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El durísimo pronóstico de Morgan Stanley para el peso argentino

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Morgan Stanley pronostica que la declinación al nivel más bajo en cinco años de las reservas en moneda extranjera de Argentina se acelerará y derivará en la mayor caída en una década conforme los pagos de deuda consumen los dólares del país.

Las reservas del banco central cayeron ayer a US$42.830 millones, el nivel más bajo desde junio de 2007, luego de que el gobierno gastara el mes pasado US$3.500 millones para pagar a los tenedores de warrants vinculados al crecimiento económico. Perú, cuya economía es de menos de la mitad de las dimensiones de la economía argentina, aumentó las reservas un 31 por ciento, a US$64.000 millones, el último año, mientras que las de México crecieron 12,5 por ciento.

La presidente Cristina Fernández de Kirchner usa reservas para pagar deuda gubernamental en lugar de tomar crédito a las tasas de interés más altas entre los mercados emergentes, lo que ha significado un drenaje de más de US$20.000 millones desde 2010. Morgan Stanley, la más pesimista de nueve firmas que consultó Bloomberg en lo relativo a estimaciones de reservas de moneda extranjera, dice que éstas podrían declinar 21 por ciento este año, a US$34.000 millones, y debilitar la solvencia de Argentina a los ojos de inversores que ya exigen un 13 por ciento por tener deuda del país.

“La tendencia descendente es más preocupante que el nivel de las reservas”, dijo en entrevista telefónica Daniel Volberg, un economista de Morgan Stanley, que tiene sede en Nueva York. “Estamos ante una combinación de necesidades de servicio de deuda, flujos salientes de capital y uso de reservas para contribuir a financiar el crédito interno”.

Si bien otros tres bancos se sumaron a Morgan Stanley en lo relativo a pronosticar una declinación de las reservas, ninguno pronosticó que caerían por debajo de los US$40.000 millones.

Exclusión del mercado

Funcionarios del banco central no contestaron los mensajes telefónicos en los que se les solicitaban declaraciones sobre la declinación de las reservas.

Sobre la base de la estimación de Volberg, la caída de las reservas en moneda extranjera de Argentina sería la mayor desde 2002, un año después del impago de US$95.000 millones del país.

El uso de dólares del banco central le ha permitido a Argentina seguir pagando su deuda sin tener que tomar más crédito de inversores internacionales. El costo crediticio del país, que ha aumentado desde que Argentina expropió la productora de petróleo YPF SA en abril y se sumió en una batalla legal con tenedores de deuda impaga, es de más del doble del promedio de 4,5 por ciento de los mercados emergentes.

Argentina impuso restricciones el año pasado para salvaguardar las reservas y asegurarse un superávit comercial. Más del 50 por ciento de los ingresos producto de exportaciones del país depende de las ventas al exterior de soja, maíz y trigo, que constituyen el mayor flujo de moneda extranjera que entra al país.

“El uso de reservas para pagar deuda y otras actividades superará las compras de flujos ingresantes de dólares del superávit comercial por parte del banco central”, dijo en una respuesta por correo electrónico Marcos Buscaglia, economista jefe para América Latina de Bank of America Corp. en Nueva York, que estima que las reservas caerán este año 6,7 por ciento, a US$40.400 millones.

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