El paso del tiempo demostró que el rosarino hizo el mejor negocio de su vida al poner término, en febrero de 2011, a su rol de técnico de «La Roja». Y lo hizo dejando en claro que fue porque no podía confiar en el ahora renunciado presidente de la ANFP, que viajó a EE.UU. para declararse culpable de haber formado parte del escándalo de los sobornos al interior de la FIFA.
Cuando a fines de mayo pasado el renunciado presidente de la ANFP, Sergio Jadue, fue mencionado entre los máximos directivos del fútbol salpicados por el escándalo de sobornos en la FIFA que investiga en Estados Unidos el FBI, fue imposible no recordar cómo su llegada al máximo organismo del balompié nacional llevó al entonces técnico de la selección chilena, Marcelo Bielsa, a tomar la determinación de dejar su cargo, apelando a la falta de confianza en el dirigente de Unión La Calera.
El anuncio lo hizo hace más de cuatro años, en febrero de 2011. Y el paso del tiempo demostró, con Jadue ya en suelo estadounidense para declararse culpable de los delitos de corrupción que se le imputan y colaborar con la investigación, que el rosarino hizo el mejor negocio de su vida al desmarcarse del sucesor de Harold Mayne-Nicholls al frente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
En la extensa conferencia de prensa donde esa noche de verano comunicó su alejamiento de “La Roja”, Bielsa recalcó varias veces que solo de dedicó a observar cómo Jadue se autoimponía compromisos que al poco tiempo modificaba. Y una de sus conclusiones más lapidarias fue que en realidad el presidente de la ANFP no tenía autonomía y que sus decisiones solo respondían a lo que resolvieran los clubes grandes.
«El motivo por el cual yo he decidido renunciar fue por la forma de proceder y los recursos que utilizó (Jadue) para resolver las situaciones que sucedieron durante la semana que comenzó el jueves 27 de enero (de 2011) y que terminó hoy. Sergio Jadue actuó para que yo entendiera que no debía confiar en él”.
Asimismo, manifestó que «no me fue posible saber quién poseía la autoridad. Yo en un momento pensé que la autoridad la tenía el presidente, después los tres clubes grandes, después el directorio y después figurativamente los 32 clubes».
«Creo, y ojalá me equivoque, que con el tiempo el fútbol chileno no le va a perdonar a los actuales concesionarios de los clubes Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile, las consecuencias de este escenario que han creado, más aún teniendo en cuenta los motivos por el que lo hicieron. Este escenario actual no es responsabilidad de Sergio Jadue, este escenario actual lo crearon, los ideólogos de este proyecto son los concesionarios de Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile, y lo que empeora desde mi óptica lo que han montado es para qué lo han montado, qué objetivos persiguen, cuáles son los motivos, las razones del por qué lo hicieron», agregó.
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