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Utilicemos las aguas tratadas para regadío de espacios públicos Opinión

Utilicemos las aguas tratadas para regadío de espacios públicos

Andrés Letelier
Por : Andrés Letelier Director ejecutivo CREO Antofagasta
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Hoy nadie discute el valor del agua y existe una creciente conciencia de la necesidad de cuidar y optimizar su uso como una responsabilidad ineludible con el planeta. En nuestra región de Antofagasta, emplazada en el desierto más árido del mundo, conocemos muy bien el valor del agua como fuente de vida y de desarrollo. Toda agua puede ser usada racionalmente utilizando las tecnologías apropiadas, reguladas y administradas por una autoridad competente.

A pesar de la conciencia alcanzada sobre su escasez, su alto costo económico y ambiental que significa usar agua potable para riego y no usar las aguas que desperdiciamos, aún estamos lejos de tener una legislación moderna que regule en forma clara el uso de aguas servidas tratadas para el riego de parques, plazas y espacios públicos urbanos.

La buena noticia es que en el Congreso Nacional se está tramitando un proyecto de ley que permite tanto su uso como la instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales de baja escala al interior de las ciudades. Mejor aún, son nuestros parlamentarios quienes están promoviendo y empujando para que esto se haga realidad pronto.

En Creo Antofagasta, como instancia articuladora de iniciativas urbanas de interés público, hemos impulsado junto a muchas instituciones – del Estado, de la sociedad civil, la academia y del sector privado- el proyecto SARA (Sistema Aguas Recicladas de Antofagasta) que trabaja en todos los ámbitos para recuperar, tratar y reusar las aguas servidas para el riego de los espacio públicos existentes y proyectados, para aumentar la cobertura vegetal en la ciudad, disminuir los costos de regadío y reducir la insostenible utilización del agua potable para este propósito.

Antofagasta, con un borde costero de 32 kilómetros y una población que vive entre el desierto y el mar a una distancia inferior a tres kilómetros, es un territorio propicio para desarrollar paseos de cerro a mar, corredores peatonales que buscan la integración social y espacial de la ciudad. El uso de aguas tratadas para riego haría posible que estos paseos sean corredores verdes que permitirán a antofagastinos y antofagastinas disfrutar espacios acogedores para caminar y encontrarse. El uso de aguas tratadas es fundamental para que los parques también sean aspiraciones posibles para ciudades como Calama, Tocopilla, Taltal y muchas otras ciudades del país.

Para este fin, apoyamos y celebramos el compromiso de nuestros parlamentarios, quienes esta semana solicitaron al gobierno dar suma urgencia al proyecto que busca promover el uso de aguas tratadas para riego, de manera que los corredores verdes cerro mar en Antofagasta y los espacios públicos en todo el país puedan tener un futuro más sustentable.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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