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Un anticuerpo y una planta de la India: las esperanzas para frenar la distrofia muscular

Un anticuerpo y una planta de la India: las esperanzas para frenar la distrofia muscular

Se trata de una de las enfermedades que generan más costos indirectos que afectan al paciente y todo el entorno familiar, asegura el Doctor en Biología y académico de la Universidad Católica de Chile, Enrique Brandan.


Un anticuerpo y una planta nativa del sur de Asia, son las dos sustancias que podrían frenar el  severo daño muscular en pacientes con Distrofia Muscular de Duchenne. Ésa es la apuesta del doctor Enrique Brandan, científico del Centro de Envejecimiento y Regeneración (CARE Chile UC), y quien, por más de quince años, ha investigado nuevas fórmulas para combatir esta enfermedad que afecta a 1 de cada 3.500 hombres en el mundo.

Esta patología, caracterizada por mutaciones en el gen distrofina, ocasiona diversos grados de discapacidad, extrema debilidad muscular y daños a nivel cardíaco y respiratorio, entre otros, “siendo una de las enfermedades que generan más costos indirectos que afectan al paciente y todo el entorno familiar”, asegura el Doctor en Biología y académico de la Universidad Católica de Chile.

Mientras dedicaba sus esfuerzos a estudiar procesos de diferenciación celular, y en diferentes congresos internacionales a los que asistió, Brandan comenzó a observar imágenes de músculos esqueléticos en pacientes con distrofia. Fue entonces cuando le llamó profundamente su atención el hecho de que éstos estaban llenos de matriz extracelular, material que se acumula fuera de las células Esto, debido a la fibrosis, proceso en que las células normales son reemplazadas por el crecimiento excesivo del tejido conectivo, llevando finalmente a la pérdida de función de las células propias deltejido y muerte celular. “Tenemos que enfocarnos en combatir la fibrosis”, pensó el científico. Y años después lo logró.

El tratamiento que investigó, con el apoyo de la Empresa FibroGen de Estados Unidos, es un anticuerpo que actúa como inhibidor del factor de crecimiento de tejido conectivo, llamado CTGF. “Los resultados de los experimentos con este anticuerpo fueron espectaculares, y los animales presentaron una importante recuperación de la función muscular”, comenta.

El uso de esta molécula para esta enfermedad ya fue patentado y también, aprobado por la Food and Drugs Administratrion de Estados Unidos, FD, como “droga huérfana”. Sin embargo, para su entrada al mercado se requieren estudios clínicos con pacientes, instancia para “la cual se necesita una inversión cercana a los 10 millones de dólares”, según estima. “Esta terapia no constituye una cura, pues no ataca el origen de la enfermedad ni el gen defectuoso, pero sí es un gran aporte para reducir el grave daño muscular. Pensamos que podría ser un tratamiento inyectable para ser aplicado en etapas tempranas de la patología mejorando importantemente localidad de vida de los pacientes” afirma.

Brandan también abraza la posibilidad de perfeccionar estos estudios en animales, para analizar cómo funciona el anticuerpo en un tiempo más prolongado de experimentación, a fin de acercar el modelo estudio a lo que realmente ocurriría en personas. La idea de combatir la fibrosis, a su entender, es la base para mejorar la función muscular. “Pero también, es una salida terapéutica para muchísimas enfermedades donde existe un proceso fibrótico, tales como: hipertensión, patologías cardíacas, hepáticas y otras. De hecho, estudios realizados en EE.UU, estiman que entre el35-45% de las muertes está asociado a este tipo de males donde existe fibrosis”, explica el científico de CARE.

Otro descubrimiento de científico se basa en los beneficios de una planta del sur de Asia, conocida hace más de tres mil años. Su nombre es Andrographis, y tiene importantes propiedades antiinflamatorias. Hace ya algunos años junto al Dr. Juan Hancke planificaron estos experimentos. Según explica el investigador, su empleo no genera efectos secundarios, demostrando gran eficacia en combatir la fibrosis  e inhibir un factor de transcripción involucrado en la inflamación. Esta droga botánica ya ha sido aprobada para otros usos, empleándose en patologías como la artritis reumatoide, situación que representa un camino avanzando para su aplicación en pacientes. Respecto de las pruebas, el científico comenta que los ratones distróficos tratados con esta droga, presentaron una fibrosis disminuida y una mejor capacidad muscular.

A pesar de estos avances, un gran problema que advierte Brandan es que, debido al bajo costo de esta planta y sus cápsulas -que actualmente pueden obtenerse en el comercio a un valor que bordea los 25 dólares por frasco- , la droga no representa una oportunidad de inversión para las farmacéuticas, hecho que genera una traba para dar inicio a estudios clínicos y a su comercialización. No obstante ello, los científicos de CARE esperan sacar adelante su proyecto.

“Andrographis es tan efectiva como el anticuerpo que hemos probado en animales que padecen de distrofia muscular. Y al  no presentar efectos secundarios, constituye una gran herramienta de tratamiento para estos pacientes, quienes a comienzos de su segunda década de vida pasan a depender de una silla de ruedas, y a sufrir muchos daños principalmente en el diafragma, músculo donde además se encuentra el corazón y los pulmones. Por esta razón, quisiéramos hacer llegar sus beneficios a las personas afectadas”.

El investigador también explica que, al utilizar este medicamento botánico, no sería necesario que los pacientes tuvieran que seguir empleando corticoides, único tratamiento aceptado para tratar la Distrofia de Duchenne, y el que a pesar de otorgar beneficios en el aspecto muscular por limitado período de tiempo, genera efectos secundarios adversos como debilidad óseo, y otros, como alza de peso.

Al igual que con el anticuerpo, Brandan señala que otro paso  importante también sería iniciar nuevos estudios en animales, que permitieran extender el tiempo de aplicación de la droga botánica. De esta manera, se podría generar mayor evidencia sobre los reales efectos en el largo plazo.

La planta oriental fue probada posteriormente para combatir el Alzheimer, mediante estudios liderados por el Dr. Nibaldo Inestrosa, Premio Nacional de Ciencias y director de CARE. En este caso, sus propiedades terapéuticas funcionan como un activador de la vía de señalización Wnt, protegiendo a las neuronas y ayudando a detener el avance de la enfermedad.

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