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Reconocimiento como sujetos de derecho, ciudadanía y participación: las demandas que chilenos residentes en el extranjero le entregaron al Presidente en su viaje por Argentina Social

Reconocimiento como sujetos de derecho, ciudadanía y participación: las demandas que chilenos residentes en el extranjero le entregaron al Presidente en su viaje por Argentina

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Chile es un país migrante, de ciudadanos que llegan de distintos lugares del mundo y de chilenos que se van. Según algunos chilenos que habitan lo que denominan “territorio internacional”, la primera gran migración fue forzada y se dio durante la dictadura cívico- militar. En la actualidad y desde hace algunos años, muchos han salido en búsqueda de oportunidades que manifestaron no tener en Chile, vinculadas a salud, educación, trabajo, unificación familiar, derecho a la identidad, entre otras cosas. Desde El Mostrador, conversamos con tres chilenos que viven en el extranjero, quienes detallaron cuáles son las demandas que llaman “históricas” y le hicieron llegar a la máxima autoridad del país en el marco de su gira presidencial.


Marisol, Alex y Cristóbal tienen distintas edades, nacieron en distintas ciudades y se dedican a distintas actividades, pero tienen algo en común: los tres residen fuera de Chile y fueron invitados por el gobierno nacional o bien participaron del armado de cartas y proyectos que escribieron junto a otros residentes del “territorio internacional” y visibilizan demandas que catalogaron de “históricas”, que fueron entregadas a Gabriel Boric.

Le llaman territorio internacional porque, sin ser parte del territorio nacional, ellos forman parte de él. Por eso la palabra territorio, e internacional para denominar su ubicación espacial, que no los desconecta de lo que sucede en Chile. Según manifestaron, han sido parte de procesos como el estallido social, el debate por la nueva constitución e incluso la Convención Constitucional, de distinta manera y desde distintos espacios.

El estallido, la votación por la nueva Constitución y la convención: tres procesos que estimularon la participación política en el exterior 

Octubre de 2019 marcó un antes y un después en el curso de la historia de Chile, y no sólo dentro del territorio, sino también fuera de él. Numerosas movilizaciones sucedieron como un dominó en otros lugares del continente y también fuera de él, y en muchas de ellas los protagonistas eran también chilenos y chilenas residentes en el extranjero, que además de acompañar las demandas plasmadas por el estallido, dieron a conocer las suyas como personas que migraron por diversos motivos.

Alex Gallardo tiene 35 años, es viñamarino y llegó a Buenos Aires en 2019 con el objetivo de continuar sus estudios de posgrado. Es músico, profesor y el estallido lo encontró tras la cordillera. Esas agitadas tardes de octubre, se realizaron diversas manifestaciones fuera de los consulados en distintos países del mundo, uno de ellos el de Buenos Aires, a pasos de la casa de gobierno, llamada Casa Rosada. En esas marchas se congregó el estudiante de Políticas Educativas Artísticas, donde conoció a otras personas al calor de los cantos primaverales, quienes se encontraron con inquietudes similares. 

Algo parecido le pasó a Marisol Torres. Tiene 49 años, nació en un “pueblo que ni siquiera aparece en el mapa” según contó, Lanco (Provincia de Valdivia), y vive en México luego de haber residido en Japón y Alemania ejerciendo su trabajo, también vinculado a la cultura y las artes. Forma parte de la mesa directiva de la Cámara Federal de Diputados, dirige una ONG que trabaja junto a la UNESCO, es docente universitaria y gestora y productora cultural. Desde Ciudad Autónoma de México, junto a otros residentes, se juntaron en el reconocido zócalo central para apoyar las manifestaciones y gestar cartas que luego fueron entregadas al embajador de ese entonces, Domingo Arteaga (UDI). 

“Sentía que teníamos que hacer algo para contribuir, como chilenos en el extranjero, a las personas que se estaban movilizando en Chile. Queríamos sumarnos en la lucha, a pesar de que los chilenos en el extranjero somos uno de los grupos más invisibilizados en el país. Pero pensamos que el trabajo de todos podría ayudar a mostrar lo que estaba pasando en nuestro país”. 

Tanto Alex como Marisol forman parte de Chile Despertó, una agrupación que nació tras el estallido social en 2019 y nuclea a diversas asambleas y personas chilenas residentes en distintos países del mundo, entre estudiantes, artistas, doctores y maestros en ciencias exactas y sociales, exiliados y familiares de exiliados de la dictadura cívico-militar, entre otras personas.

“Tras el estallido social de 2019, tuvimos varias marchas afuera del consulado en octubre y me sumé organizando el área artística para visibilizar las violaciones a los DDHH y la prisión política que estaban (y están estas últimas) sucediendo en Chile, acompañamos todo ese periodo realizando actividades, convocando a agrupaciones, escribiendo comunicados, yendo a los medios de comunicación y realizando actividades culturales en espacios públicos. De las asambleas nació el Cabildo Chilenos en Buenos Aires, y allí trabajamos temáticas vinculadas al ejercicio constituyente. Ahí comencé a articular con Chile Despertó por la Ley Migrante y luego me integré al Comité Político. Hemos estado activos en el proceso constituyente, bregando por nuestra participación, la irrenunciabilidad de la ciudadanía” expresó Valdés, quien también es parte de agrupaciones cuequeras en Argentina. 

La visita de Boric, una “oportunidad única”  para conversar sobre “demandas históricas” 

Tanto miembros de Chile Despertó, como otras agrupaciones de la sociedad civil y partidos políticos, se reunieron con la delegación presidencial en Argentina y le entregaron sus petitorios en un espacio al que pocas veces suele ser invitada la sociedad civil residente afuera: la embajada. Por lo general a ese espacio concurren grupos muy pequeños y selectos.

Desde Chile Despertó, la Comisión Política elaboró una carta escrita por chilenos y chilenas residentes en Argentina, Australia, México, Portugal y Alemania. De acuerdo al relato de Marisol, quien participó de la elaboración del documento, los chilenos residentes en el exterior “son de los grupos más invisibilizados” ya que actualmente “hay voz para todos, pueblos originarios, minorías, disidencias sexuales y sólo nosotros no tenemos voz ni la hemos tenido antes”. Para la trabajadora de las artes, es fundamental, “para la transformación del país, la participación de quienes residen afuera”. 

Cristóbal Elgueta fue otro de los convocados a participar de las reuniones. Tiene 26 años y llegó a Buenos Aires en 2015 para estudiar medicina, como lo hacen otros tantos estudiantes. Según cifras dadas a conocer por la agrupación Asamblea de estudiantes chilenos exiliados por la educación sólo hasta 2011, más de 5 mil jóvenes cruzaban Los Andes para recibir el derecho que no tenían en Chile: el de la educación universitaria. De allí que el nombre de esa agrupación fuera “exiliados”. Elgueta es parte de Apruebo Dignidad, espacio en el que participan varias personas desde “territorio internacional”. Así como los integrantes de Chile Despertó, el joven de Valparaíso, coincidió en la existencia de “demandas históricas” y destacó que desde el espacio que participa también trabajan en un documento que busca caracterizar la demanda por sectores, como civil o laboral. 

“Estas demandas se arrastran desde el exilio de la dictadura y se suman a las más actuales, que tienen relación con el derecho a reconocimiento de jubilación en el exterior, dobles jubilaciones, el aseguramiento del retorno a Chile (repatriación, hijos de chilenos nacidos en el exterior y sus derechos políticos)” comentó Cristobal y agregó que existen “ansias de participación ciudadana y Chile nunca tuvo la voluntad política”. Desde la agrupación, se propone la creación de un distrito internacional, “como sucede en Italia”, ilustró el joven.

Otra de las coincidencias de las agrupaciones convocadas, pese a que Chile Despertó es una agrupación política no partidaria, tienen relación con “la necesidad de primero, generar datos”. Según dio cuenta Alex, más de un millón de chilenos viven en el extranjero y de ellos 70 mil están habilitados para votar. En este mismo orden, Elgueta subrayó que datos como el número no están actualizados y sólo son estimados, y para “generar un plan de gobierno” se requiere saber “cuántos somos”.

“Esperamos que uno de los logros de Boric sea una política pública que aborde nuestros derechos de manera integral y permita saber cómo se configura la población chilena en el exterior. Este piso mínimo democrático es esencial para reparar esa invisibilización histórica y con ello recuperar los derechos y dignidad y vinculación efectiva con Chile” reflexionó el músico tanguero y cuequero, Alex Valdés, quien también es parte del Cabildo de Chilenos en Buenos Aires, que presentó una carta ideas y petitorios concretos.

“Como cabildo creemos esencial la implementación de consulados móviles y promover el voto adelantado y postal, el acompañamiento del retorno voluntario y seguro a chile con perspectiva de DDHH y fomento a la participación de las comunidades mediante cabildos. Tenemos que entender los consulados como espacios de cohesión social, reconocer artistas en el exterior. Asimismo, políticas que reparen el daño causado por el exilio sucedido por y durante la dictadura cívico-militar y su descendencia, también de aquellos que migraron por motivos económicos, académicos, de unidad familiar, salud, entre otros”. 

En este sentido, Elgueta aportó que espacios institucionales como el mencionado o la Dirección para las Comunidades Chilenas en el Exterior (DICOEX), deben dejar de ser meros “espacios de información” para convertirse en espacios de “relación, encuentro y trabajo conjunto”. “Muchos de nosotros salimos del país porque no tuvimos oportunidades y las buscamos en otros países, donde hemos aprendido y nos hemos formado profesional y laboralmente en diferentes lugares generando experiencias que bien pueden ser útiles para compartirlas y por qué no replicarlas en Chile” sostuvo Marisol en relación al aporte que podría resultar un diálogo conjunto a los residentes en el exterior. 

Para el estudiante de medicina, Cristóbal Elgueta, “esta reunión es importante por la situación geopolítica de la región” donde nota “un aire de cambio para muchos países y Argentina entregó un apoyo internacional muy importante a este cambio chileno y regional”. Valdés, en tanto, destacó que la instancia es “una oportunidad única” para poder conversar sobre la situación de quienes residen en el extranjero, muchos de ellos residentes alejados de espacios mínimos de ejercicio ciudadano, como consulados, y que deben trasladarse para hacer trámites básicos, pero “quieren seguir ejerciendo su ciudadanía, porque no dejan de ser chilenos”.

Alex Valdés lleva tres años tramitando la validación de su título de profesor para poder ejercer y seguir estudiando en Argentina, y problemas como estos, pueden resolverse “con voluntad política”, resaltó a través de una conversación mientras se trasladaba en una micro. “Al estar en el extranjero no nos desvinculamos de la realidad de nuestro país, seguimos conectados con nuestras familias, con los procesos, muchos migramos para perfeccionarnos, tener herramientas para volver a Chile y compartir nuestros conocimientos para aportar en la construcción de una nueva sociedad chilena”.

Asambleas, agrupaciones, cabildos y referentes políticos de diferentes espacios de la sociedad civil residentes en Argentina, se reunieron la tarde del cinco de febrero con el equipo gubernamental y le hicieron llegar sus demandas, remarcadas como “históricas”, en una instancia que convocó de manera abierta, a muchos ciudadanos y ciudadanas para conocer sus necesidades, algo que pocas veces sucede en el marco de giras internacionales, que suelen organizar reuniones con autoridades políticas y del mundo empresarial. Esta podría ser entonces, un espacio decisivo para el futuro del reconocimiento y la participación de las personas chilenas que viven en otros países del mundo, que llevan años enarbolando por su reconocimiento como ciudadanos sujetos de derechos, mayor participación política, políticas de reparación y diálogo conjunto a instituciones chilenas instaladas en distintos países en representación del Estado chileno. 

 

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