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La cocina oligárquica de la política chilena


La política es una cocina donde no pueden estar todos. A través de estas palabras del senador Andrés Zaldivar se puede entender el proceso de negociación de la Reforma Tributaria, cuyo proyecto original pasó sin sobresaltos la Cámara de Diputados, pero que terminó siendo «cocinado» y reformulado en el Senado y en las casas de unos pocos. El mensaje también habla de cómo se seguirán «preparando» las políticas públicas en Chile, con la Reforma Educacional a la espera del cuchillo de unos cuantos chefs de la elite.

 

El ministro de Hacienda Alberto Arenas, que acabó comiendo galletitas en la casa de Juan Andrés Fontaine mientras afinaban el protocolo de Reforma, es una clara imagen de cómo quedó minimizada su figura ante presiones partidistas y empresariales. La Cámara Baja, de igual manera, aparece como la gran perdedora del proyecto, al quedar reducida a un mero buzón del gobierno.

 

Además en este capítulo: el caso cascadas, quizás el mayor escándalo financiero de nuestro país, ad portas de quedar sin condenas.

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