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Bachelet sale de la política y apuesta a estrategia de imagen ligada a la protección social Diseño para recuperar terreno en las encuestas es similar al que le dio éxito en 2008

Bachelet sale de la política y apuesta a estrategia de imagen ligada a la protección social

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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En La Moneda confirman que existe una nueva apuesta: “La persona es el foco, lo que se quiere es sacar punta a sus principales fortalezas, como la cercanía, la naturalidad y su sencillez”, precisó una alta fuente de Palacio. Un giro necesario, añaden en el Gobierno, luego que la Presidenta estuviera “muy encerrada” y especialmente “muy dura y contenida”, afectada por el impacto en la línea de flotación que tuvo el caso Caval para su administración, así como por los problemas que generó en su fuero familiar más estrecho, al estar vinculados directamente su hijo, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon.


Como en los viejos buenos tiempos, sentada al medio de una mesa cualquiera, de una casa cualquiera de Conchalí, acompañada de dos mujeres mayores tomando desayuno, con juguito, Stevia y Nescafé sobre la mesa. Una imagen de la Presidenta Michelle Bachelet con la que La Moneda busca estrenar la fórmula del sello social del liderazgo de la Mandataria como ruta para remontar en las encuestas, algo similar a lo que se aplicó en su primer Gobierno, especialmente el año 2008, que le permitió sortear favorablemente la crisis económica de entonces.

El rendimiento de Bachelet en las encuestas no es un tema menor para La Moneda y todo el oficialismo, porque en estos momentos en que el Gobierno ha sincerado que no se podrá cumplir con todo el programa prometido, que se debe aplicar realismo para elegir las promesas esenciales, la aprobación que obtenga la Mandataria en los sondeos será un factor que ayudará a aglutinar a las huestes de la Nueva Mayoría para respaldarlas en el Congreso con el menor margen posible de “fuego amigo”.

No hay que olvidar que está pendiente la realización del cónclave de la Nueva Mayoría que ha sido postergado –confiesan en privado el Gobierno– precisamente para dar espacio al comité de ministros políticos (Jorge Burgos en Interior, Nicolás Eyzaguirre de la Segpres, el vocero Marcelo Díaz y el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés) para tratar de alinear a los partidos oficialistas y contener las críticas al rumbo más moderado que está adquiriendo la lista de prioridades del programa.

La cercanía, la confianza y la credibilidad eran de los atributos más poderosos que tenía Bachelet y que la hacían incombustible en las encuestas, hasta que estalló el caso Caval. Desde entonces su aprobación ha caído hasta un escuálido 27% en la última Adimark de junio y esas características de su personalidad, que antes superaban con creces el umbral del 50% en todos los sondeos, hoy distan mucho de esas cifras: sólo un 39% afirma que la Mandataria “le genera confianza” y para un 40% es “creíble”, según estableció la muestra Adimark a principios de mes.

En La Moneda confirman que existe un diseño nuevo para repuntar en las encuestas. “La persona es el foco, lo que se quiere es sacar punta a sus principales fortalezas, como la cercanía, la naturalidad y su sencillez”, precisó una alta fuente de Palacio.

[cita]Entre algunas autoridades de Gobierno se comparte el esfuerzo presidencial por recuperar terreno en el apoyo ciudadano, pero también se pone la alarma interna de que “no sirve solo las comunicaciones” y que el éxito de la estrategia de La Moneda depende mucho de que este despliegue sea acompañado y respaldado por decisiones políticas coherentes, que le den sustento a la fórmula, como por ejemplo tener el criterio de aplicar austeridad en el Estado pero, a la vez, fortalecer la inversión en áreas claves como el Ministerio de Obras Públicas, porque eso ayudará a la creación directa de empleos.[/cita]

Un giro necesario, añaden en el Gobierno, luego que la Presidenta estuviera “muy encerrada” y especialmente “muy dura y contenida”, afectada por el impacto en la línea de flotación que tuvo el caso Caval para su administración, así como por los problemas que generó en su fuero familiar más estrecho, al estar vinculados directamente su hijo, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon.

Dicen en el Gobierno, y así se comenta entre asesores y autoridades, que Bachelet “está volviendo a ser ella”, lo que ayuda a implementar esta nueva estrategia para repuntar en las encuestas. Una fórmula que –destacan– va acompañada de un discurso social concreto que está desplegando la Presidenta, apelando a reinstalarla como una figura “protectora” de la ciudadanía en tiempos en que solo se habla de la crisis económica, desempolvando así parte del plan que se aplicó el año 2008 en su primera administración y que le rindió buenos dividendos a la Mandataria en sus niveles de aprobación. Mismos que fueron clave para su segunda aventura presidencial.

En marcha

El diseño ya está en marcha. El martes 14 de julio, Bachelet se reunió –acompañada de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón– con mujeres beneficiarias de aportes previsionales estatales, de la Pensión Básica Solidaria y el bono por hijo nacido vivo, para realizar un balance de las ayudas entregadas por el Instituto de Previsión Social durante el primer semestre.

No solo tomó desayuno como su estuviera en el living de su casa sino que también aprovechó para informar que hoy lunes, 20 de julio, La Moneda enviará al Congreso el proyecto de ley que elimina el cobro del 5% de cotización para salud a los pensionados mayores de 65 años.

Al día siguiente, el miércoles 15 en la mañana, encabezó la ceremonia de entrega de las viviendas del conjunto habitacional “Edificando un sueño”, que beneficiará a 67 familias de la comuna de Quinta Normal, intervención donde reapareció lo mejor del estilo Bachelet: cercana, natural, divertida, sencilla, pero poniendo el acento nítidamente en la protección social que hará su Gobierno en este período. “Al igual que en mi Gobierno anterior, vamos a reforzar y ampliar la protección social para responder a los problemas concretos que están viviendo tantos de nuestros compatriotas (…) por eso es que estamos trabajando para que la educación superior sea gratuita, que ninguno de los chiquillos se quede fuera porque la familia no tenga recursos; para mejorar la salud, en fin, múltiples cosas, de manera que no sea para ustedes una noticia que pasa el que al país le va bien, sino que el bienestar y el progreso entren a la casa de ustedes”, precisó la Mandataria.

Fue acompañada por la ministra de Vivienda, Paulina Saball, a quien al presentarla le pidió: “Párese, ministra, para que la conozcan todos… Es bajita, sí”. Durante su discurso pidió que “ninguno de los hombres se ofenda”, pero que quería felicitar “especialmente a las mujeres, porque sé que la gran mayoría son jefas de hogar… 56 de las 67 familias que forman parte de este proyecto están representadas por mujeres jefas de hogar. Y además hay que decirlo, ¡han llevado la batuta! Porque las tres, presidenta, secretaria y tesorera del comité eran mujeres”. Se despidió en su estilo informal: “Termino ya, porque hace mucho frío como para que ustedes me sigan escuchando con paciencia por mucho rato (…) la ministra tiene claritas las instrucciones, trabajar a toda máquina, porque el tiempo vuela y tenemos muchos compromisos que cumplir”.

El viernes se trasladó a la V Región, donde en Limache inspeccionó el conjunto habitacional Enrique Soro II y las obras de rehabilitación del embalse Santa Rosa.

Si bien en La Moneda recalcan que todo el año las pautas presidenciales han tenido un fuerte despliegue social, al menos una de las tres actividades diarias tiene ese tenor, reconocen también que no lucían, que quedaban eclipsadas porque el foco estaba puesto en la coyuntura, los problemas por el financiamiento de la precampaña y que estuvieran involucradas autoridades de Gobierno en ese entonces, como era el caso de Rodrigo Peñailillo, su ex hombre de confianza en La Moneda. No solo eso, también asumen en Palacio que, como Bachelet pasaba un mal momento, no estaba bien, las actividades no cuajaban como era esperado. Ahora apuestan al optimismo y que esté “nuevamente más conectada con la gente”.

El escenario político es bien distinto al año 2008, la actual desaceleración no se acerca a las dimensiones que realmente tuvo la crisis económica de ese año, pero además está el componente de la crisis generalizada de desconfianza con la clase política, su descrédito. A pesar de eso, en La Moneda reconocen que el eje del diseño, que el foco del discurso presidencial es el mismo de entonces: “Se pueden tocar muchas cosas pero lo social no, es el momento de estar cerca de la gente”, sentenciaron desde el entorno gubernamental de la Mandataria.

“En las actuales circunstancias, la reedición que La Moneda intenta hacer de esa estrategia cumpliría simultáneamente con dos objetivos: disminuir la incertidumbre empresarial sobre la base de ‘una priorización’ o abierta postergación de algunas reformas emblemáticas: y, en paralelo, ayudar a Bachelet a desplegarse en un rol más cómodo, es decir, acogedora y protectora frente a las dificultades económicas que cada vez con más fuerza tensionan al actual ciclo político”, escribía en La Tercera el analista Max Colodro.

El viernes en el vespertino La Segunda, el director de Adimark, Roberto Méndez, abordó el tema del liderazgo de Bachelet. Dijo que de todos los conflictos que enfrenta la Presidenta, como los evidentes problemas de gestión en su Gobierno y las diferencias al interior de la Nueva Mayoría, su prioridad debe ser sí o sí contrarrestar la pérdida de credibilidad que la afecta, porque eso ha sido su mayor pérdida durante este año. “Hubo un debilitamiento de su capital político, un daño en su relación personal con la ciudadanía. Pero no es irrecuperable, Bachelet tiene atributos personales atractivos, sabe comunicarse con la gente, es espontánea. Eso, en un escenario de menos tensión debería funcionar de nuevo”, explicó Méndez y luego acotó un punto no menor, que para esa recuperación la Mandataria “debe disminuir los niveles de incertidumbre, si no lo hace y el Gobierno mantiene un discurso ambiguo, no es imposible que puede caer más todavía (en las encuestas) (…) Hay espacio para que el Gobierno empeore más en sus niveles de aprobación”.

Un punto que desde el propio oficialismo reconocen como clave. Entre algunas autoridades de Gobierno se comparte el esfuerzo presidencial por recuperar terreno en el apoyo ciudadano, pero también se pone la alarma interna de que “no sirve solo las comunicaciones” y que el éxito de la estrategia de La Moneda depende mucho de que este despliegue sea acompañado y respaldado por decisiones políticas coherentes, que le den sustento a la fórmula, como por ejemplo tener el criterio de aplicar austeridad en el Estado pero, a la vez, fortalecer la inversión en áreas claves como el Ministerio de Obras Públicas, porque eso ayudará a la creación directa de empleos.

Otra decisión política clave es especificar con claridad la ruta programática a seguir en este segundo tiempo. Ya los partidos de la Nueva Mayoría, sus dirigentes y parlamentarios han puesto énfasis público en el asunto, han pedido que La Moneda explique y precise en detalle que significa el “realismo sin renuncia” del que habló la Presidenta, que se sepa qué es lo que de verdad se hará del programa y lo que no.

Si las decisiones son drásticas en términos programáticos, en el Gobierno saben que solo un liderazgo presidencial que al menos esté sobre el umbral del 30% en las encuestas puede evitar un desbande en las filas oficialistas, un aumento de los díscolos, con miras a las municipales del próximo año y las parlamentarias del 2017.

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