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«El celibato no es una tarea fácil»: las explicaciones de Hernán Enríquez, el cura penquista acusado de violación PAÍS

«El celibato no es una tarea fácil»: las explicaciones de Hernán Enríquez, el cura penquista acusado de violación

El también docente del Instituto de Teología de la UCSC niega de plano la violación de un seminarista de sólo 14 años, ocurrida en 2002, caso que indaga el fiscal Sergio Caro. «¿Cuáles son los hechos?», dice en su defensa. Familia del afectado acusa que el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, cuando estuvo al mando de la diócesis de Concepción fue puesto en conocimiento de estos hechos, y a pesar de los antecedentes, no tomó acciones.


El sacerdote y académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Hernán Enríquez, restó validez a la denuncia que lo vincula con el abuso sexual de un menor de edad en el año 2002 e, incluso, aseguró que no tiene inconvenientes de tener un careo con el padre de la víctima, quien realizó la denuncia.

Dicha denuncia fue realizada por el padre ante la justicia en 2009, año en que la víctima le contó lo ocurrido siete años antes, cuando solo tenía 14 años. A partir de allí, la Policía de Investigaciones inició una investigación contra Enríquez, quien, en entrevista exclusiva con Bío Bío, relató su versión de los hechos.

Enriquez señaló que «yo he estado dispuesto, insisto, desde 2009, a resolver todo lo que había resolver, a investigar todo lo que hay que investigar y, por supuesto, si un padre y un hijo quieren hablar conmigo, ciertamente yo voy a conversar, no tengo inconvenientes frente a eso».

En relación con los hechos de los que se le acusan, sostuvo que «todo esto ha sido en el anonimato, no aparecen nombres ni apellidos».

«Yo inicialmente me entero porque la PDI estaba haciendo una investigación al respecto y, por lo tanto, alguien me comenta (…). A los pocos días, los padres de esta persona hablan con el arzobispo de la época, que era monseñor Ricardo Ezzati. Ezzati me cita y me dice ‘mire, padre, está esta denuncia, por lo tanto, nosotros tenemos que activar el protocolo de la Iglesia’ (…) e inicia una investigación previa frente a la situación», dijo Enríquez.

En esa línea, el religioso agregó que «la acusación misma no mostraba hechos de ningún tipo. El proceso se hizo como lo hace cualquier investigación de este tipo, y a mí me tocó hacer declaraciones», en el marco de la investigación eclesiástica.

Continuando con su relato, el religioso planteó que la PDI, en un momento determinado, «me pide que yo haga declaraciones y yo me acogí al derecho de guardar silencio (…). A mí se me dijo que estaba siendo investigado por una situación que es determinante, pero ¿cuáles son los hechos?», cuestionó.

Las indagatorias de la Policía de Investigaciones señalaron que no había responsabilidad en hechos que «tampoco eran expresados en su contenido formal», reconoció Enríquez, esto ante la negativa de la eventual víctima a declarar.

«Yo tuve siempre la mejor disposición para colaborar en esta investigación, la tuvo también la Iglesia, hicimos todo lo que se nos pidió, pero finalmente la otra parte no hizo las diligencias que tenía que hacer», afirmó.

Al ser consultado acerca de si ha sido fiel al celibato, el académico de la UCSC respondió que «esa pregunta tiene que ver con el fuero personal. Yo creo que todos los sacerdotes tratamos de ser lo más fiel posible a la educación que hemos recibido. Nosotros tenemos compromisos que cumplir y hacemos todo lo que humanamente se puede (…) el celibato no es una tarea fácil, no es una cosa que dependa exclusivamente de la voluntad del esfuerzo humano. Todos quienes hemos seguido este camino tratamos de vivir de la mejor manera posible».

Una publicación del diario El Sur de este jueves 2 de agosto confirmó que, durante las últimas semanas, el denunciante de Hernán Enríquez y la presunta víctima prestaron declaración en la Fiscalía de Concepción. «Nosotros hemos conversado con el fiscal Sergio Caro, que está a cargo de la investigación. Él se comunicó conmigo el 24 de julio y posterior a eso mi hijo también prestó declaración al fiscal», dijo el denunciante al citado medio.

En ese contexto, Enríquez aseguró que estaría dispuesto a conversar con el fiscal Caro si fuese llamado a declarar. «Nosotros siempre hemos tenido la mayor disposición a colaborar. Lo hicimos el año 2009, aceptamos todo tipo de investigaciones (…) y por supuesto que también ahora, evidentemente que sí. Creo que todos tenemos interés en que este tipo de situaciones siempre se resuelvan, y se resuelvan con claridad y con verdad».

El sacerdote también  niega haber sido testigo o estar en conocimiento de sacerdotes que hayan cometido abusos.

Encubrimiento de Ezzati

Ante estos hechos, el arzobispo Ricardo Ezzati, una vez más, estaría implicado en un caso de encubrimiento. En julio, el medio Sabes.cl reveló una carta al director en la que los padres denunciaban que su hijo de 14 años, quien era seminarista en 2002, había sido violado por el sacerdote Hernán Enríquez.

Sin embargo, hasta ahora, los padres de la víctima no sabían que Ezzati ya había sido alertado tres años antes de las conductas de Enríquez, quien no solo ejercía como formador del seminario, sino también era capellán en colegios católicos.

Y el arzobispo, a pesar de contar con estos antecedentes, no tomó acciones. De hecho, en 2012, seis años después de recibir la primera denuncia, colaboró con Enríquez para redactar la introducción de un libro escrito por el sacerdote acusado.

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