La institución declaró que el pulso de cenizas registrado no ha sido acompañado de un incremento en la sismicidad.
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), a cargo de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, informó a través de la cuenta de Twitter @Sernageomin que los niveles de sismicidad del volcán Villarrica se mantienen en niveles propios de la alerta Naranja, razón por la cual no hay cambio de alerta, pese al pulso de cenizas que pudo observarse en las cercanías del macizo.
La institución clarificó que la sismicidad es el principal indicador para evaluar la posibilidad de una erupción mayor, y a las 15:00 horas de este domingo no existen indicios de que vaya a suceder un pulso eruptivo, aun cuando se sigue observando en detalle.
El volcán se encuentra inestable y la proyección sigue siendo la misma, es decir, hay probabilidad de un pulso eruptivo de similar o menor magnitud, pero lo sucedido al mediodía de este domingo no es una erupción ni hay condiciones para ello.
«El Villarrica presenta actividad eruptiva débil y pulsatoria, con emisión de ceniza y vapor de agua propia de su condición inestable (alerta Naranja), acompañada de sismicidad moderada, aún por debajo de los niveles que preceden la actividad eruptiva mayor. El monitoreo continuo permite la detección temprana de cambios que pudieran anticipar una erupción mayor, en cuyo caso los efectos se esperan en el radio de 5 km y los cauces más allá de esa zona», declaró la Red Nacional de Vigilancia Volcánica del Sernageomin.
En el escenario actual se considera como área de peligro aquella contenida en un radio de 5 kilómetros en torno del cráter y a 200 metros a cada lado de los cauces que descienden del volcán. Sobre estas áreas se extiende la principal restricción.
A ello se suma aquella restricción implantada por el Sistema de Protección Civil de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), que implica un radio de 10 kilómetros alrededor del cráter, y afecta a las personas no residentes.
El organismo pone acento en la importancia de no acercarse ni cruzar los cauces (esteros y ríos) que descienden del Villarrica: Challupén, Voipir, Huichatío, Chehuilco, Loncotraro, Molco, Correntoso, ZanjónSeco, Pedregoso y Turbio.
El volcán es vigilado a través de 6 estaciones de monitoreo situadas en el edificio volcánico, incluyendo 8 sismómetros, 4 estaciones de posicionamiento satelital (GPS), 3 inclinómetros, dos equipos de Espectrometría de Absorción Óptica Diferencial (que mide la concentración de dióxido de azufre (SO2) de origen volcánico), un micrófono y 4 cámaras web que vigilan su actividad superficial.
La Red Nacional de Vigilancia Volcánica del Sernageomin contiene 355 estaciones sismológicas y puntos de distribución de datos, conectados con el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS), situado en la ciudad de Temuco.
