En las redes sociales los usuarios a menudo hacen videos en los que parten un pan esponjoso para mostrar su ligereza o elasticidad. Videos con la técnica de audio ASMR, que muestran el “crunch” perfecto y detallado de una galleta, también logran activar todo el placer de nuestros sentidos.
Es difícil pensar en los alimentos que nos gustan y en los que no nos agradan sin considerar su textura, esta es parte del lenguaje que usamos para describir lo que comemos: crujiente, sabe, seco, duro, pegajoso y muchos adjetivos más.
¿Qué tanto nos interesa probar alimentos con texturas diferentes? Según la investigación Taste Tomorrow de Puratos, realizada en 44 países, el 67% de los encuestados señaló que estaba interesado en probar productos innovadores con una sensación en la boca esponjosa o cremosa o una mordida masticable o crujiente.
Al parecer es un tema que va al alza. Un estudio realizado por Innova Market Insights vio las primeras novedades de texturas extendiéndose por toda la industria alimentaria en 2020. La investigación señala que las combinaciones de texturas crecerá en los próximos años, especialmente en el campo de los snacks, donde veremos más productos crujientes y cremosos.
A pesar de ser Europa el líder en lanzamientos de productos cargados de descripciones de texturas, tales como bebidas carbonatadas, productos lácteos cremosos o frutas jugosas, son los asiáticos los que tienen más interés por probar productos con nuevas texturas.
En el este y sudeste de Asia, la textura suele ser tan importante como el sabor. Incluso se usa como una forma de hacer que la comida sepa mejor; texturas masticables, por ejemplo, se utilizan a menudo para este propósito.
Kou gan (sensación en la boca) es muy apreciado en China. Y Taiwán tiene un término específico, ‘Q’, para alimentos con una textura masticable similar al almidón, tan importante para la cocina taiwanesa como lo es umami en Japón y al dente en Italia. El término se puede encontrar en letreros de tiendas, anuncios y envases de alimentos.
Sin duda las redes sociales han sido un gran impulsor de la tendencia de las texturas. Los usuarios a menudo hacen videos en los que parten un pan esponjoso para mostrar su ligereza o elasticidad. Videos con la técnica de audio ASMR, que muestran el “crunch” perfecto y detallado de una galleta, también logran activar todo el placer de nuestros sentidos.
La audiencia más importante para los productos con texturas innovadoras son los consumidores más jóvenes. Innova Market Insights identifica a los millennials de 26 a 35 años como la generación más propensa a jugar con las texturas. Fueron ellos los que estuvieron más de acuerdo con afirmaciones como «me encantan las texturas combinadas» y «texturas como esponjosas, crujientes o suaves hacen que la comida y la bebida sean más placenteras».
A esto se suma que el 68% de los millennials también tomaron decisiones de compra impactadas por la textura, en comparación con un promedio del 60% para la población en general.
“Este es un tema más importante del que parece ya que las texturas muchas veces hacen que un producto sea percibido como más apetitoso que otro y puede mejorar considerablemente la experiencia que tiene el consumidor”, destaca María José Rubiño, product manager & innovations patisserie de Puratos.
Ya sabes, el sabor no es lo único que importa, la textura de los alimentos está tomando un papel crucial y la industria alimentaria lo está considerando.