Larraín versus Macaya
A pocos días del Consejo General en que la UDI deberá decidir quién conducirá el partido, la opción del senador Hernán Larraín ha ganado fuerzas y sumado apoyos. Sin embargo, todavía no está definido si habrá una lista de consenso que incluya a Javier Macaya o éste correrá con colores propios, lo que podría modificar el escenario.
La gran mayoría de la UDI coincide en que lo mejor para el partido es llegar al próximo Consejo General con una lista de consenso. Eso permitiría dar una señal de unidad interna, comenzar a restablecer confianzas y sanear las divisiones que ha ocasionado la conducción de la crisis generada por el caso Penta. El problema es que tal consenso no existe y a diez días del Consejo no han logrado dar con la fórmula que deje a todos satisfechos.
La figura que suena con más fuerza para ocupar la presidencia del partido es el senador Hernán Larraín, quien cuenta con el apoyo de algunos fundadores, la bancada de senadores y los disidentes de Ernesto Silva. Sin embargo, tiene un adversario poderoso. Jovino Novoa no lo quiere a cargo del partido, considera que es “un académico y no un político”, pero sobre todo sabe que, si Larraín asume, perderá buena parte de su influencia.
Además, desde su entorno confirmaron que Larraín puso una condición clara: solo está disponible para dirigir el partido si encabeza la lista de consenso y cuenta con apoyo unánime. Si se levanta otra lista, no está dispuesto a competir y se hará a un lado. Por eso, están tratando de incorporar a Javier Macaya como secretario general y así evitar que corra por cuenta propia.
La fórmula Larraín-Macaya también cuenta con algunos críticos que no ven con buenos ojos que el actual presidente interino sea parte de la lista de Larraín. Consideran que no es una buena señal porque está muy ligado a la estrategia del partido en el caso Penta y ha sido uno de los principales defensores de no dar señales políticas contra los parlamentarios involucrados hasta que los tribunales se pronuncien.
Desde la caída de Silva, Javier Macaya comenzó a sondear el terreno para ser ratificado como presidente del partido y seguir al mando de la tienda gremialista. La bancada de diputados se articuló rápidamente detrás de él. María José Hoffmann, diputada cercana a Novoa, ha operado en el Congreso para sumar apoyos, incluso trató de proclamarlo en una cena de los diputados en Valparaíso, pero en los últimos días su opción ha perdido fuerzas en beneficio de Larraín.
[cita] Si bien algunos asociaron su salida a la entrevista de Jovino Novoa, en realidad De la Maza ya lo tenía planeado desde el viernes. Ese día le avisó al alcalde Mario Olavarría que en la próxima reunión de la directiva daría una señal fuerte.[/cita]
La opción de Macaya fue impulsada por Ernesto Silva para darle continuidad a la mesa, así como a la estrategia utilizada en el caso Penta y, al mismo tiempo, no retroceder en el proceso de renovación generacional que diseñó Jovino Novoa. En su entrevista de este domingo en El Mercurio, Novoa negó que Macaya fuera su candidato, pero luego envío un mensaje bastante claro. El ex senador dijo que en la UDI no hay espacios para “francotiradores internos que tratan de destruir un proyecto”, en alusión a los que han criticado públicamente a la mesa, como Víctor Perez y Francisco de la Maza, y aseguró que “tenemos una directiva joven y potente y hay que fortalecerla”, inclinándose por la opción de Macaya.
Un diputado cercano al actual presidente interino aseguró que el histórico dirigente de la UDI negó su apoyo a Macaya para no marcar una posición clara ante el Consejo, “no quiso quemarlo”. Si bien el diputado de la Sexta Región está bastante cansado con todos los costos personales y políticos que ha asumido, y él mismo niega que esté en carrera por el sillón de Silva, desde su entorno comentan que si Larraín no incorpora las demandas del sector, irá por la presidencia. Los puntos a discutir son la fijación de un Consejo Doctrinario, una nueva institucionalidad para el financiamiento del partido y el cambio en las elecciones a través de la fórmula un militante, un voto.
Sin embargo, desde el entorno de Hernán Larraín no creen que Macaya decline su opción a favor del senador tan fácilmente: “Javier está en campaña y en lógica electoral, parapetado en la bancada de diputados”. Incluso temen que su jugada sea no sumarse a la lista de consenso y llegar hasta el consejo con una lista propia, dejando fuera de juego a Larraín y siendo proclamado aunque no cuente con los respaldos necesarios para sacar de la crisis a la UDI. “Los senadores no lo apoyan, ellos tienen claro que Javier no da el ancho, no tiene peso político. No es un tema de juventud, es que no tiene espaldas para dirigir el partido”, aseguró un asesor de los senadores y ex dirigente del partido.
Otra opción que se ha barajado es que la lista encabezada por Javier Macaya incluya vicepresidentes fuertes, entre ellos, algunos coroneles como Andrés Chadwick, quien ha estado liderando las tratativas para lograr llegar a una postura común.
Otro factor que podría dificultar la lista de consenso es que lo alcaldes insistan en proclamar a Francisco de la Maza como su candidato. Aunque el jefe comunal de Las Condes ya ha afirmado varias veces que no está disponible para dirigir el partido, adelantó su renuncia a la mesa directiva argumentando que quería llegar al Consejo General “con máxima libertad de acción”.
Si bien algunos asociaron su salida a la entrevista de Jovino Novoa, en realidad de La Maza ya lo tenía planeado desde el viernes. Ese día le avisó al alcalde Mario Olavarría que en la próxima reunión de la directiva daría una señal fuerte.
De todos modos, en caso de que los alcaldes levantaran una lista, ella sería más bien simbólica, porque no cuenta con el respaldo de los consejeros regionales ni de los parlamentarios, además, el cargo gremial sería incompatible con sus actuales funciones en la comuna de Las Condes.
