Qué sentido tiene caer en esta fiebre especulativa».

Publicidad

Tendencias