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Una mujer que conspiró para matar a su madre abusiva en un caso que afectó a Estados Unidos fue liberada anticipadamente de prisión.
Gypsy Rose Blanchard, de 32 años, se declaró culpable del asesinato en segundo grado de Dee Dee Blanchard en Missouri en 2015. Ella conspiró con su novio, Nicholas Godejohn, para matar a su madre después de años de abuso.
Mató a puñaladas a Dee Dee Blanchard con un cuchillo que le dio su hija y la pareja huyó de la escena.
Luego fueron arrestados a cientos de kilómetros de distancia, en Wisconsin, donde vivía Godejohn, quien está cumpliendo cadena perpetua sin libertad condicional.
El caso despertó un intenso interés en los medios y generó una serie de series documentales y programas de televisión.
Gypsy Rose Blanchard salió del Centro Correccional de Chillicothe en Missouri a las 03:30 hora local (09:30 GMT) del jueves después de haber cumplido siete años de una sentencia de 10 años.
Mientras estuvo en prisión, concedió varias entrevistas en las que detallaba el comportamiento abusivo de su madre y en enero se publicarán unas memorias que escribió mientras estaba tras las rejas.
En una entrevista reciente con la revista People, dijo: “Nadie me oirá jamás decir que me alegro de que esté muerta o que estoy orgullosa de lo que hice. Lo lamento todos los días”.
Dee Dee Blanchard abusó de su hija durante años convenciéndola de que estaba discapacitada y necesitaba asistencia médica.
Le dijo a la gente que Blanchard tenía múltiples afecciones, entre ellas epilepsia, problemas de visión y distrofia muscular.
Recibió apoyo de organizaciones benéficas y buscó tratamiento de docenas de médicos, a menudo presentando a su hija como más joven de lo que realmente era y sometiéndola a tratamientos médicos innecesarios.
Blanchard usó una silla de ruedas, una sonda de alimentación y un tanque de oxígeno a pesar de que podía caminar y no tenía problemas de salud.
Más tarde dijo que su madre la mantuvo débil y aislada. Blanchard pronto se interesó más en el mundo exterior, creó un perfil de citas y conoció a Godejohn.
“Quería liberarme de su control sobre mí”, dijo durante el juicio de Godejohn. “Lo convencí.”
Llegó a un acuerdo con los fiscales por los abusos que había sufrido, lo que le supuso una condena de 10 años a cambio de declararse culpable.
“Las cosas no siempre son como parecen”, dijo el sheriff Jim Arnott en 2015 mientras describía el caso. “Este es un evento trágico rodeado de misterio y engaño público”.
