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FAO y OCDE consideran que alimentos baratos pertenecen al pasado conforme crece la demanda


Los precios agrícolas treparán en la próxima década por una combinación de mayores costos de energía, menor crecimiento de la productividad y más demanda, pronostican la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por la sigla en inglés).

Los períodos prolongados de productos agrícolas baratos como consecuencia de rendimientos cada vez mayores y petróleo barato “parecen ahora algo perteneciente al pasado”, dijeron la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la FAO en un informe conjunto sobre las perspectivas para la agricultura hasta 2022.

La producción agrícola crecerá con menor rapidez en el futuro debido a la escasa disponibilidad de tierra adecuada, las limitaciones de agua y los crecientes costos de insumos como los fertilizantes, según el informe. Los precios del maíz y la soja subieron a un récord el año pasado y están a más del doble que hace 10 años.

“Dado que el precio de la energía es alto y sigue aumentando y que el crecimiento de la producción declina, la fuerte demanda de alimentos, forraje, fibras y usos industriales de la producción agrícola deriva en precios más altos y en un importante riesgo de incrementos”, escribieron la OCDE y la FAO.

Se pronostica que el crecimiento de la producción agrícola se desacelerará a un promedio de 1,5 por ciento al año hasta 2022, mientras que en la última década fue de 2,1 por ciento anual, según el informe. Eso supera, de todos modos, el crecimiento de la población, y la producción agrícola per cápita aumentará 0,5 por ciento anual en el período.

Inversión y tecnología

“La oferta debería mantenerse a la par de la demanda con precios que se estima seguirán siendo relativamente elevados”, escribieron la OCDE y la FAO. “Se estima que los precios mundiales serán lo suficientemente rentables en los próximos 10 años como para alentar una mayor inversión en producción agrícola y avances tecnológicos a los efectos de permitir que la producción continúe expandiéndose hasta 2022”.

Incluso si el crecimiento demográfico se desacelera en la próxima década, el mundo tendrá 742 millones de personas más que alimentar para 2022, según el informe.

El aumento del rendimiento de los cultivos, en especial de los granos, se ha desacelerado en por los menos dos décadas, en parte debido a una menor inversión en análisis de cultivos, según el informe. Se estima que la tendencia se mantendrá en la próxima década.

“Las medidas para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos serán importantes en lo que respecta a cubrir la creciente demanda y para incrementar la productividad”, escribieron las organizaciones.

Se estima que los precios ajustados por inflación de granos, oleaginosas y algodón se mantendrán “relativamente chatos” en la próxima década en comparación con la anterior, si bien se pronostica que la mayor parte de los demás productos primarios estará “muy por encima” del promedio de los 10 años hasta 2012.

Se pronostica que los precios del petróleo treparán un promedio de 2,6 por ciento anual en el transcurso de la década y que llegarán para 2022 a US$144 por barril.

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