Gabriela Alcaíno y su madre fueron asesinadas por un hombre que se creía su dueño. Hoy sus familiares exigen al Presidente Sebastián Piñera que ponga urgencia en una Ley que aseguran: todas las mujeres del país la necesitan.
El proyecto lleva el nombre de Gabriela Alcaíno por la joven de 17 años que, junto a su madre Carolina de 56, fueron asesinadas por el ex pololo de la menor y como ley, busca que se declare femicidio el asesinato de cualquier mujer «con motivo de odio, menosprecio o abuso por causa de género».
Tranversalmente, las diputadas Gael Yeomans (izquierda Libertaria), Maya Fernández (PS), Daniela Cicardini (PS), Cristina Girardi (PPD), Marcela Sabat (RN) y el diputado de la DC, Gabriel Silber, apoyaron esta iniciativa germinada por Karol Cariola y Camila Vallejo (PC).
En esta oportunidad han sido convocados varios parlamentarios y parlamentarias para escuchar la voz de una familia que ha decidido poner una tragedia a disposición de modificar aquellos vacíos que tiene la ley en nuestro país. La diputada Cariola señaló que hoy más que nunca es necesario sacar del ámbito de la vida personal privada familiar o de convivencia, el concepto de femicidio, «el asesinato hacia una mujer por razones de género es un elemento que tiene muchísimas más variables que solamente el ámbito familiar”.
La Ley Gabriela además establece agravantes como el hecho de que la víctima sea menor de edad, mayor de sesenta años o tenga discapacidad; que haya existido violencia sexual o acoso, que el victimario mantenga o haya mantenido una relación de pareja con la víctima o que el delito se cometa con alevosía o ensañamiento. También se tipificaría la figura de incitación al suicidio y se elimina el uso de ciertos atenuantes para este delito, como el de “arrebato y obcecación”. De la misma forma, se impide configurar la atenuante de “irreprochable conducta anterior” cuando el victimario haya cometido cualquier acto de violencia contra la víctima o sus parientes, aun cuando no exista condena al respecto.
Este proyecto no solo amplía el concepto de femicidio, sino que también incorpora otros elementos agravantes como el acoso permanente, el ensañamiento en el caso del propio asesinato, la minoría de edad y protocolos que determinen objetivamente aquellos hechos que signifiquen un homicidio por razones de género y agravantes que den cuenta que esta consideración sea llevada al ámbito de un femicidio y al ámbito de un homicidio común.
A propósito, la diputada Camila Vallejo agradeció la transversalidad de la iniciativa considerando que hubo también parlamentarios de oposición y una parlamentaria oficialista: «eso lo valoramos porque creemos que esto tiene que ser un tema país», recalcó.
En Chile si el asesinato lo comete un vecino o alguien que no es parte del núcleo familiar no se considera como femicidio, situación que Vallejo calificó como una vulneración a las mujeres a través de una legislación débil: «ese concepto lo tenemos que cambiar no solamente en la cultura y en los medios de comunicación, sino también en nuestra legislación para que realmente se haga valer el hecho de que cuando un hombre asesina a una mujer por razones de género, por el hecho de ser mujer, sea o no familiar, se considere como femicidio con las agravantes que estamos señalando».
Por su parte la diputada del PPD, Cristina Girardi recordó que la semana pasada, junto a familiares de Gabriela, se reunió con la ministra del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Pla, quien se comprometió a que se colocará urgencia a este proyecto.
El temor que ocurra nuevamente un desacato entre las demás autoridades surge por la posibilidad de que después de la presentación de esta iniciativa, ésta quede en un trámite con urgencia simple o sin urgencia. “Nuestro país no puede seguir con doble estándar en materia de femicidios, es decir, permitir el asesinato de una mujer porque un hombre crea que es superior, poseedor de ella o tiene derecho a su dominación”, indicó Girardi.
Gabriel Silber en su tribuna dijo que nuestro país tiene que estar a la altura de otros países que ya cuentan con una legislación similar, de tal manera que esto sea ley de la república y que se hable de violencia de género; «de lo contrario, se instalará una legitima sensación de impunidad».
Silber cuestionó a la actual legislación exponiendo que para contemplar lo que es femicidio, con la pena más alta, exige matrimonio o convivencia. «Si el crimen de la chilena Nicole Sessarego hubiera ocurrido en Chile y no en Buenos Aires, la verdad es que no se le podría haber aplicado la cadena perpetua, tal como ocurrió. Eso demuestra el vacío legislativo de nuestra actual legislación, dejando fuera cualquier otro tipo de relaciones y hechos preexistentes que a nuestro juicio sí deben ser considerados como violencia de género y como femicidio”.
La familia de Gabriela y Carolina fueron enfáticas en recalcar la necesidad para que este proyecto de ley sea tramitado de manera rápida y urgente. Fabián Alcaíno, padre de Gabriela y ex pareja de Carolina declaró que ver el nombre de su hija lo conmueve profundamente y ahondó: «en este proyecto de ley no solamente está el nombre de Gabriela, está el nombre de Carolina, de tantas otras mujeres, como la señora Margarita (Ancoy), como Antonia (Garros). Creo que es una obligación por parte de este país proteger a todas nuestras mujeres”.
El emplazamiento es para el Presidente de la República y la urgencia que debería ponerle a la ley. «Señor Presidente le pido que se dé cuenta que este es un momento histórico. Usted tiene que dar la posibilidad de que esta ley no tenga trabas», declaró Rodrigo Alcaíno, tío de la menor, quien se suma a las rogativas de toda la familia de esta madre e hija, las que después de ser asesinadas por un hombre que se creía su dueño, podrían convertirse en bandera de lucha para la protección de las mujeres en Chile.
