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Aunque como economista trabajó durante más de 10 años para el dueño de un conglomerado que incluye concesiones aeroportuarias, empresas agrícolas y medios de comunicación, en el último tiempo el empresario se ha alejado de “Peluca” por sus críticas al papa Francisco y su idea de dolarizar.
Eduardo Eurnekian (Buenos Aires, 1932) es uno de los hombres más ricos de Argentina. De origen armenio, es famoso por ser el dueño de la concesión de 32 aeropuertos argentinos, incluidos los dos de la capital Buenos Aires, a través de su firma Aeropuertos Argentina 2000, pero además posee inversiones en medios de comunicación y los sectores de agricultura y alimentos.
Sin embargo, también tiene una conexión directa con Javier Milei, el candidato de ultraderecha que aspira a ganar la presidencia en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo frente al candidato oficialista, el abogado y actual ministro de Economía Sergio Massa.
En su calidad de economista, Milei trabajó varios años para Eurnekian como analista financiero de Corporación América, el grupo empresarial del armenio, al cual entró en 2008 y abandonó en 2021, año en que fue electo diputado.
Según el diario trasandino La Nación, “el empresario solía llamarlo para escuchar su visión sobre medidas oficiales o posibles negocios (…). ‘Le divertía escucharlo, pero también le ponía límites’”.
El sitio El Destape, por su parte, cuenta que “según fuentes que lo conocieron en esos años, Milei no tenía un jefe directo, sino que sus servicios como analista de riesgo eran solicitados por distintas empresas del holding de Eurnekian”.
El pasado miércoles, Eurnekian bromeó sobre su exempleado a la entrada de un hotel donde iba a disertar el economista: “Tengo 3700 ñatos que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?”, aseguró entre risas al ser consultado por la prensa.
Luego, en declaraciones a la agencia local Télam, el empresario aclaró el sentido de sus palabras: “Alguno puede salir fallado, en el sentido de una excepción a la regla y que busque la presidencia” y señaló que dijo la palabra “fallado” pero “sin connotación negativa”. Poco después, los periodistas consultaron a Milei sobre las palabras del empresario y contestó que fue “un chiste divertido”.
Sin embargo, su carrera política, primero como legislador y ahora candidato presidencial, lo hicieron alejarse de su “padrino”.
Y tal como le ocurrió al doctor Frankenstein, protagonista de la famosa novela homónima de la inglesa Mary Shelley, aparentemente también aquí su invento “se le fue de las manos”, según comentan en el diario argentino La Nación.
De hecho, las críticas del ultraderechista al papa Francisco y su propuesta de dolarizar la economía argentina fueron rechazadas públicamente por Eurnekian en septiembre pasado.
“Al papa le tengo respeto y somos muchos los que le tenemos respeto y muchos en el mundo, entonces no tiene que arrogarse él el derecho de opinar del papa, que se calle la boca”, reclamó Eurnekian en una reunión empresarial.
En la misma ocasión, además, advirtió sobre la posibilidad de que Milei acceda a la Casa Rosada: “Si no se modera, no estamos para aguantar otro dictador”.
Previamente, el empresario cobijó a Milei laboralmente, pero no solo eso. Luego que le llamara la atención su personalidad extravagante, decidió darle un espacio en sus medios.
Según el libro El loco, del periodista Juan Luis González, fue el millonario quien lo instaló como panelista en su canal América, en el marco de un enfrentamiento con el gobierno del presidente Mauricio Macri (2015-2019).
Se trata de una faceta que Milei fue desarrollando junto a programas de radio, columnas en los principales diarios trasandinos y hasta una obra de teatro, que culminaron con un libro –Pandenomics (Editorial Galerna, 2020)–, aunque el propio González recoge en El loco las denuncias de plagio en contra del ultraderechista por esta obra.
Lo cierto eso que, a partir de su aparición en el canal América, Milei empezó a ser llamado de otros canales para plantear sus ideas, lo cual se sumó a su popularidad en las redes sociales: solo en Instagram tiene 3,5 millones de seguidores (Cristina Fernández de Kirchner, por ejemplo, tiene 1,4 millones).
El trabajo en la Corporación América además le proveyó a Milei de algo clave en su carrera política: contactos en el mundo empresarial. Esto es central, porque carece de un partido sólido que lo respalde, con la consiguiente falta de cuadros.
De hecho, dos posibles funcionarios de su hipotético gobierno también trabajaron anteriormente para Eurnekian: el abogado Guillermo Francos, su posible ministro del Interior, y Nicolás Posse, candidato a ser su jefe de gabinete.
Francos fue director de Aeropuertos Argentina 2000 y posee una experiencia previa como diputado nacional, además de haber sido cercano a personajes como el excandidato presidencial peronista Daniel Scioli, que perdió la elección con Macri en 2015, y el exministro de Economía Domingo Cavallo. Hasta hace poco era el representante de Argentina en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nombrado por el gobierno del presidente Alberto Fernández.
Posse, en tanto, fue gerente general de la Unidad de Negocios Sur de Corporación América y director de Proyectos en Aeropuertos Argentina 2000.
