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Ansiedad y depresión en la niñez: las claves para para cuidar la salud mental en niños y niñas Niñez

Ansiedad y depresión en la niñez: las claves para para cuidar la salud mental en niños y niñas

Actualmente, existen diversos desafíos en torno a la salud mental en Chile. Los porcentajes de ansiedad y depresión en la población han generado preocupación tanto en autoridades como en expertos. La niñez no queda ajena a esta realidad, es por eso que especialistas hacen un llamado generar conciencia respecto a las necesidades que tiene este grupo etario.


Promover el bienestar de los niños es la principal preocupación de todo adulto responsable de su cuidado. Lamentablemente, la situación actual no es auspiciosa y refleja un importantedeterioro de la salud mental de este grupo altamente vulnerable.

Son varios los estudios que en el último tiempo han respaldado esta idea, siendo uno de ellos el publicado por la Defensoría de la Niñez, que arrojó que dentro de las mayores dificultades en niños, niñas y adolescentes se encuentran la ansiedad (86,3%), la depresión (82,6%) y las autolesiones (56,7%).

Para Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), no cabe duda de que “nuestra infancia está enferma y no hay programas que se hagan cargo de esta urgencia. Las investigaciones actuales dan cuenta de una intensificación de la sintomatología ansiosa y depresiva, lo cual en Chile es más complejo aún, dado que fuimos uno de los países con mayor tiempo de confinamiento”.

Si bien ya se declaró el fin de la pandemia, indicada como la gran responsable de estas consecuencias, lo cierto es que sus repercusiones a nivel emocional en los menores continúan.

“Los estudios muestran niños con importantes cuadros ansiosos, que se traducen en dificultades de conciliar el sueño, las llamadas pataletas con mayor frecuencia, retrasos en control de esfínter, mayor demanda de la presencia de las figuras de cuidado y conductas agresivas con compañeros.
Asimismo, la depresión se manifiesta con llanto frecuente, mayor sensibilidad e ideas suicidas”, puntualiza la experta.

Ante esto, la profesional comenta que es crucial estar atentos con medidas preventivas y con tratamientos adecuados cuando sea necesario. Lo fundamental, indica, es acompañar más que nunca a los niños que tenemos a cargo y buscar buenas redes de apoyo para no estar solos a cargo
de la crianza.

Del mismo modo, es prioritario estar atentos a cambios abruptos de conducta o ánimo, conocer a los amigos de los hijos, a las familias de éstos y realizar mediación digital activa con las pantallas, a fin de controlar tiempos de exposición y contenidos que se reciben.

“El primer consejo es jamás automedicar. Lo correcto es conversar, evaluar la gravedad de la situación y buscar ayuda profesional para que sea alguien calificado el que defina pasos a seguir en pro de su salud”, refuerza Tartakowsky.

A lo anterior, agrega que es necesario potenciar los vínculos y la confianza que se va construyendo desde la temprana infancia, ya que esto permite conocer a los niños y niñas, identificando sus estados emocionales y sus cambios.

Además, es relevante es regular su relación con la tecnología, ya que el exceso de ella puede tener efectos nocivos en la salud. “Otro aspecto relevante es regular su relación con la tecnología, de acuerdo a su edad, en relación a los tiempos, el contenido al que acceden, con quien se conectan y conversan por las redes sociales. Hoy en día ser padre, madre o cuidador principal requiere serlo en la presencialidad y en el mundo multimedia”.

Respecto a las proyecciones, la especialista plantea que, desafortunadamente, Chile tampoco tiene adultos sanos mentalmente, ya que los sistemas laborales no han acogido la vulnerabilidad y la fragilidad psíquica presente. En este contexto, hace un llamado a potenciar políticas públicas que entreguen garantías de atención en salud mental.

 

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