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Crédito: Agencia UNO
En el máximo tribunal se desmarcaron de la polémica frase lanzada por la candidata del Gobierno para sumarse a sus filas. “Yo no tengo un tema con esto de regular la prensa», dijo el presidente de la instancia, Haroldo Brito. La declaración de Lusic, que pone en cuestionamiento la libertad de expresión y la obligación de los funcionarios públicos de ser sometidos a escrutinio, también fue rechazada por políticos, quienes consideraron que se busca “restringir y amordazar”, como planteó el exsenador Ignacio Walker. Desde el mundo de los medios, se advirtió el peligro que encierra la amenaza de Lusic, y además rechazaron la variable de género al que apeló la controvertida ministra al intentar defenderse de los legítimos cuestionamientos a sus resoluciones y actuaciones.
Con distancia reaccionó la Corte Suprema ante el revuelo provocado por la candidata del Gobierno para ascender al máximo tribunal, Dobra Lusic, quien en su exposición ante la Comisión de Constitución del Senado pidió “regular la prensa”.
En una conferencia de prensa convocada para anunciar agenda de probidad y transparencia y medidas de política de prevención del delito de corrupción en el Poder Judicial, el presidente del máximo tribunal, Haroldo Brito, fue enfático en señalar que “yo no tengo un tema con esto de regular la prensa».
«Nosotros no hemos hablado de regular la prensa. No es un tema que haya estado dentro de nuestras preocupaciones (…) Así como ustedes aprecian y ponderan lo nuestro, nosotros también tenemos una constante preocupación con lo que hace la prensa, como se hace en todo lugar de mundo. Pero si observamos lo que hoy estamos haciendo, estoy conversando (con la prensa) porque estoy realizando también un acto de comunicación. Es un acto de consideración por su trabajo», dijo Brito ante los periodistas.
La frase de la magistrada, cuya postulación debe ser ratificada aún por la sala del Senado, concitó una honda controversia a nivel del mundo político y de analistas. Incluso desde el Gobierno se desmarcaron de sus dichos: «El Gobierno es, ha sido, y seguirá siendo partidario de la más absoluta libertad de prensa», dijo el ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien la acompañó ayer a la comparecencia ante los senadores.
En la oportunidad, la ministra respondió a los legítimos cuestionamientos que despierta su trayectoria y sus polémicas resoluciones, y dijo haber sido objeto de un “ensañamiento y una virulencia despiadada”. En ese contexto, pidió -sin ambages- “regular a la prensa” y además, atribuyó las críticas a su condición de mujer, otra explicación que causó ruido.
En tanto, el exsenador DC, Ignacio Walker, fue claro en criticar la tesis de la ministra, señalando que “suena mal esto de regular la prensa, suena un poquito como restringir, amordazar, inhibir y eso es muy complejo».
Al hacer una comparación con lo que sucede en otras latitudes, el también excanciller indicó a Radio Cooperativa que “el escrutinio público en Estados Unidos es implacable, la libertad de expresión que es la base de la democracia estadounidense a pesar de todos sus defectos es amplísima y eso es como el aire que uno respira en una democracia. Por eso es grave porque desde su propia causa y porque la libertad de expresión. Suena mal esto de regular la prensa, suena un poquito como restringir, amordazar, inhibir y eso es muy complejo”.
Para el expresidente de Revolución Democrática, Sebastián Depolo, en tanto, “entre más importante sea el cargo a que uno aspira, tiene que estar más disponible el escrutinio público de sus acciones”.
“Yo también reconozco que muchas veces la prensa resulta incómoda, pero no podemos tener un control sobre lo que la prensa hace es como un principio básico de la convivencia democrática. Yo creo que la jueza se equivoca rotundamente porque en el fondo intenta matar al mensajero y eso es el inicio de una degradación de lo público», añadió el dirigente frenteamplista al mismo medio.
En la misma línea, Luis Cordero, abogado y director de Espacio Público, llevó la discusión al plano jurídico y recordó en Twitter que la misma Corte Suprema “ha señalado (7.3.2019, rol 20856-2018) que los funcionarios públicos están más expuestos al escrutinio y la crítica del público» por el interés general de sus funciones.
Por su parte, la abogada María Inés Horvitz, consejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE), también se refirió al tema en Twitter, señalando que “es terrible ver que ninguna institución se escapa de la sospecha de la corrupción: incluso personajes dentro de ellas, que parecían impolutos, son cuestionados hoy. La buena noticia: esto ha existido siempre, pero hoy la prensa se la juega y hay mayor control de la ciudadanía”.
A nivel de comunicadores, la frase de Dobra Lusic también caló hondo. En una columna publicada en El Mostrador Francisco Martorell, director de El Periodista, recordó que dos veces en su carrera periodística fue afectado por decisiones emanadas de Dobra Lusic.
“La primera fue entre 1992 y 1996, cuando sustanció una causa en contra mía y del periodista Felipe Pozo, en la que se nos condenó a ambos por delitos contemplados en la nefasta Ley de abusos de Publicidad de la dictadura. Y no fue por injurias o calumnias, sino única y exclusivamente por dar a conocer partes de un proceso bajo sumario en la desaparecida Revista Análisis. A la jueza, entonces en el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, no le tembló la mano para firmar una sentencia que generaba un daño irreparable a la libertad de expresión en Chile, fallo que fue condenado y rechazado en todo el mundo”, dijo.
Otra periodista, como Mónica Rincón, de CNN Chile, planteó que es “tremendamente riesgoso cuando el fiscalizado quiere acallar los cuestionamientos e investigaciones», añadiendo que “los periodistas deben hacer el escrutinio representando a los ciudadanos”.
Y Consuelo Saavedra en Radio Duna puso el foco también en desbaratar la variable de género al que apeló la ministra en su defensa. «Me molesta y lo encuentro complicado que la jueza haya dicho que hay que regular a la prensa y que en su caso hubo ensañamiento porque ella es mujer. Creo que los tiempos han cambiado», dijo.
