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Fiscalía pide 5 años de cárcel para Alfonso Bulnes Concha y Enrique Searle por golpiza a empresario gastronómico Max Raide PAÍS

Fiscalía pide 5 años de cárcel para Alfonso Bulnes Concha y Enrique Searle por golpiza a empresario gastronómico Max Raide

«Dejen de molestarlas», esa fue la advertencia que el 1 de octubre de 2020 les hiciera el empresario gastronómico Max Raide a Alfonso Bulnes Concha y a Enrique Searle, quienes acosaban a dos mujeres a la salida del restaurante El Europeo, en Alonso de Córdova. Esa frase bastó para que los imputados agredieran brutalmente a Raide, provocando la ceguera parcial de uno de sus ojos, entre otras graves lesiones. Debido a que ambos imputados no tienen irreprochable conducta anterior (en el caso de Bulnes Concha –hermano de dos abogados del estudio Larraín y de un exconsejero del Servel–, justo al día siguiente de la agresión se conocía su sentencia a pena remitida por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, y en el caso de Searle, por infracción a la Ley de Drogas), la Fiscalía pidió 5 años de cárcel para el primero y 3 años para el segundo.


Cinco años de presidio menor en su grado máximo y tres años de presidio menor en su grado medio solicitó la Fiscalía Oriente para Alfonso Bulnes Concha y Enrique Searle, como autores de la golpiza contra el empresario gastronómico Maximiliano Raide, ocurrida en la noche del 1 de octubre del 2020.

Producto de la agresión, Raide perdió parte de la visión en su ojo izquierdo. Un informe del Servicio Médico Legal (SML) determinó que Raide quedó con “Lesiones graves explicables por lo acción de objetos contundentes y objetos cortantes, de pronóstico médico legal grave (…), dejando secuelas funcionales que se encuentran en recuperación”.

«Dejen de molestarlas», esa fue la advertencia que les hizo Maximiliano Raide esa noche a los imputados, quienes acosaban a un par de mujeres y que despertó la furia de estos, quienes son clientes frecuentes del sector gastronómico de Alonso de Córdova con Francisco de Aguirre, en Vitacura. Uno de los testigos, de iniciales F. P. C, declaró que esa noche “llegué al local Europeo, y reconocí a uno de ellos, Enrique Searle…, a la otra persona que describo como moreno, ojos claros, unos 30 años aproximadamente, no lo conocía, ambos estaban, bebiendo alcohol (…). A los pocos minutos en mesa de al lado se ponen de pie unas mujeres para retirarse del local que estaba cerrando, y el joven de chaleco celeste comienza a hablarle a una de ellas, le pregunta para dónde se dirigen, a lo que responden ‘a casa’, Alfonso Bulnes le toma la mano para detener su salida, las chicas se notaban incómodas con el acoso y se retiraron. Ellos se ponen de pie y salen con las copas en la mano continuando la situación en la puerta del local en calle Alonso de Córdova donde los perdí de vista”, relata el testigo, quien, al igual que los demás testigos, identificará a un hombre “de chaleco celeste” en referencia a Alfonso Bulnes Concha.

“Me tiró el pelo”

Una de declaraciones clave la dio A. D. “Al pasar por nuestra mesa estos sujetos empiezan a molestarnos reiteradamente”. Luego, cuando las mujeres salen, aburridas “por el hostigamiento y preocupadas por el toque de queda”, Bulnes y Searle –según declaró A.D.– las siguen y les gritan. Alfonso Bulnes “se acerca por detrás mío y me tira el pelo”, aseguró, declarando que “estos dos sujetos jóvenes a mi parecer estaban bajo los efectos del alcohol y las drogas, debido al nivel de acoso hacia mí y mi amiga, como el nivel de agresividad hacia el conductor del vehículo”, afirmó en el expediente judicial.

Tal como describen las testigos, quien aparece en su vehículo es el empresario y ex Publisher de El Mostrador, Max Raide. Se detiene y les pide a los exaltados jóvenes que dejen tranquilas a las mujeres y dejen de tomar en la calle. Pero esta advertencia encendió la ira de los dos acusados.

“Fue en ese momento cuando sin mediar provocación alguna uno de ellos [Bulnes de chaleco celeste] abre la puerta del conductor, le revienta una copa en la cara y comienza a agredirlo. Mientras el segundo individuo [Searle] abre la puerta del copiloto y comienza a agredirlo con golpes de puño”, asegura una decena de testigos que presenciaron el ataque.

Una de las mujeres que anteriormente habían sido acosadas por ellos, se devuelve al auto para intentar sacar de encima a Bulnes, que tenía la mitad del cuerpo dentro del auto de Raide y lo golpeaba con fuerza, pero no puede. Por eso interviene el cuidador de autos que habitualmente está en el estacionamiento del Europeo, L. V., quien sí logra que saque el cuerpo del auto y deje de golpear a Raide.

También corren hasta el auto B. S. y R. H, dos empleados del restaurante que estaban esperando micro. Ellos y los demás testigos ven cómo Bulnes y Searle se alejan del auto, dejando a Max Raide inconsciente y saltan, unos metros más allá, el muro de la casa ubicada en Pedro Villagra 2474, propiedad de Gustavo Cobarrubias, quien se desempeñaba como administrador del campo de la familia Bulnes Concha, quien los esconde en su interior. “Sale el propietario de la casa y nos dice que nos vayamos”, declaró otro de los testigos.

Este detalle, de escapar saltando una muralla, es clave para entender cómo siguió este proceso. Raide, de acuerdo a lo que declara como testigo el actual diputado y bombero Cristian Araya, se encontraba en un estado físico lamentable, y junto con auxiliarlo lo lleva a la urgencia de la Clínica Alemana, donde el oftalmólogo de turno le diagnostica “trauma ocular grave con fractura del piso de la órbita izquierda y uveítis traumática izquierda”.

Papeles Manchados

Ni Alfonso Bulnes ni Enrique Searle tienen los papeles limpios. Al día siguiente de la agresión, el 2 de octubre, se conoció la condena a tres años de libertad vigilada contra Bulnes por conducir en estado de ebriedad, pasando una luz roja y matando, en 2017, a Domingo Vicuña Subercaseaux, de entonces 25 años, e hijo de la gerenta del estudio de abogados donde trabaja otro de los hermanos Bulnes Concha.

La Fiscalía estima, en su acusación, que para Alfonso Bulnes es aplicable el artículo 12, n°14, del Código Penal, que considera una agravante cometer un delito “mientras se cumple una condena”, o después de “haberla quebrantado”, en este caso por la muerte de Domingo Vicuña

En el caso de Enrique Searle, tampoco tiene “irreprochable conducta anterior”, ya que consta en sus antecedentes una condena de 2019 por consumo de drogas “en público y concertado para ello”, en San Felipe, proceso que terminó con el pago de una multa.

Alfonso Bulnes Concha estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Adolfo Ibáñez, siguiendo un camino distinto al de sus hermanos abogados. Joaquín y Arturo –exsubsecretario de Bienes Nacionales– pertenecen al estudio Larraín. Mientras que José Miguel Bulnes Concha, abogado y lobbista, fue un cuestionado integrante del Consejo Directivo del Servel.

Aunque los abogados de Max Raide, encabezados por Juan Domingo Acosta y el exfiscal Alberto Aguilera, lograron que Bulnes cumpliera prisión preventiva en la cárcel de Alta Seguridad en los primeros meses del caso judicial, ello no impidió que la familia de los acusados haya cometido presiones indebidas para evitar que el menor de los Bulnes Concha vaya nuevamente a la cárcel. El abogado Matías Lastra, del estudio Vial y Cía., donde trabaja José Miguel Bulnes, pidió por Ley de Transparencia los procedimientos para entregar las patentes comerciales de los restaurantes que la familia Raide tiene en Vitacura –los que resultaron estar todos en regla–, a modo de amedrentamiento.

 

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