Publicidad

Bitman y Roban: Elegancia y perfección electrónica

Publicidad

Bitman y Roban entran en escena con un nuevo disco. Música para después de almuerzo habla de una nueva actitud y de que los cambios muchas veces sirven. El dúo se volvió grupo y con ello aumentaron las posibilidades de experimentar, con la electrónica, el soul, el hip hop y el jazz.


Imposible clasificar a Bitman y Roban. Fusión, innovación o, quizás, solo buena música. Su última placa, Música para después de almuerzo es una muestra de ello. Un sonido sobrio y a la vez lúdico, que sorprende con solo diez temas de correcta interpretación, tanto vocal como instrumental.



Sin duda, la incorporación de dos músicos a la banda dio buenos resultados. Y no solo por la perfecta combinación, sino también por la calidad de las nuevas contrataciones: Titae Lindl, ex bajista de Los Tres, y Kataix Araus, pianista que ya había colaborado en un disco anterior de DJ Bitman.



Música para después de almuerzo juega atrevidamente con los scratches del hip hop, algunos sonidos house y la impronta latina de la cual la banda no reniega. Porque a pesar de sonar como un grupo de sonidos ambientales proveniente de algún país anglosajón, las voces o bases utilizadas en canciones como Tatita, dan un toque más rítmico, más étnico.



Si ya con Hurtos, primer álbum editado en el año 2000, Bitman y Roban habían cautivado al público y a la crítica, con este nuevo disco sin duda darán que hablar. Entre las canciones que resaltan tenemos a Geil (donde escuchamos la impecable intervención de Solo Di Medina y Tea Time), cercana al funky, y Después de almuerzo, donde es innegable la presencia de Titae Lind, quien aporta una cuota de soul y jazz a una banda de esencia electrónica.



Por el disco desfilan una serie de artistas del medio local. Anita Tijoux, Tea Time y Solo Di Medina agregan su particular estilo a esta ya singular placa. Mezclas de sonidos que finalmente otorgan una calidez musical, extraña para quienes acostumbran a relacionar la electrónica con una música casi desechable.



Si la intención inicial del dúo compuesto por José Toto Bravo y Cristián Powditch era innovar musicalmente y alejarse de la típica intervención que realizan los DJ’s, tras la incorporación de integrantes de peso a la banda y la edición de este disco, la meta está superada con creces.



Y es que algo está claro. Música para después de almuerzo se impone como uno de los grandes discos del año por sus ya mencionados meritos. Y no solo para escucharlo después de almuerzo, sino a toda hora y en todo momento.

Publicidad

Tendencias