BRAGA
Créditos: Agencia Uno
El chileno fue condenado a 28 años de cárcel por el crimen de Narumi Kurosaki, joven estudiante japonesa. En este nuevo juicio, la defensa de Zepeda buscará rebajar la pena, sin embargo, la Fiscalía francesa podrá presentar nuevas pruebas y antecedentes para aumentar los años de prisión.
Para el primer trimestre del año 2023, la justicia francesa decidió fijar el inicio del juicio de apelación de Nicolás Zepeda, chileno culpable del femicidio de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki, cuyo cuerpo aún no es encontrado.
Cabe destacar, que Zepeda fue condenado a 28 años de cárcel el pasado 12 de abril. Esta sentencia es la que buscan revertir desde la defensa del agresor, a través de este segundo juicio que se realizará en la localidad de Vesoul.
En esta nueva instancia, donde se juzgará al chileno, existirá una variación en el jurado, el cual estará a cargo de tres jueces profesionales y sumará 9 ciudadanos. Además, la Fiscalía tendrá la oportunidad de presentar nuevas pruebas en contra de Zepeda, lo que podría aumentar su condena.
Anteriormente, el abogado general de la causa, Etienne Manteaux, había solicitado al jurado la pena de cadena perpetua para el responsable del crimen, lo que podría suceder si existen nuevos antecedentes más contundentes del caso.
Actualmente, Nicolás Zepeda permanece encarcelado bajo aislamiento en el centro de detención preventiva de Besancon.
En diciembre del 2016, fue reportada como desaparecida la joven Narumi Kurosaki, quien en ese momento era estudiante en la Universidad de Besancon, lugar donde conoció a Nicolás Zepeda y con quien había tenido una relación amorosa.
Días anteriores a la desaparición de Kurosaki, de acuerdo a la investigación, Zepeda viajó todos los días a Besancon, donde se dedicó a espiar a Narumi, siguiéndola y escondiéndose en la residencia donde vivía.
Posteriormente, y sin rastro de Narumi, Zepeda abandonó Francia vía terrestre. El culpable viajó hasta España para reunirse con un familiar médico, a quien le preguntó sobre técnicas de asfixia.
Durante el primer juicio, Nicolás Zepeda no confesó el crimen y declaró ser inocente.
