Publicidad
Semana de la Lactancia: la importancia de cuidar la calidad de la leche desde antes del embarazo Salud

Semana de la Lactancia: la importancia de cuidar la calidad de la leche desde antes del embarazo

Publicidad

La leche materna es la principal fuente de alimento de un recién nacido, lamentablemente su calidad se altera si la madre tiene enfermedades metabólicas como, por ejemplo, obesidad y diabetes mellitus gestacional. Investigadora chilena se adentró en el mundo de la leche materna y cómo distintas enfermedades pueden afectarla y, por consiguiente, alterar la salud del lactante


Del 1 al 7 de agosto se desarrolla la Semana de la Lactancia Materna de la OMS. Esta semana tiene como finalidad generar consciencia sobre la lactancia y las dificultades que esta puede presentar.

Susana Contreras, investigadora de la Universidad San Sebastián, ha estudiado la leche materna y su actual proyecto está está centrado en determinar cómo la alteración en el colesterol de la madre afecta la calidad de la leche que le dan a su hijo.

La leche materna debe cuidarse desde el periodo anterior al embarazo, por lo que se recomienda tener embarazos planeados para poder entregar leche sin alteraciones. Una persona con sobrepeso u obesidad tiende a tener dislipidemia y a tener más inflamación basal, esto es una alteración en los indicadores de lípidos del cuerpo −como el colesterol o triglicéridos−, significando que estos se encuentran elevados.

“La idea es que la leche debe cuidarse desde antes de estar amamantando. Esto quiere decir que antes de quedar embarazada hay que estar metabólicamente lo más sana posible, tener peso normal, los lípidos y la glucosa normal, etc. para cursar un embarazo que sea saludable y, por lo tanto, no se gatillen patologías del embarazo”, dijo Susana Contreras.

Pero, ¿por qué aumentan los lípidos en la sangre de las embarazadas? Estas macromoléculas ayudan a la formación del feto respecto al ensamblaje de membranas y el desarrollo de hormonas. Por lo que su aumento no se trata de algo intrínsecamente malo, pero debe ser de forma controlada.

Lamentablemente, cerca del 40% de las madres desarrollan hipercolesterolemia suprafisiológica durante el embarazo. Posterior al parto los niveles de lípidos tienden a bajar, pero en el caso de algunas mujeres esto sucede, pero no llegan a niveles normales.

“La diabetes gestacional se desarrolla en mujeres que previamente han tenido resistencia a la insulina. Se ha descrito ginecológicamente que el embarazo es un periodo en el que se desarrollan las patologías que la mujer pregestacionalmente puede presentar, entonces la diabetes mellitus gestacional se produce en aquellas mujeres que ya vienen con una alteración del metabolismo de la glucosa y por eso es tan importante partir bien el embarazo”, explicó la investigadora.

También aseguró que se ha descrito que la leche de mujeres con diabetes mellitus gestacional tiene gran concentración de ácidos grasos, alteraciones en su contenido genético y también en la microbiota de dicha leche, respecto de una leche de una nodriza que no presenta patologías.

Cabe destacar que la calidad de la leche cambia rápidamente, por lo que un cambio de hábitos puede mejorarla en un corto plazo.

Bebés prematuros también necesitan de ella  

Numerosos estudios ya han respaldado los beneficios de la lactancia materna tanto para los recién nacidos como para sus madres. Pero, del mismo modo, también existen investigaciones que promueven su uso en niños y niñas nacidos prematuramente. Sin embargo, el empleo de lactancia materna, ya sea exclusiva o combinada con fórmula, sigue siendo bajo.

Para la doctora en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología y académica de la UNAB, Andrea Mira, la lactancia materna podría reducir significativamente el riesgo de causas comunes de morbilidad y mortalidad infantil, como la enterocolitis necrosante, la sepsis y la retinopatía del prematuro.

Además, añade, su práctica ejerce efectos positivos y neuroprotectores en el desarrollo cerebral y neurodesarrollo. “Dada la abundante evidencia de los beneficios de la leche humana para los bebés prematuros, el enfoque en las unidades de neonatología debería ser el apoyo a las madres en el inicio y mantenimiento del uso de leche materna, si así lo desean” explica.

Interacción madre y bebé

Según Mira, las dificultades para alimentar a los recién nacidos prematuros pueden afectar la frágil relación entre la madre y su bebé. En esta línea, recalca que es esencial brindar apoyo a las madres para que aprendar a alimentar a sus bebés prematuros de forma directa o mediante otros implementos como biberones o sondas, sin dejarlo para la preparación del alta hospitalaria.

“Factores como el inicio tardío de la lactancia, la limitada frecuencia de extracción de leche, las restricciones a las visitas de las madres en las unidades de neonatología, la falta de educación sobre lactancia y el escaso apoyo durante la hospitalización pueden dificultar el uso de leche materna o lactancia materna en esta población” agrega.

Pata mejorar esta situación, la académica subraya en que es fundamental comprender que es un fenómeno multifactorial que requiere la participación de diversos actores.

Acompañamiento

La lactancia materna también depende del estado de salud y el desarrollo fisiológico y neurológico del lactante. Los desafíos que encuentran las madres en la lactancia pueden estar relacionados con las demandas complejas de las habilidades motoras orales que se necesitan para la succión, deglución y respiración durante la alimentación de bebés prematuros.

Por esta razón, la investigadora sostiene que es crucial el acompañamiento a madres y padres para lograr una alimentación segura, afectuosa y placentera para sus bebés.

“Una estrategia efectiva y segura para lograr estos objetivos es el uso del contacto piel con piel. Una experiencia positiva durante la alimentación de sus hijos prematuros en el hospital puede ser determinante para la continuidad de la lactancia materna después del alta y puede influir positivamente en su duración”, concluye.

Publicidad

Tendencias