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Del freezer a la mesa: cómo ahorrar tiempo sin sacrificar el sabor Gastronomía

Del freezer a la mesa: cómo ahorrar tiempo sin sacrificar el sabor

Según un informe realizado por Grand View Research, al año 2027 se espera que el tamaño del mercado mundial de alimentos congelados alcance US $380.500 millones, con una tasa compuesta anual del 3,4%. En el último tiempo, ha surgido una novedosa tendencia en el ámbito culinario: platos de alta calidad sellados al vacío y congelados. 


Con la llegada del invierno, no hay nada más reconfortante que un plato de sopa caliente o un caldo o guiso delicioso. Pero, ¿qué pasa cuando sobra comida o cuando se prepara una gran cantidad para tener reservas? En general existe desconocimiento en torno a cómo refrigerar o congelar comidas preparadas, ya que cada alimento tiene sus propios requerimientos en cuanto a la temperatura o mantención.

Saber cómo congelar o mantener refrigerado correctamente sopas y caldos puede ayudar a muchas personas a disfrutar de una comida casera en cualquier momento, sin la necesidad de pasar horas cocinando.

Comidas preparadas

La tendencia de los alimentos congelados y sellados al vacío permite preparar almuerzos por lotes y congelarlos para obtener un menú variado en solo minutos.

Este método permite anticiparse a las necesidades gastronómicas, programar la alimentación de manera saludable y ahorrar tiempo cada día en las rutinas diarias. Al tener todo preparado de antemano, solo necesitará calentar y disfrutar de comidas deliciosas y nutritivas en cuestión de minutos.

En el mercado de los productos congelados, han surgido diversos emprendimientos que ofrecen esta solución que promete ahorrar tiempo a sus consumidores. Así nace Donde Fuego Hubo que ofrece cortes de carne premium cuidadosamente seleccionados y cocinados a la perfección, invitando a compartir una experiencia gastronómica única en su tipo, donde la buena mesa y el ahumado se unen en sabores inigualables.

Este emprendimiento entrega productos bajo la técnica “Low&Slow”.  Su proceso de cocción y ahumado son a temperatura constante y muy baja 110° durante 12 a 18 horas. En ella los jugos no se pierden y resulta una carne suave y sabrosa, que se puede cortar con el tenedor.

Todos los productos son congelados y sellados al vacío, por lo que solo necesitan sumergirse en agua hirviendo por 10 a 15 minutos, lo sacas del agua abres la bolsa y están listos para disfrutarlos.

Sopas y caldos

Desde LG Electronics recomiendan los siguientes consejos al momento de almacenar y congelar caldos

Utilizar recipientes herméticos y aptos para refrigerar o congelar, como bolsas porcionadoras o recipientes de plástico o vidrio con tapas que sellen bien. Es importante dejar suficiente espacio en los recipientes para permitir la expansión del líquido al congelarse.

Usar porciones individuales, ya que se podrá consumir sólo la cantidad necesaria en cada ocasión, evitando desperdicios.

Guardar las sopas y caldos en el congelador a una temperatura constante de 0 °F (-18 °C) o más fría. Si la temperatura del congelador no es lo suficientemente baja, los alimentos pueden perder calidad y desarrollar cristales de hielo.

Las sopas y caldos bien congelados pueden durar de 2 a 3 meses en el congelador. Después de este tiempo, todavía son seguros para consumir, pero es posible que la calidad y el sabor se vean afectados.

Para descongelar, colocar la sopa o caldo en el refrigerador durante la noche, para comenzar el proceso sin perder la cadena de frío.  También se puede utilizar el modo de descongelación del microondas si es seguro para recipientes de vidrio o plástico. Una vez descongelado, calentar la sopa en la cocina o en el microondas hasta que alcance la temperatura deseada.

Carnes

La refrigeración de la carne es el primer paso para conservarla por un largo tiempo en el congelador y evitar que se queme con el frío. La temperatura idónea para que la carne no pierda sus propiedades y textura debe estar entre los -18°C a los -26°C.

“El envasado también es muy importante al momento de refrigerar la carne, esto evitará que el resto de los alimentos se contaminen al interior del freezer”, comenta Álvaro Martínez, gerente comercial de Doña Carne.

A la hora de congelar la carne, hay que tener en cuenta el corte y la grasa que contiene. La carne de vacuno se puede mantener congelada por entre 8 y 12 meses, caso contrario de las carnes que poseen más grasa, que duran tan solo 2 meses.

El cordero y el cerdo pueden conservarse desde 4 a 12 meses en el freezer, y las carnes blancas, como el pollo y el pavo, pueden perdurar en buen estado hasta 1 año.

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