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Nueva ley estadounidense castiga a los que más ganan y amplía preferencia por las utilidades a largo plazo


Los asesores financieros diseñan manuales de estrategia destinados a los que perciben los mayores ingresos de Estados Unidos, de modo de que puedan minimizar los efectos de muchos de los aumentos de impuestos que entrarán en vigor en 2013.

“Creo que es una carrera de obstáculos”, dijo Sandi Bragar, director de planeamiento de Aspiriant, con sede en Los Angeles, que es una consultora de gestión patrimonial que maneja más de US$7.000 millones en activos.

Este año los que perciben mayores ingresos enfrentan aumentos en los impuestos y algunas restricciones sobre la deducciones que pueden hacer, provenientes del acuerdo presupuestario que el congreso de Estados Unidos sancionó el 1 de enero, como también nuevos impuestos provenientes de la ley sobre servicios de salud de 2010. Los asesores recomiendan implementar estrategias tales como cambiar de inversión, donar capital accionario directamente a entidades sin fines de lucro y aumentar al máximo los aportes a los planes de jubilación.

“Sin duda, hay determinadas cosas que ahora conversamos con nuestros clientes”, a causa de las reformas a la normativa fiscal, dijo Chris Johnson, director de la división de patrimonio e inversión de Barclays Plc, con sede en Londres. “Creo que van a ver un cambio en el comportamiento”.

La escalera de aumentos en los impuestos que afecta a los que ganan más se complica, porque hay muchos peldaños, y algunos se basan en la renta imponible, y otros, en la renta imponible bruta ajustada, dijo Bragar. Las modificaciones afectarán los impuestos que tienen que pagar en 2013, pero no esta etapa de presentaciones que da comienzo este mes.

La tasa federal máxima a la renta del orden del 39,6 por ciento (antes de un 35 por ciento) comienza con gravar la renta que exceda los US$450.000 por año para matrimonios y los US$400.000 para los que no lo están. Estas mismas personas pagarán 23,8 por ciento sobre los dividendos y las ganancias de capital a largo plazo este año, contra el 15 por ciento máximo que hubo el anterior. Esta cifra incluye un 3,8 por ciento de aumento especial sobre la renta proveniente de inversiones, como consecuencia de la ley de servicios de salud de 2010.

Exenciones

Este año, el congreso también volvió a introducir límites en las exenciones y deducciones aplicadas a personas físicas, lo que se conoce como Pep and Pease, que afecta a matrimonios con una renta bruta ajustada de más de US$300.000 por año, o bien de US$250.000 para los que no están casados.

Tómese el caso de un matrimonio que tienen US$1 millón entre los dos, deducciones de US$90.000 por los impuestos estaduales que pagan, US$50.000 en donaciones a obras de bien y US$50.000 en intereses sobre hipotecas, lo que da un total de US$190.000. Con las restricciones Pease, pierden acceso a US$21.000 en deducciones, dijo Johnson, que tiene su oficina en Nueva York.

“Podría haber alguna solución intermedia que fuese interesante”, dijo.

Dijo que si estos límites hacían que el pago de intereses perdiera valor a los fines impositivos, cuando tuvieran que decidir el monto del préstamo por tomar, los que más ingresos perciben bien podrían reducir las donaciones que hacen o reevaluar la deducción en los intereses sobre hipotecas.

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