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Malos días para la Iglesia… hasta en la ópera

Malos días para la Iglesia… hasta en la ópera

Por estos días, está en funciones la ópera chilena El Cristo de Elqui, del compositor Miguel Farías, basada en las novelas El arte de la resurrección y La Reina Isabel cantaba rancheras, del escritor Hernán Rivera Letelier, cuyo libreto estuvo a cargo del sociólogo Alberto Mayol. Entre los personajes hay dos obispos, un sacerdote y un cardenal, quienes obviamente rechazan la figura de este Cristo de Elqui.


El Teatro Municipal es impactante, su belleza arquitectónica, su imponente lámpara de cristales, sus balcones tallados, su historia. Estar ahí es un placer para los sentidos y un recinto privilegiado para la expresión artística.

Por estos días, está en funciones la ópera chilena El Cristo de Elqui, del compositor Miguel Farías, basada en las novelas El arte de la resurrección y La Reina Isabel cantaba rancheras, del escritor Hernán Rivera Letelier, cuyo libreto estuvo a cargo del sociólogo Alberto Mayol.

Entre los personajes hay dos obispos, un sacerdote y un cardenal, quienes obviamente rechazan la figura de este Cristo de Elqui.

Concluida la función, vienen los aplausos a todo el elenco y los músicos, ovacionados por su desempeño. Pero eso no sucedió con los representantes de la Iglesia católica, ya que cuando los artistas que los representaron salieron –por separado– a saludar, contrario a la solemnidad que genera el imponente teatro, recibieron una pifia generalizada de parte del público.

Estuvo claro desde el primer momento que el abucheo no era por sus interpretaciones, sino por lo que representaban en el escenario: a sacerdotes, obispos y cardenales de la Iglesia católica que condenaban al Cristo de Elqui y trataban mal a las prostitutas que lo apoyaban.

Las pifeadera se mezclaba con risas, incluso de los artistas, quienes comprendieron que el gesto de repudio colectivo era para la institución eclesiástica por los casos de abusos sexuales y encubrimiento que han salido al descubierto el último tiempo.

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