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La apuesta por la cultura de Manuel Santa Cruz que dejó huella en el MAVI Historias de Vida

La apuesta por la cultura de Manuel Santa Cruz que dejó huella en el MAVI

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Con su socio Hugo Yaconi estuvo a la cabeza de Lipigas y ABCDIN y participó en la creación del Drugstore, todo un ícono en Providencia. Pero su pasión por el arte, que cultivó en forma muy personal, lo llevó a trabar una estrecha amistad con Roberto Matta, y derivó en la creación del Museo de Artes Visuales.


Empresario, coleccionista y filántropo son palabras que se podrían utilizar para describir a Manuel Santa Cruz López, un ingeniero comercial con intereses artísticos  que son desconocidos para la mayoría de las personas. Sin embargo, esos mismos intereses han dejado un importante legado para el mundo del arte.

Nació en Curicó. Fue ahí donde conoció a Hugo Yaconi, quien se convertiría en su socio, amigo y cuñado. Ambos son los cerebros del Drugstore, la galería que durante los 80’ se convirtió en el lugar de moda para la juventud  y que sobrevivió al surgimiento de los Malls en los 90’. El proyecto es una de las joyitas del grupo Yaconi Santa Cruz.

Pero a diferencia del icónico centro comercial de Providencia, la contribución de estos empresarios al mundo del arte no partió como un proyecto de negocios. Yaconi y Santa Cruz coleccionaban arte como una actividad personal que terminó abriéndose al mundo con la creación del Museo de Artes Visuales (MAVI). Este proyecto no estaba en sus planes originales, pero recogieron una sugerencia del artista Hernán Puelma, quien quedó impresionado con el potencial de la colección.

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Junto a Puelma también impulsaron lo que hoy día se conoce como el «Valle de los artistas», que se ubica en la comuna de Lolol, en la Región de O’Higgins. Son 200 hectáreas de terreno que hace alrededor de una década, y en una suerte de trueque, se parcelaron y entregaron a artistas a cambio de sus obras, con el propósito de  crear una comunidad cultural.

Amistad con Matta

El interés de Santa Cruz por el arte comenzó en sus días de estudiante en el colegio Los Hermanos Maristas de Curicó, pero fue después de egresar de la Universidad Católica cuando comenzó a involucrarse más en el tema.

Esta pasión lo llevó a codearse con la élite artística en Chile. El MAVI cuenta con obras de Nemesio Antúnez, Mario Carreño y Mario Toral. Ellos formaban parte del Taller 99, un grupo precursor del grabado en Chile.

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Además, el museo posee la colección más grande de Roberto Matta que existe en el país.  La connotada galerista Carmen Waugh fue quien le vendió a Santa Cruz su primer óleo del pintor surrealista. Era un cuadro pequeño y se lo ofreció casi por accidente. Sin embargo, fue ese episodio el que gatilló la fascinación del empresario por el trabajo del artista.

Pasó de ser un admirador de Matta a convertirse en su amigo. Se conocieron en París y la amistad se mantuvo hasta la muerte del pintor en 2002. Lo visitaba cada vez que viajaba a Europa, lo que podía ocurrir una vez al año y para la inauguración del MAVI, el año 2001, Santa Cruz le encargó un mural para la entrada del museo.

Una nueva generación

El grupo Yaconi Santa Cruz decidió formar la Fundación Plaza Mulato Gil de Castro con el fin de crear un soporte para las instituciones culturales que se estaban desarrollando en el Barrio Lastarria.

Además de pertenecer al directorio del museo, los empresarios estaban a la cabeza de empresas como Lipigas y ABCDIN. Pero en 2006, tanto Santa Cruz como Yaconi se retiraron de la vida pública.

Manuel Santa Cruz vive la mayor parte del tiempo entre Perú y Chile, siempre manteniendo un bajo perfil público. En la actualidad, quien está a cargo de sus negocios es su hijo Juan Manuel Santa Cruz Munizaga, quien es el presidente del directorio de Lipigas y director de ABCDIN. Su sobrina Ana María Yaconi, en tanto, es quien está a la cabeza del MAVI.

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