«De una vez por todas tenemos que entender: lo que pasó en el período de la dictadura es una situación grave, dura para todos los chilenos, pero hoy día estamos en el 2015, hoy día hay un Ejército y una institucionalidad para el futuro», afirmó el ministro de Defensa, tras presentar al ex magistrado Alejandro Solís como director de la nueva unidad de Derechos Humanos del Gobierno.
El ministro de Defensa, José Antonio Gómez, negó categóricamente este lunes la existencia de pactos de silencio al interior de las Fuerzas Armadas y particularmente en el Ejército, como el que mantuvieron hasta hace pocos días los ex conscriptos que finalmente revelaron detalles de cómo se perpetró el crimen donde fueron quemados, en 1986, el fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri –fallecido– y Carmen Gloria Quintana –con graves secuelas–.
Al presentar al ex magistrado Alejandro Solís como el director de la recién creada Unidad de Derechos Humanos del Gobierno, el secretario de Estado afirmó que los comandantes en Jefe de las instituciones castrenses tienen la mejor voluntad para entregar toda la información disponible sobre esta materia, aunque hizo hincapié en que nada tienen que ver actualmente con su pasado en dictadura.
«Yo lo que he visto es la voluntad expresa de los actuales comandantes en Jefe de colaborar con la justicia con toda la voluntad del caso; distinto es que existan personas que han sido condenadas, procesadas o que tengan relación con las Fuerzas Armadas durante la época de la dictadura que han mantenido silencio», sostuvo el secretario de Estado.
Y de manera enérgica Gómez subrayó que «lo que no existe, y lo he dicho con toda claridad, es que hoy día en la institucionalidad actual, con los actuales comandantes en Jefe exista voluntad de no entregar la información. (…) No existe en el actual Ejército, es muy distinto, es otro Ejército, de una vez por todas tenemos que entender: lo que pasó en el período de la dictadura es una situación grave, dura para todos los chilenos, pero hoy día estamos en el 2015, hoy día hay un Ejército y una institucionalidad para el futuro, y lo que ha pasado hacia atrás vamos a hacer todos los esfuerzos por resolverlos pero hay que pensar también en la institucionalidad del futuro».
Solís, en tanto, recordó que como juez le tocó dilucidar cuando en un caso determinado existía un pacto de silencio. «Los jueces del crimen estamos acostumbrados a dilucidar los pactos de silencio», dijo, explicando que frente a un delito cometido por varias personas, “en el momento que se hacía el careo y existen, se confrontaban los dichos, sencillamente se acababa el pacto de silencio. En ese sentido yo considero positivo que se quiera eliminar, si es que existen, este tipo de prácticas”.
