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Pasar agosto con el 10%: el diseño para que sobreviva la candidatura de Goic Dos dígitos de apoyo es la clave para evitar el síndrome Orrego

Pasar agosto con el 10%: el diseño para que sobreviva la candidatura de Goic

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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Para que la abanderada DC comience a crecer, explicaron en la falange, debe dar señales tanto internas como externas a los muros del partido, incorporar figuras que les hablen a ambos mundos, jugar varias cartas en paralelo, buscar ese espacio de centro que incluso pudo, en su momento, haber mirado con buenos ojos la opción de Andrés Velasco antes del caso Penta, pero también hacer suya la plataforma programática del laguismo, ir en busca de ese voto huérfano del ex Presidente.


Apagadas las luces del Círculo Español la noche del sábado 29, comenzaron inmediatamente, en el seno de la propia DC, los análisis más decantados de los escenarios políticos que genera la resolución de la junta nacional, que ese día se inclinó mayoritariamente por respaldar a su timonel, Carolina Goic, para que siga en la carrera presidencial y compita hasta la primera vuelta de noviembre. Ya se fijó el primer objetivo claro: cruzar el umbral del 10% y poder llegar a los dos dígitos de respaldo ciudadano en las encuestas en los próximos tres meses, para que la candidatura sea viable, competitiva y pueda neutralizar el riesgo de verse afectada, en las propias huestes de la falange, por el “síndrome Orrego”.

Este martes 2 de mayo, a primera hora, se conocerán los resultados mensuales de la encuesta Adimark, sondeo que no alcanzó a registrar la decisión de la junta DC, aunque sí la voluntad pública que expresó Goic en las últimas semanas de ir a primera vuelta. Así, las cifras que arroje constituirán probablemente un piso desde donde parta la abanderada de la flecha roja para desplegarse e intentar crecer en los próximos meses.

El decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, explica que lo que debe hacer ahora la abanderada de la falange es “levantar una propuesta que apele y busque el voto de centro”. Y añade: “La DC desde 1997 ha perdido sistemáticamente un millón de votos, es verdad que una parte de eso sí se fue con Sebastián Piñera en su momento y con Chile Vamos. Si ella levanta una estrategia que recupere parte de ese electorado, podría efectivamente mejorar su performance en las encuestas de aquí a agosto”.

En la DC es unánime la visión sobre la necesidad que tiene Goic de lograr pasar el umbral del 10% en las encuestas en los próximos 90 días, plazo en que se alcanza la fecha legal para inscribir ante el Servicio Electoral (Servel) las candidaturas presidenciales para la primera vuelta de noviembre.

Es cierto que la timonel democratacristiana fue categórica en su discurso del sábado en la junta nacional, al afirmar que su postulación no era simbólica, que no era un saludo a la bandera ni tampoco para negociar cupos, que no se iba a bajar a mitad del camino, lo que en su mismo círculo más estrecho mantiene, tratando de evitar amarrarse con un guarismo específico sobre cuánto es el mínimo aceptable en los sondeos para pensar en seguir hasta noviembre y no tener que dar un paso al costado.

Pero también reconocen que, de encontrarse bajo el umbral de los dos dígitos, sería “inevitable tener una conversación en agosto” sobre el camino a seguir.

Para que Goic comience a crecer, explicaron en la falange, debe dar señales tanto internas como externas a los muros del partido, incorporar figuras que les hablen a ambos mundos, jugar varias cartas en paralelo, buscar ese espacio de centro que incluso pudo, en su momento, haber mirado con buenos ojos la opción de Andrés Velasco antes del caso Penta, pero también hacer suya la plataforma programática del laguismo, ir en busca de ese voto huérfano del ex Presidente.

Además, en la DC coinciden en que es clave que resuelva la dualidad de roles que tiene por su condición de timonel y, a la vez, candidata presidencial, que ponga énfasis en los temas relevantes, no que se quede atrapada en la discusión de la fórmula que acordará finalmente la Nueva Mayoría sobre su plantilla parlamentaria. Un punto que Goic tiene bastante asumido. En efecto, hace más de una semana ha tratado de separar aguas y privilegiar, efectivamente, un discurso público más de abanderada que de presidenta de su partido.

“El desafío más importante e inmediato es que se salga del debate partidario”, precisaron en el seno de la propia directiva democratacristiana. Este lunes, por ejemplo, lideró un desayuno con mujeres trabajadoras y puso el acento en la propuesta de salas cunas universales en todas las empresas, con una parte de financiamiento estatal para apoyar a las pymes y otra parte compartida por la responsabilidad entre hombres y mujeres.

Pero fue inevitable que se pronunciara sobre los efectos que puede tener en la Nueva Mayoría su candidatura: “Quiero reiterar lo que he señalado, esto es una invitación a cómo somos capaces nosotros de generar una nueva coalición de centroizquierda, que se construya sobre bases mucho más sólidas. Hemos dicho ‘no nos gusta la política de la amenaza sino que la del diálogo’, esa es la actitud, la invitación de la DC (…). Los partidos tendrán que conversar, dialogar, sentándose a la mesa, pero quiero insistir en el tema de fondo, en cómo somos capaces de ofrecer el mejor proyecto a los chilenos para ofrecer un gobierno que sea capaz de conducir procesos importantes, de generar cambios, pero hacerlo con gobernabilidad”.

En la Democracia Cristiana dicen que Goic se jugó, en la junta nacional y desde que puso sobre la mesa la idea de competir hasta primera vuelta, una carta que va más allá de la contingencia de estas parlamentarias y presidenciales, que cambió la “lógica política tradicional del consenso” de la falange, llevándola a apostar “audazmente por competir”, como estrategia para recuperar la identidad del partido.

Sin embargo, ese objetivo tiene que ir necesariamente de la mano de la campaña parlamentaria, que es clave para la DC, por lo que mostrar ahí una figura presidencial propia, que haga sinergia con el despliegue de diputados y senadores para retener sus escaños en noviembre, puede ser altamente beneficioso para el partido estos meses. Eso sí, de no lograr hacer crecer su base de apoyo ciudadano, Goic –reconocen en la colectividad – correría el riesgo de que parte de esos mismos parlamentarios busquen respaldos más competitivos con los que aparecer en las fotografías publicitarias.

[cita tipo=»destaque»]En la DC dicen que la Nueva Mayoría va a crujir, y bastante, estas semanas, que “una salida corta y rápida” para el tema parlamentario no habrá, pero que confían en que, con el correr de las semanas y los análisis menos apasionados, comiencen a primar las otras voces de la coalición, que aboguen por el entendimiento. Por ahora, están a la espera de que den fruto los mensajes reservados que se han enviado a Guillier desde la semana pasada, sobre la conveniencia política de un compromiso de apoyo mutuo en segunda vuelta, que implica un acuerdo programático y dos listas parlamentarias bajo el mismo pacto.[/cita]

Es ahí donde aparece el “síndrome Orrego”. No hay que olvidar que el actual intendente de la Región Metropolitana fue el abanderado DC el 2013, proclamado a mano alzada por la junta nacional, pero, a poco andar, el grueso de la falange lo dejó solo y corrió “cojo” con la entonces imbatible Michelle Bachelet. El tema fue parte de la discusión de la junta y la amenaza existe–reconocen en el partido –, considerando que la disidencia de la colectividad (que lideran los parlamentarios Jorge Pizarro, Aldo Cornejo y Yasna Provoste) trató el sábado de inclinar, sin resultados, la balanza a favor de competir en primarias, sabiendo que en ese escenario lo más probable es que perderían con el abanderado PS-PR, Alejandro Guillier.

Algunos puntos juegan a favor de Goic en esta ocasión y son los que la ayudarían, agregaron, a neutralizar el “síndrome Orrego”.

En la tienda consideran que la abanderada cuenta con la base del partido, que ese 62% que la respaldó en la junta es un piso que el actual Intendente nunca tuvo y que a eso se suma que hay una cierta unidad interna que no existía el 2013, que la timonel ha ejercido un liderazgo político interno importante, que “ha sido clara, ha fijado posiciones y eso ayuda mucho a ordenar” las huestes de la falange.

Pero también jugaría a su favor el pie en que queda la disidencia. La sensación de derrota de ese sector era evidente el sábado en la noche y, además, sufrieron un fuerte golpe este fin de semana cuando uno de sus líderes, Jorge Pizarro, fue públicamente fustigado por el ex jefe de campaña de Orrego, el abogado y analista Jorge Navarrete, tras calificar, el senador, de suicidio político el que la falange apoyara la idea de un candidato propio hasta primera vuelta.

«Desconociendo las decisiones que democráticamente adopta la organización a la que pertenece, no contento con marginarse y no colaborar, pareciera empeñado en sabotear los pocos liderazgos que puede exhibir la falange. Al igual como hizo con Orrego, ahora repite el libreto, contribuyendo a socavar la esperanza de todos aquellos que consideran que junto a la indispensable viabilidad electoral que requiere la acción política, también esta debe acompañarse con coherencia y sentido ético (…) hoy, ese mismo senador que reclama porque no se discutieron las cuestiones de fondo, ayer corrió cual calcetinera detrás de una candidata que competía contra su propio partido, para algunos años después, cuando el favor ciudadano ya no la acompañaba, tener la desfachatez de decir que ni siquiera había leído el programa. Por lo demás, y lo digo con la mayor tranquilidad, no creo que Pizarro sea la persona más adecuada para reprochar que se haya puesto al partido en un ‘pie imposible’ o reclamar por acciones que han ‘violentado’ la conciencia de sus militantes», sentenció Navarrete en una columna en La Tercera el domingo 30 de abril, palabras que fueron comentario obligado el fin de semana transversalmente en toda la falange y, además, compartidas plenamente.

En la mesa DC dicen que las salidas de libreto no “quedarán impunes públicamente” y que eso quedó demostrado con el traspié sufrido por Pizarro. Por lo demás, en la disidencia hay asimismo otras voces, como la del diputado Víctor Torres, altamente valorado transversalmente en la DC, pero en especial en el entorno de Goic. Se le reconoce como un liderazgo sólido y sobre todo constructivo, fue de los primeros en reconocer la derrota el sábado y en apelar a la importancia de acatar en democracia los resultados, aunque sean adversos. “Necesitamos más Torres y menos Pizarro”, sostuvo uno de los dirigentes nacional de la falange.

Semanas turbulentas

Desde la misma noche del sábado 29, en las filas de la falange asumían que se avizoran, al menos, tres semanas muy tensas en la Nueva Mayoría. “Los próximos veinte días serán de mucha tensión, pero ya a finales de mayo se debería tender a los acercamientos más concretos para la negociación parlamentaria”, apuntó un miembro de la mesa directiva.

Afirman saber que serán días complejos, pero la apuesta interna es que, con el correr de los días, se asiente el polvo, se calmen las aguas, se rompa el “stand bye” en que se hallan hoy las negociaciones y se inicie el camino hacia un entendimiento parlamentario, que pase por una plantilla de candidatos en noviembre al alero de dos listas dentro del mismo pacto.

La confianza en la viabilidad de un acuerdo de esa índole se sustenta en la falange, según explicaron dirigentes y parlamentarios, en el convencimiento que no solo ellos necesitan de la NM, sino que la coalición y Guillier no puede pensar en una segunda vuelta marginando a la falange. Pero, además, estriba en los cálculos internos que apuntan a que un rompimiento definitivo entre los partidos, expresado en obligar a la DC a tener una lista propia fuera de la coalición, significaría que la centroizquierda perdería ante la derecha la mayoría en ambas cámaras del Congreso, especialmente en la de Diputados, lo que dificultaría la opción de implementar cualquier programa de Gobierno si la candidatura de Guillier arribara a buen puerto.

En las 24 horas que sucedieron a la junta, dirigentes de la Nueva Mayoría, como el timonel PS Álvaro Elizalde, cuestionaron el –a su juicio– “error” que cometió la falange al haber roto, con su decisión, el entendimiento histórico entre la DC y el socialismo durante las últimas tres décadas. Su par del PR, Ernesto Velasco, agregó que la Nueva Mayoría, tal como se conocía hasta ahora, dejó de existir, al tiempo que Guillier difundió por redes sociales un video en el que admitió que la da pena que no haya primarias de la coalición oficialista y llamó a los ciudadanos a ayudarlo a juntar las 33 mil firmas que necesita para inscribirse como abanderado independiente.

En la DC fue transversal la opinión de que Guillier, nuevamente, desaprovechó la oportunidad de instalarse como un verdadero líder del conglomerado, que debió ser más ágil para acomodarse al nuevo escenario y dar señales inmediatas de llamar al entendimiento programático y parlamentario de toda la Nueva Mayoría, en vez de insistir en la ruta de tomar distancia de los partidos.

“A Guillier lo he visto errático en la forma de enfrentar el escenario posjunta DC, para instalarse como líder político de la Nueva Mayoría. El video del domingo en las redes sociales suena raro, pareciera que quiere seguir manteniendo su independencia y no le gusta necesariamente la cercanía con los partidos, porque pone en duda su discurso público de que no es un hombre que viene de las máquinas de los partidos, sino de los movimientos sociales”, explica Moreno.

En la DC dicen que la Nueva Mayoría va a crujir, y bastante, estas semanas, que “una salida corta y rápida” para el tema parlamentario no habrá, pero que confían en que, con el correr de las semanas y los análisis menos apasionados, comiencen a primar las otras voces de la coalición, que aboguen por el entendimiento.

Por ahora, están a la espera de que den fruto los mensajes reservados que se han enviado a Guillier desde la semana pasada, sobre la conveniencia política de un compromiso de apoyo mutuo en segunda vuelta, que implica un acuerdo programático y dos listas parlamentarias bajo el mismo pacto.

“Es viable el entendimiento en la Nueva Mayoría, porque tiene ese animus societatis, que ha sido bastante resiliente, de buscar siempre al final un entendimiento. Ese ha sido su principal atributo, aunque, eso sí, ese entendimiento será en el límite de la fecha de inscripción de candidatura (…). El estilo de Elizalde, de toda esta generación de recambio, tiene esa tendencia de imponer posiciones más que llegar a entendimiento. Eso hicieron con Ricardo Lagos, y hacen un poco más difícil avanzar en acuerdos. Por eso no es extraño que tenga que salir nuevamente la vieja guardia a salvar el acuerdo parlamentario”, sentencia Moreno.

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