Publicidad
Mujeres pioneras en la industria del pisco chileno: empoderamiento, tradición e innovación Gastronomía

Mujeres pioneras en la industria del pisco chileno: empoderamiento, tradición e innovación

Daniela Adonis
Por : Daniela Adonis Estudiante de Periodismo, Universidad Santo Tomás
Ver Más

A través de generaciones, mujeres como Carolina, Bárbara y Romanet han destilado su legado en la industria del pisco, desafiando roles y liderando con dedicación. Estas pioneras no solo crean exquisitos piscos, sino también una narrativa de empoderamiento femenino en cada gota.


Los valles soleados de nuestro país arrastran tradición y cultura en el mundo de la destilería y el pisco, el cual acarrea desafíos con el paso del tiempo. Tres mujeres que han sido parte de la industria por años han emergido como pioneras en la destilería chilena.

Carolina Marín de Cooperativa Capel, Bárbara Niño de Zepeda de Cogotí Pisco y Romanet Bou de Bou Barroeta, no solo destilan el elixir dorado que es tradición en nuestro país, sino que también poseen historias de empoderamiento, resiliencia y liderazgo en un mundo donde la tradición y la innovación convergen. En este recorrido por medio de las letras que nos permiten viajar entre las viñas y alambiques, conoceremos la narrativa única de estas mujeres que desafían las expectativas y dejan su huella en el rubro.

La industria pisquera de nuestro país, rica en tradiciones centenarias y aromas embriagadores, se ha considerado durante muchísimo tiempo un territorio masculino, marcado por el liderazgo de los hombres y el trabajo en terreno de los mismos. Sin embargo, en un vistazo más cercano, conoceremos la historia de tres mujeres que con entereza han desafiado las expectativas y lideran en este fascinante mundo de destilación y creación de pisco.

Carolina Marín: empoderamiento con historia

El empoderamiento femenino viene desde años atrás, comenzando por su tía abuela, quien ocupó desde entonces un rol prominente. Cuenta que ella es la “tercera generación de productores de pisco”, dejando en evidencia que desde muy pequeña tuvo claro que esto era lo que quería hacer en algún momento, pero “también fui motivada por una familia que es súper igualitaria en muchos sentidos, que es muy desarrolladora, muy generosa, en no establecer límites, que es como tiene que ser”.

Carolina, quien es parte del directorio de Capel y consejera de la misma pisquera, enfatiza que “la figura femenina es vital en todo rubro, en todo ámbito. Entonces, en el mundo pisquero, si bien ha permanecido más oculta, hoy en día estamos aflorando más y nos hacemos ver más. Creo que aportamos también con una mirada distinta”.

Marín cuenta que actualmente, el 25% de las socias son mujeres, y dos de los nueve consejeros son representantes femeninas, manifiesta que, aunque cumplen con los requisitos mínimos de intervención de las mujeres en el rubro, es vital la necesidad de fomentar la participación de las nuevas generaciones.

En cuanto a los desafíos actuales, Carolina comenta que, en cuanto a la producción agrícola, “ahí se ve una gran diferencia que, en muchos sentidos, no es buena para las mujeres; porque como estamos en una sociedad que inevitablemente es machista, cuesta o ha costado en el fondo ser escuchadas o tratadas con la misma validez con la que se escucha a un hombre en un terreno, en el terreno agrícola. Yo creo que todas las mujeres que somos productoras agrícolas en algún momento lo hemos vivido”.

La representante comenta que, en cuanto a la estructura de la industria pisquera, “yo soy la primera mujer que representa un papel en la asociación gremial y es un tema que no es menor, en una Cooperativa que tiene 85 años de historia, pero también habla positivamente de la participación de la mujer hoy”. De igual manera, es enfática en recalcar que “por un lado, tienes como la base productiva que sigue siendo súper machista y por otro lado ves el avance, que tampoco ha sido tan rápido. ¿Faltan mujeres en la parte directiva? Sí, faltan mujeres, en eso estamos de acuerdo, pero vamos avanzando para que cada vez sean más las que puedan participar”.

Carolina Marín comparte su visión para el futuro, destacando la importancia de preservar las tradiciones mientras se abrazan nuevas oportunidades. La innovación y la sostenibilidad se convierten en pilares fundamentales para el legado de Cooperativa Capel, manteniendo la esperanza en que “la participación de las mujeres en el mundo productivo pisquero, y especialmente en esta cooperativa, sea cada vez más activa. Que existan cada vez más mujeres interesadas y también capaces de tomar decisiones y, para eso, bueno, tenemos que seguir trabajando para que se abran nuevos caminos y cada vez sea menos difícil acceder a esto”.

En ese sentido, enfatiza en que “sería muy bueno ver más mujeres en la competencia, podríamos decir, o participando más, pero ahí no me aventuro a hacer algún pronóstico o algo por el estilo porque la agricultura en sí misma es muy difícil, es muy solitaria también. No podría decir, oye, así va a pasar esto. Espero, tengo la fe en que sí, que sea cada vez más participativa”.

“Yo creo que las mujeres aportamos con una visión más general, una visión más holística y que también tiene mucho que ver con el sentimiento, pero bien entendido”.

Bárbara Niño de Zepeda: “En mi familia las mujeres han tenido más relevancia que lo normal”

El proceso productivo viene desde su madre, mujer que según relata Bárbara Niño de Zepeda, manager general y maestra destiladora de Cogotí Pisco, logró ese empoderamiento gracias a sus abuelas; comenta que “ella es abogada y heredó este terreno de su padre y se vino para acá a hacer patria y hace 40 años puso parras, después se unió a la Cooperativa Capel y les vendía su uva”.

En el año 2012, producto de los bajos precios y la inestabilidad del periodo, la madre de Bárbara se retiró de Capel y comenzó a vender la uva al mejor postor. En el año 2016 CORFO fue un ancla al nuevo proyecto, permitiéndoles hacer su propia destilería, desde ese entonces, Niño de Zepeda se hizo cargo, convirtiéndose en la Manager General de Cogotí Pisco.

A pesar de ser una destilería más pequeña, Cogotí Pisco se destaca por su enfoque artesanal y su compromiso con prácticas sostenibles, buscando de alguna manera no afectar al medio ambiente y ser amigable con el entorno. La Maestra Destiladora de Cogotí destaca la recepción positiva del público, subrayando la conexión entre la calidad del pisco y la dedicación que impregna cada proceso.

Comenta que “estos piscos son hechos a pequeña escala, con toda esta dedicación, tienen otras características. Somos productoras completas, nosotras tenemos nuestra uva, hacemos el pisco, después destilamos eso y lo embotellamos nosotros mismos. Entonces estamos en toda la cadena productiva”.

Bárbara es honesta al relatar que no ha sido fácil. Han pasado por diversos desafíos que la contingencia les ha puesto por delante, desde la competencia hasta el impacto por la sequía y la pandemia, sin embargo, la determinación hace acto de presencia con el interés de mantener viva la destilería que por años ha marcado su trayectoria familiar. “Mi hija mayor ya cumplió 18 años, va a entrar a la universidad, no a estudiar agronomía, pero igual espero que ella y después las dos hijas pequeñas sean mis sucesoras y sigan con esto, con este legado, porque yo soy una mujer completamente rural, yo vivo aquí mismo en el predio donde está la uva y donde hacemos el pisco”, señala.

“Mi temor es que mi hija se vaya, estudie y no vuelva. Se quede en la ciudad. Y después no quiera venir a seguir con el legado de su mamá y de su abuela”.

Romanet Bou: historia e inspiración del pisco de Bou Barroeta

Romanet Bou tiene una perspectiva única sobre cómo ha evolucionado el papel de la mujer en la industria del pisco. Cuenta que desde sus comienzos hasta la actualidad, el cambio ha sido significativo, donde las mujeres se han posicionado en diversos campos laborales, incluyendo, por supuesto, la industria pisquera.

Comenta que “cuando yo ya emprendí, tuve que asumir, digamos, el rol de hacerme cargo de la empresa junto con mi madre y mi hermana, que son mujeres también. Fue un proceso sin mayor complicación porque ya los medios estaban abiertos para recibir a las mujeres en cualquier campo laboral. Así que, fue un desarrollo en que ya la mujer se vio posicionada porque estudiaba y ya salía a trabajar”.

Bou comparte la importancia de la innovación constante y la adaptación a las nuevas tecnologías en la producción de pisco. Ella cuenta que “uno ha tenido que ir actualizándose con los tiempos. En un principio eran pocas las empresas pisqueras, no había mucha competencia”, añadiendo que “no solo pisqueras, sino otros licores, era más fácil; hoy en día hay que estar actualizado con los piscos, en el sentido que tienes que actualizarte, mejorar tus procesos productivos siempre, llevando la tecnología. Aparte, todo lo que es administración… Ya tienes que aplicar la metodología más actualizada, más con los tiempos, porque sino, te pilla el medio”.

Romanet manifiesta orgullosa lo importante que es mantenerse a la vanguardia, considerando el factor productivo hasta la comercialización en redes sociales, sin olvidar que aún su fuerte sigue siendo la venta presencial, pero, no dejando fuera lo actual y que lleva a las ventas a nuevos horizontes. Arguye que “uno era siempre más de lo tradicional, que era la venta directa, que sigue siendo el fuerte, pero, hoy en día hay que estar en las redes sociales, hay que tener página web, hay que estar presente en esos medios porque sino, tu producto no se da a conocer”.

La inspiración para “Bou Barroeta Romanet” cuenta que las mujeres en la industria pisquera poseen un atractivo en cuanto a la incidencia que tienen. Señala que “la mujer puede estar en cualquier proceso, desde la cosecha hasta lo que más interesa, que somos capaces de destilar. Eso es como muy atractivo, que haya una mujer atrás de la producción o que haya una mujer atrás de una empresa y ponga su presencia”, según ella misma, aquello lo “hace como más exótico, atrae más, pero, desde el punto de vista de qué podemos hacer, mayormente no hay cambio en la elaboración de un pisco, si puede ser en tu presentación del producto, a lo mejor le pones una dedicación diferente, a lo mejor un detalle más. La mujer siempre es un poco más delicada, más prolija en ese sentido”.

En esta línea, indica que “no es que se haya visto que la mujer haya hecho mayor innovación, sino que ha marcado más presencia, hay más mujeres detrás del rubro”.

En la pisquera Bou Barroeta existe un punto de diferencia con otras tantas y es que, Francisco Bou Barroeta, el creador de esta destilería pisquera, siempre se enfocó en las mujeres que le rodeaban. Romanet sostiene que “mi padre dedicaba los piscos a las mujeres principalmente. Luxstelle es mi hermana mayor, que es el pisco de 50 grados, después Noor, que es hija de mi hermana, su primera nieta. Romanet, que soy yo, su hija menor, María, porque él era muy devoto de la Virgen María y todos llevan un poema dedicado a esa persona. A mis nietas, porque va dedicado a todo el resto de las nietas, porque al final no iba a haber piscos para hacer siete variedades diferentes, porque son siete las nietas”.

El sol revienta en los cerros,
las aguas del río cantan
y los amores florecen a la sombra de las parras.
En el valle de la montaña
se alegran los corazones
¡muchacha!; moja tus trenzas
que el río tiene secretos amores.
En la viña el rosario
la vendimia comienza,
¡qué rica es la uva del huasco!,
¡qué muchachas tan sabrosas!

(Poema del Pisco Bou Barroeta Romanet)

Finalmente, Romanet señala que “cuando tú te tomas un Romanet, un Luxstelle, sabes que está dedicado a una mujer trabajadora, empresaria, que ha incursionado en este rubro y que gracias a Dios la gente lo aprecia bastante”.

“El toro para nosotros es porque Bou significa toro en mallorquín y ahí el por qué mi padre siempre puso los toros. Aparte, en nuestro escudo familiar de Bou está el toro presente, indicando la bravura, la valentía, la fuerza.”

A través de las viñas y barricas, estas mujeres no solo destilan pisco, sino que también destilan una poderosa narrativa de cambio y perseverancia. En un mundo donde la tradición choca con la modernidad, Carolina, Bárbara y Romanet han demostrado que las mujeres no solo pueden ser protagonistas en la industria del pisco, sino que también pueden liderar, innovar y dejar su marca distintiva. Sus historias, entrelazadas con el aroma embriagador de los piscos, nos recuerdan que el liderazgo femenino es tan esencial y complejo como la cuidadosa elaboración de esta emblemática bebida chilena. En cada sorbo de pisco, encontramos el eco de generaciones pasadas y la promesa de un futuro donde las mujeres sigan desafiando barreras, conquistando paladares y destilando su propio camino hacia el éxito.

Publicidad

Tendencias