BRAGA
A través de un conversatorio organizado por Publifem, de la Universidad Diego Portales, la geóloga Irene del Real, la activista trans Constanza Valdés y una de las coordinadoras de Academia Atómicas, Constanza Silva, analizan la importancia del apoyo entre mujeres desde la infancia para derribar prejuicios en las áreas del conocimiento y el ascenso de mujeres en rubros masculinizados.
Actualmente, aún se hacen presentes diversas dificultades para conquistar espacios mal denominados “para hombres”, como las ciencias, ante la necesidad de continuar abriendo camino para las mujeres del futuro, se realizó el conversatorio «Liderazgo femenino: mujeres impulsoras de cambio», organizado por Publifem UDP.
En la instancia, participaron la geóloga Irene del Real, la activista trans y feminista Constanza Valdés y Constanza Silva, de la Academia Atómicas x Tremendas.
“La buena ciencia se hace con mujeres”, asegura la geóloga chilena, quien tiene una especialización en el área de geología económica, y fue ganadora del Premio L’Oreál Chile – UNESCO “For Women in Science” en 2020.
Su experiencia a lo largo del desarrollo de su carrera como geóloga le ha permitido observar, tanto en primera persona como también a modo de testigo, las dificultades propias relacionadas con ser mujer en este mundo con mayor presencia de hombres.
“Trabajar en este ámbito genera situaciones en que una se expone a un grado alto de intolerancia o prejuicio basado en género. En la industria minera a veces se escuchan comentarios de un nivel de falta de respeto impresionante y uno ve a sus colegas mujeres que tienen bastante normalizado este tipo de situaciones. En la academia no se ven este tipo de situaciones tan crudas, pero como mujer académica, una de las cosas que más me cuesta demostrar es la credibilidad. Creo que hay un prejuicio subconsciente en la gente que escucha o que lee, en que lo primero que hace es interrogar”, expone.
Constanza Valdés por su parte, también ha debido lidiar con encontrarse a sí misma en situaciones en que su credibilidad se ve afectada por los prejuicios. Además de las dificultades propias del género en ambientes laborales, la autora del libro “¿Un cuerpo equivocado?” comentó que, por su activismo trans, se la tiende a enclaustrar en ese eje.
“Como he trabajado más en temáticas relacionadas a la diversidad sexual, con derechos de las personas trans, piensan que exclusivamente sé de esas materias. Lo mismo pasa con las mujeres, se piensa que exclusivamente hablan temas de mujeres, lo que hemos visto en la política, por ejemplo, que las únicas preguntas que se hacen son de temas relacionados con mujeres, como si no supieran sobre economía, vivienda, medioambiente”, cuenta.
Estas situaciones generan una dificultad para sentir confianza en sí mismas en instancias laborales y, por ende, para llegar a puestos de liderazgo. “Es importante poner un gran énfasis en trabajar en las confianzas. Acá hay una gran diferencia con el género masculino, que es muy seguro de lo que hace. Eso va de la mano con siglos que le han dado esta imagen de que ellos son los que tienen la inteligencia de hacer las cosas. Me he dado cuenta de que es sumamente revolucionario tener confianza. Tenemos que trabajar y apoyarnos siempre como mujeres, eso marca una diferencia en cómo nos desempeñamos en la ciencia, en lo laboral, en la vida, etcétera”, sostiene del Real.
Justamente en términos de crear y potenciar esas confianzas en mujeres desde la infancia, es que Constanza Silva comenta sobre su trabajo en Academia Atómicas. Como coordinadora del pilar de ciencias biológicas en la academia, ve su labor como una forma de aportar y abrir más el camino para las mujeres en ciencias.
“Si bien hay mujeres en la historia que nos inspiraron, no hay cientos de miles como hay en el género masculino, entonces creo que tenemos una responsabilidad enorme de abrir la ruta hacia atrás, porque el camino está pero es muy angosto, entonces no pueden pasar tantas niñas. Tenemos que empezar a ensancharlo y también inspirarnos en aquellas mujeres que están hoy en día dentro de la industria”, concluye.
