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Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres: ‘‘Nuestra decisión intransable son las vidas libres de violencia’’ BRAGA Créditos: Agencia Uno

Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres: ‘‘Nuestra decisión intransable son las vidas libres de violencia’’

Según datos de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, en lo que va del año se han consumado 45 femicidios. Al analizar los datos desde el 2001, la cifra asciende a 1.175. Los números son preocupantes y reflejan que, a pesar del ingreso de las feministas y la perspectiva de género en diversos espacios, tanto institucionales como sociales, la violencia de género aún es un problema latente. Desde las organizaciones señalan que los desafíos se enmarcan principalmente en sensibilizar y concientizar socialmente acerca de esta temática, así como generar legislaciones que representen todas las violencias.


‘‘Nuestra decisión intransable: ¡vidas libres de violencia machista!’’, es el mensaje principal de este año para la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Fecha que cada 25 de noviembre busca concientizar y sensibilizar sobre las distintas expresiones de violencia por razones de género. 

En los últimos años, nuestro país se ha visto desbordado por los avances feministas que buscan erradicar todo tipo de violencia en todas las esferas de la sociedad. Desde la incorporación de mujeres a espacios institucionales ocupados históricamente por hombres, hasta la visibilización de labores no reconocidas por años. 

‘‘Nuestra decisión intransable son las vidas libres de violencia y eso responde a la construcción que los feminismos hemos tenido a lo largo de los años, y que finalmente trasciende cualquier coyuntura política’’, sostiene la integrante de la Coordinación Nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Isadora Castillo, en conversación con El Mostrador Braga

Castillo señala que en los últimos años “se ha producido una masividad importante dentro de los feminismos, creemos que hay una mayor conciencia sobre la violencia que vivimos entre mujeres. Pero, aun así, no vemos cambios sustantivos en los femicidios consumados o en otros ámbitos como la violencia en contexto de pareja o en la violencia sexual’’.

Según el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), en lo que va del año se contabilizan 34 femicidios consumados y 141 femicidios frustrados. Mientras que desde La Red Chilena contra la violencia se contabilizan 45 femicidios. Al respecto, cabe señalar que esta diferencia se produce debido a que la organización contempla casos que no son formalizados por Fiscalía. 

De manera similar, el Observatorio de Datos y Estadísticas de Género e Interseccionalidades (ODEGI) demuestra que, si bien los femicidios consumados se han mantenido en el tiempo, los femicidios frustrados han aumentado.

“Según las cifras del @SernamEGChile, los femicidios frustrados han pasado de ser 78 en el 2013, a 109 en el 2019. Luego, observamos 151 y 163 en los años siguientes, y para lo que va del 2022 ya alcanzan los 140 casos”, explican vía Instagram.

 

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¿Qué pasa en Chile con la violencia de género?

Según explica la abogada, magíster en Derechos Humanos y directora ejecutiva de Abofem, Danitza Pérez, los diversos tipos de violencia que existen se agudizan dependiendo de la persona que se vea expuesta, por ejemplo, entre mujeres y disidencias.

A nivel nacional, anualmente, entre 50 y 70 mujeres son asesinadas por hombres en razón de su género. En los últimos 12 años, más de la mitad de los femicidios consumados han sido perpetrados por las propias parejas de las víctimas, y un 20% por sus exparejas. 

 

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Cabe recordar que el femicidio fue tipificado de manera parcial en 2010. En ese tiempo se consideraban aquellos cometidos por cónyuges, convivientes, excónyuges o exconvivientes, desconociendo aquellos asesinatos de mujeres que se cometen en otros ámbitos y que obedecen a las mismas causas: misoginia, sometimiento, opresión, desprecio por la vida de las mujeres, búsqueda de control de su sexualidad y capacidad reproductiva. 

Es así como quedan fuera de la ley las mujeres y niñas violadas y asesinadas por conocidos, amigos, desconocidos, clientes y los crímenes de lesbo-odio. No obstante, estas limitantes fueron acogidas en 2020 con la promulgación de la Ley Gabriela, que amplía el marco legal para que se considere como femicidio el asesinato de una mujer a causa de su género, sin importar la relación que exista con el agresor. 

Sin embargo, en opinión de la abogada de Abofem, tal legislación continúa al debe de la realidad de las mujeres. “Actualmente, no tenemos una ley de violencia de género. El proyecto que está en tramitación actualmente en el Congreso busca generar por primera vez una ley marco en materia de violencia’’, explica, y agrega que «este define distintas manifestaciones de violencia como la física, psicológica, sexual, pero también la violencia gineco-obstétrica y la violencia vicaria”, agrega.

Cabe señalar que desde el 2001 la Red Chilena ha registrado 1.175 femicidios consumados. 

Según comentan las representantes de las organizaciones, incluir a nivel legislativo –así como concientizar en el ámbito social– sobre las diversas expresiones de violencia se vuelve crucial, dado que las inequidades continúan presentes. 

‘‘En términos de labores domésticas y de cuidado, se observa que hay discursivamente una idea de que tanto hombres como mujeres pueden hacerse cargo y, si bien los hombres se involucran más, sigue habiendo una distancia significativa entre la cantidad de horas semanales que las mujeres dedican a ese tipo de labores versus los hombres’’, detalla Isadora Castillo. 

¡Vidas libres de violencia machista!

Para las distintas organizaciones y colectivas feministas nacionales, resulta de extrema urgencia avanzar en políticas públicas, programas y leyes de prevención, sanción y reparación hacia todas aquellas mujeres que han sufrido de la violencia de género.

En esa misma línea, la profesional de la corporación de salud mental con enfoque feminista, Minka, Fernanda Moreno, menciona que desde cada una de nuestras veredas también podemos intervenir y ayudar a cortar el ciclo de violencia.

No es fácil cortar un ciclo de violencia, primero se debe identificar y aceptar esta violencia. Eso ya es complejo, pero una forma de ayudar a la persona que está siendo víctima de esta violencia, es permanecer con ella siempre, siendo una red de apoyo constante, ser siempre o la mayor parte del tiempo la persona en la cual pueda confiar y hablar”, expresa Moreno.

Observar cómo se comporta esta persona en los ambientes sociales, si es que se comienza a ver algún temor respecto a la pareja, prohibiciones y si se aleja de sus redes de apoyo o de su círculo cercano, son banderas rojas que pueden llevar a identificar algún tipo de violencia, mencionan desde Minka.

Por otra parte, desde la Red Chilena manifiestan que la erradicación de la violencia es un trabajo a largo plazo, pero que resulta imprescindible.

“Lo que queremos proponer es promover una vida libre de violencia machista, por lo tanto, queremos invitar a todas las mujeres a pensar esa vida, a imaginarla y a decir: desde hoy comienzo a vivir una vida libre de violencia machista, y para eso lo que tenemos que hacer es, en cuanto identifiquemos manifestaciones de violencia, reprocharlas completamente, decir ‘esto no lo vamos a tolerar como sociedad’, no lo vamos a tolerar como amigas, como familia, como instituciones, como gobierno, como partido político, como colegio”, manifiesta la integrante de la Red Chilena, Lorena Astudillo.

En esa misma línea resulta clave para la colectiva forjar un real compromiso por una vida libre de violencia machista desde todos los ámbitos. “Se requiere, para cambios transformadores, un mayor compromiso. No solamente conciencia, sino que se requiere también un cambio estructural: social, cultural, político y económico”, afirma Astudillo.

¿Por qué se conmemora el 25 de noviembre?

Esta fecha nace en los 80 del pasado siglo por un llamado desde el movimiento feminista latinoamericano, en conmemoración del asesinato de las tres hermanas Mirabal, activistas y opositoras a la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana.

El 25 de noviembre de 1960, el cuerpo de Minerva Mirabal apareció en el fondo de un barranco, en el interior de un jeep junto con dos de sus hermanas, Patria y María Teresa, y el conductor del vehículo, Rufino de la Cruz.

Conocidas como “las Mariposas”, las tres hermanas Mirabal contaban con una trayectoria de activismo político de una década. Dos de ellas, Minerva y María Teresa ya habían sido arrestadas por el régimen dictatorial de Trujillo varias veces.

El asesinato de estas hermanas las transformó en mártires de la cultura dominicana, marcando un precedente para poner fin a la dictadura.

Desde 2005, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres convoca a realizar manifestaciones públicas en distintos territorios del país. Estas acciones son levantadas y coordinadas por diversas organizaciones y colectivas feministas en autonomía.

Para este 25 de noviembre se ha convocado a marchas pacíficas en diversos puntos del país. Por ejemplo, en Santiago la cita es a las 19:00 horas en las afueras de la Biblioteca Nacional.

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