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Mercado de deuda brasileño de US$ 23.000 millones está prácticamente paralizado en tanto se multiplican las cancelaciones las emisiones

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La peor liquidación de deuda de países en desarrollo en más de cuatro años y las protestas en todo Brasil están clausurando el mayor mercado de bonos emergentes del mundo por primera vez desde agosto.

El frigorífico Minerva SA la semana pasada pasó a ser la segunda compañía brasileña que cancela una venta internacional de bonos este mes en tanto los costos de endeudamiento promedio para los emisores del país treparon 1,23 puntos porcentuales, al nivel más alto en cuatro años de 7,11 por ciento, según los datos que reunió JPMorgan Chase Co. Los bonos de empresas en dólares perdieron 9,3 por ciento este año en Brasil, casi el doble de la caída que tuvieron en Rusia y tres veces la baja de India.

Luego de que las empresas brasileñas tomaron préstamos por US$22.900 millones en el ámbito internacional en los primeros cinco meses del año, el tercer ritmo más veloz de que se tenga registro, en junio no se completaron ofertas de por lo menos US$500 millones en tanto el plan de la Reserva Federal estadounidense de reducir el estímulo provocó una baja de 8,5 por ciento en los bonos de los mercados emergentes. Las emisiones sufrieron una caída en momentos en que el crecimiento económico brasileño no llega a las estimaciones de los analistas por quinto trimestre consecutivo y las mayores manifestaciones en más de veinte años debilitan la confianza en el gobierno, según Espirito Santo Investment Bank.

“Hay bastante preocupación por Brasil”, dijo en entrevista telefónica desde Nueva York Revisson Bonfim, analista de Espirito Santo. “El panorama macro no hace que las cosas se vean muy atractivas en este momento. No imagino que alguna compañía trate de salir al mercado en estos momentos”.

Oferta de Minerva

Minerva, con sede central en Sao Paulo, que había planeado vender bonos denominados en dólares que nunca deben ser rescatados luego de reunirse con inversores, suspendió la oferta porque la “volatilidad” encarecía demasiado la operación, informó el máximo responsable ejecutivo, Fernando Galletti, en un correo electrónico del 17 de junio de respuesta a preguntas que se le enviaran.

Odebrecht SA, firma de construcción e ingeniería de Salvador, Brasil, canceló su venta el 13 de junio, según una persona con conocimiento de la operación que pidió no ser identificada porque no estaba autorizada a hablar públicamente. Odebrecht dijo en un comunicado enviado por correo electrónico este mes que aún tiene intenciones de captar fondos y está esperando que “el mercado se estabilice”.

Banco do Brasil SA y el banco estatal de desarrollo BNDES contrataron a varios bancos para organizar las reuniones con inversores en bonos a fines de mayo y principios de junio. Ninguna de las dos instituciones ha intentado aún vender bonos.

En una encuesta semanal del banco central publicada esta semana, los economistas rebajaron la mediana de pronósticos de crecimiento para este año de 2,49 por ciento a 2,46 por ciento. La economía creció 0,9 por ciento el año pasado luego de hacerlo 2,7 por ciento en 2011. La inflación se aceleró a 6,67 por ciento hasta mediados de junio, por encima del extremo superior de 6,5 por ciento de la banda fijada por el banco central.

“Aún cuando hubiera más claridad sobre el diferencial con los bonos del Tesoro y sobre el riesgo empresarial, no sé si las compañías querrían endeudarse”, dijo en entrevista telefónica Carlos Gribel, vicepresidente de mercados emergentes de INTL FCStone Inc. de Miami. “Esto se ha puesto muy caro”. Gribel dijo que no cree que el mercado se abra hasta septiembre.

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