Entre las recomendaciones se encuentra no definir un uso de uniformes dependiendo del género de los y las estudiantes y establecer políticas de salud mental y anti acoso que incluyan a apoderados, tutores y todo el equipo administrativo educacional.
De acuerdo con el estudio de la UNESCO, “Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020 América Latina y el Caribe- Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción”, en Chile, uno de cada cinco estudiantes de la diversidad sexual afirma no sentirse seguro en su escuela, y entre las consecuencias de ser víctima de acoso se encuentra el doble de probabilidades de no asistir sus establecimientos educacionales y presentar altos niveles de depresión.
En este sentido, la Unesco ha establecido la necesidad y la urgencia de que el sistema educativo instale medidas que incentiven a los/as niñas/as a aceptar las diversidades, ya que incluso, la mayoría de las veces en situaciones de discriminación, ni siquiera interviene un docente o autoridad educativa.
Ante tal situación, la agrupación Todo Mejora en colaboración de la embajada Británica, realizó un manual que tiene el objetivo de guiar a docentes y equipos educativos en la consolidación de un lugar más inclusivo para la niñez y adolescencia LGTBIQ.
El manual, en primer lugar da a conocer un glosario de términos relacionados con las temáticas LGBTIQA+, por ejemplo, el significado de algunos tipos de orientaciones sexuales, así como identidades de género, para luego entregar un encuadre sobre el marco legal que rige y promueve la educación inclusiva en Chile.
Entre las recomendaciones del manual, se halla extender el currículum de las materias a contenido inclusivo de las diversidades sexuales y de género, por lo que se recomienda lecturas de mujeres y/o comunidad LGTBIQ, señalando los nombres de las autorías para otorgar reconocimiento, y además, considerar siempre en ejemplos y situaciones la existencia de familias diversas.
Por otra parte se sugiere que, luego de evaluar los lineamientos valóricos de la escuela, se instalen políticas anti acoso, las cuales deben ser conocidas por toda la comunidad, lo que incluye la colaboración de apoderados o docentes, administrativos, tutores y apoderados, y estudiantes que sean parte de la comunidad estudiantil.
Asimismo, se destaca la importancia de fortalecer las relaciones entre autoridades educativas y estudiantes, puesto que es relevante el acompañamiento ante una persona que puede ser un blanco de discriminación. Esto incluye la disposición a escuchar a los estudiantes pero siempre respetando la confidencialidad.
Con respecto a la salud mental, se aconseja apoyar e involucrarse en los contextos sociales en el que se envuelven los y las adolescentes, esto significa no estar ajenos a sus realidades familiares y derivar a profesionales cuando muestren señales de una salud mental deteriorada.
Por último, se destaca utilizar un lenguaje inclusivo dada su relevancia en el cambio cultural, por su poder en la inclusión, visibilización y en la construcción de la realidad.