Publicidad
El futuro de la derecha social y las primarias: las dos vidas que se juega Mario Desbordes PAÍS

El futuro de la derecha social y las primarias: las dos vidas que se juega Mario Desbordes

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
Ver Más

En el rango de un mes, Mario Desbordes habrá sorteado, para bien o para mal, dos instancias electorales de alta gama. Una, el 19 de junio, cuando se medirá en las internas de su partido, donde encabeza la lista de continuidad del proyecto que se ha denominado derecha social; la segunda, su posibilidad de seguir o no en la carrera presidencial como candidato de su mismo partido. Un resultado poco favorable en la primera –coincidieron varios–, puede traerle inmediatas consecuencias el 18 de julio, cuando se definirá quién será el abanderado del sector para anotarse en la papeleta de noviembre. En sus elecciones internas, Renovación Nacional se juega su próxima línea política, su posicionamiento y estrategia a mediano plazo.


“Renovación Nacional se juega su próxima línea política, su posicionamiento y estrategia a mediano plazo”, así definió el analista Tomás Duval la importancia de las internas de RN que definirán qué lista se hará de la dirección del partido, en un escenario donde aún se están fraguando los resultados de la megaelección que dejó al oficialismo por los suelos, por debajo incluso de los peores pronósticos que se hacían anticipadamente.

Y es que las dos listas en carrera, una encabezada por Mario Desbordes y la otra por el senador Francisco Chahuán, representarían dos miradas absolutamente antagónicas, con diagnósticos totalmente disímiles respecto de hacia dónde debiese apuntar la derecha de aquí en adelante. “Atrincherarse o abrirse hacia el centro”, así definieron los caminos los cercanos al exministro. Aquí “está en juego el proyecto de la derecha social incubado hace más de 10 años en el partido”.

Para otros, esta es la mera continuidad de la refriega interna que ha situado al denominado “desbordismo”, por un lado, y los sectores más conservadores, por el otro, apuntados también como los poderes fácticos del partido, con figuras como las del ex timonel Carlos Larrían y el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, que hasta ahora no han logrado hacerse de la tienda en un sinnúmero de gallitos internos.

Mientras que la lista de continuidad fue la que se la jugó por el Apruebo en el plebiscito del 25 de octubre del año pasado, los rostros de quienes quieren recuperar el poder interno son quienes pusieron todas sus fichas en el Rechazo, llevándose una contundente derrota , misma que hoy se puede ver reflejada en el mensaje de los cuatro candidatos presidenciales del sector, donde los guiños a ese espacio de la derecha tradicional ocupan el mínimo tiempo en la agenda particular de cada uno.

De esta manera –explicaron al interior de la tienda ubicada en avenida Antonio Varas– es que se logra entender por qué el exministro de Defensa decidió a último minuto jugar paralelamente dos candidaturas. “Se vio obligado” puntualizaron, recordando que el día de las inscripciones de listas hubo varios cambios de último minuto.

Y es que, a horas de que se cumpliera el plazo, quien corría como carta segura, el expresidente del partido, Cristián Monckeberg, decidió bajar su candidatura, lo que tensionó el ambiente, considerando que las posibilidades de quedarse al mando de RN bajaban notoriamente. Las razones de su decisión, apuntaron diversas fuentes del partido, se debieron principalmente a que su apuesta de haber logrado una lista de consenso –situación sobre la cual, desde la vereda de enfrente, le había sido advertido con anticipación que no existía “ninguna posibilidad”– se vio frustrada, sumando a esto un resultado electoral como convencional constituyente que estuvo por debajo de las expectativas. Tanto así, que terminó siendo arrastrado por su compañera de lista, Teresa Marinovic, representante del Partido Republicano, pero que compitió como independiente en la lista de RN.

Considerando el poco espacio que había para maniobrar, se puso sobre la mesa el nombre de la diputada Paulina Núñez, quien ya había sido sondeada en elecciones pasadas, pero –según comentaron– no entregaba certezas pensando en los resultados. Fue en ese momento –y tomando en cuenta que se jugaba el proyecto que sustenta la candidatura de Mario Desbordes– que su nombre, para quienes formaban parte de la toma de decisiones, era el único que podía suplir a la fuerza de arrastre interna que consideraba el exministro de la Segpres.

Cercanos a su figura señalaron no tener dos lecturas en cuanto a que, en caso de que ganara la lista encabezada por el senador Chahúan, esto no solo significaría un vuelco ideológico, sino que además “la razia de todos quienes hemos estado del lado de Mario”. Como ejemplo para sustentar sus miedos, indicaron que el solo hecho de que fuera como secretario general el diputado Diego Schalper, “acérrimo detractor de Desbordes”, significó “la bandera de guerra”.

Una decisión arriesgada –plantearon cercanos a su persona–, pues un resultado que no sea contundente a su favor podría hacer tambalear sus aspiraciones presidenciales y de representación del sector con miras a la papeleta de noviembre. Y es que la elección interna se desarrollará el 19 de junio, a un mes de distancia de la primaria presidencial del 18 de julio.

Para Duval, “se juega su candidatura presidencial a las primarias”. De esta manera se situó en dos casos posibles. Primero, el peor escenario –como describió–, que perdiera la interna. “Ahí en qué posición queda un partido que nominó un candidato que perdió una elección interna, queda mal el partido y queda también mal la figura de Mario Desbordes”. El segundo, que sea un triunfo que no les saque una decidora diferencia a sus competidores, en ese caso, “el candidato presidencial va a seguir siendo Mario, pero un sector importante puede restarse de su apoyo a la candidatura, le restaría fuerza a la candidatura a primarias”.

En este marco, desde la lista opositora han buscado instalar la idea de que la decisión del candidato presidencial habría sido un plan B, considerando sus “nulas posibilidades de ganar las primarias”, y la apuesta corre, en palabras de quienes se encuentran trabajando para cambiar la dirección que ha asumido la tienda, en que no existirían números claros para creer que Desbordes ganará nuevamente el gallito interno, como ya lo ha hecho en otras ocasiones. “Acá vota toda la militancia RN, no solo los consejeros regionales”, subrayaron.

A diferencia de otras elecciones, en esta ocasión los consejeros generales pasaron de 505 a 302, considerando la depuración del padrón y que dejó a la tienda con 39 mil militantes oficiales. Sumado a esto, ya que por la Ley de Partidos se prohíbe una segunda reelección, el 70 por ciento de los mismos consejeros estará compuesto por rostros nuevos.

Las definiciones de Mario Desbordes con miras a las primarias

Con los resultados de las encuestas en contra, el candidato de RN especificó que, ya pasadas las megaelecciones, ahora sí, se daría inicio a la candidatura presidencial, pues –en sus propias palabras– previamente estuvo trabajando para las candidaturas tanto de su partido como del PRI.

Consultado por su posicionamiento en las diferentes encuestas, y que en voz de sus seguidores al interior del partido “no son alentadoras”, Desbordes manifestó: “Pregunto qué encuesta o experto electoral vaticinó esto. Nadie. Seguir discutiendo sobre encuetas, más que el esfuerzo que está haciendo alguno por influir en la primaria… Cadem y otros buscan influir en la primaria con herramientas absolutamente intencionadas”. A eso agregó que “le puedo creer a la CEP, donde estamos empatados con Lavín y Sichel (…). A cuál encuesta le creo”, expresó.

En este sentido, el exministro hizo un diagnóstico de lo complejo que ha sido para los candidatos del sector desmarcarse del Gobierno, porque, si bien señaló reconocerle sus esfuerzos en medio de una pandemia y una crisis económica y social, la mochila con la que cargaron para las últimas elecciones habría sido evidente.

Esto lo explicó apuntando a que la gente dice “sus candidatos son de Chile Vamos, los mismos que estuvieron en el Gobierno, ¿por qué lo van a hacer diferente en estos cuatros años?”. En ese sentido, Desbordes entregó sus razones e indicó que “yo tengo una visión distinta a la actual que tiene el Presidente Piñera, en varios temas. La óptica de aproximación, la solución va a ser distinta de la que hubiese planteado este Gobierno”.

Con miras al último tranco previo a las primarias y en busca de la diferenciación de sus contendores, agregó que “no voy a transformar el discurso mío de los últimos años a la necesidad de la primaria, no me voy a transformar en algo que no soy”, sostuvo por un lado, enfatizando que “no voy a usar mi biografía personal contando intimidades más allá de lo que creo que corresponde, todos saben de dónde vengo, quién soy, pero los temas familiares, duros, complejos que uno vivió de niño, quedan en la intimidad de la familia”.

Respecto de quién representa mejor al electorado de centroderecha, dijo que “el elector de centroderecha es muy amplio, no es solamente el elector que espera a que se hable solo de libertad, de emprendimiento. El elector es amplio, que va desde un centro moderado razonable, hasta el sector que está con José Antonio Kast”.

Publicidad

Tendencias