Uno de los músicos más prolíficos de la escena musical latinoamericana, con ocho trabajos editados en la actual década, regresa a Chile para mostrar anticipadamente los temas de su último larga duración.
Aún no tiene título y las canciones que lo integrarán todavía no emanan en su totalidad del interior de su creador. No obstante, Pedro Aznar, el músico argentino en cuyo currículo figuran participaciones y discos que otros anhelarían, cuenta al teléfono desde Buenos Aires algunos detalles que hacen imaginar su nueva placa como un punto de inflexión en su carrera.
Y aunque faltan unos meses para que se materialice, el trasandino quiere dar señales de esta nueva mutación musical en su extensa trayectoria y qué mejor que adelantando parte del material inédito en varios escenarios de Latinoamérica, entre los cuales figuran cuatro shows en Chile, que comenzarán el 15 y 16 de junio en Santiago, para continuar en Viña del Mar el 17, Talca el 19, Concepción el 22, Valdivia el 23 y, por último, Punta Arenas el 25 de junio.
«Estoy muy feliz con esta visita a Chile, porque me parece bueno poder ir a tantas ciudades a lo largo de todo el país. Y me gustaría incluir algunos lugares del norte, quizá, el año próximo", señala en entrevista con El Mostrador.cl.
La última entrega del músico, quien formó parte de Serú Girán, una de las leyendas musicales de la Argentina a finales de los 70 y principio de los 80 junto a Charly García, David Lebón y el desaparecido Óscar Moro, fue "A Roar of Southern Clouds" en 2006, una recopilación de canciones publicadas entre 1995 y 2005.
Pero ahora, el también vocalista y multinstrumentista de Pat Metheny Group (1984-1993) tiene un deseo que está en proceso de concretar: hacer un disco mucho más crudo, visceral, con sonoridades que exploran su lado, según el mismo cuenta, más salvaje.
-Descartando su compilación de éxitos el año pasado, su última aventura discográfica fue "Aznar canta Brasil" en 2005, un disco homenaje a la música de ese país. Ahora que planea un nuevo disco, ¿hacia dónde apuntan sus inquietudes?
-"Aznar canta Brasil" fue un disco temático de homenaje a los sonidos de ese país, que me formaron finalmente como músico. Pero ahora, después de esa producción, retorno a mi trabajo como compositor.
-¿Cuáles serán las principales características de este nuevo disco?
-Será una placa doble con dos miradas: una con un foco puesto en mi faceta de compositor y la otra como intérprete. Este último aspecto me permitirá en uno de los discos plasmar mis canciones favoritas desde la infancia que, finalmente, marcaron mi ruta como compositor. Para dar un ejemplo concreto, puedo decir que habrá muchas de las canciones que elegiría si estuviera en rueda de amigos y me pidieran que cantara algo.
-Bien conocida es su predilección por The Beatles. ¿Habrá en este LP canciones firmadas por la dupla de Lennon y McCartney?
-Sí, hay canciones de los Beatles, por supuesto, y de muchos otros autores.
No obstante, sus nuevas composiciones serán el punto de atracción de este disco doble que consagrará a la primera placa a ese material. ¿Qué tan cerca del rock está en esta ocasión, después de experiencias como la versión punk que hizo de "Quereres" (O quereres en portugués), el clásico de Caetano Veloso en su disco de 2005?
-El disco tendrá un carácter un poco más eléctrico, más salvaje y un poco más osado, por el material que ha salido hasta ahora del trabajo de composición. Creo que se mantendrá así. Aún estoy en proceso de escribir canciones, pero esas tres características son las que cuentan y definirán a este trabajo por completo.
¿Habrá canciones de esta nueva etapa en sus shows en Chile programados para este mes?
-Sí, en los conciertos de este año me acompaña mi grupo y estaremos revistando parte de mi carrera y adelantando canciones de mi nuevo disco que estará listo muy pronto y que considero será un salto en mi tarea como compositor.
El parcial regreso de Serú
Uno de los anhelos más grandes del público argentino en su memoria musical siempre ha sido un eventual regreso de una de las leyendas vivientes de la historia del rock y que, por su calidad, trascendieron las fronteras.
Algo de eso ocurrió en 1992, cuando Serú Girán, después de 10 años de silencio, volvió con un disco de estudio y otro en vivo, además de una serie de abarrotadas presentaciones, generando el delirio de los fanáticos, un desasosiego que muy bien recuerda Pedro Aznar.
Por ahí dicen que la nostalgia siempre puede más y, a pesar de la ausencia del esencial baterista Óscar Moro y la falta de Charly García, algo de Serú volvió a los escenarios en las últimas semanas, tras la serie de presentaciones que Aznar realizó con su antiguo compañero de escenario David Lebón, conciertos que se transformaran en una nueva entrega discográfica y en los que habrá, aunque en menor porcentaje que el resto del disco, algo de aquellos años de música y glamour.
"Esos conciertos fueron muy bien recibidos por la gente, que expresó mucho cariño por el trabajo que realizamos cuando integrábamos Serú Girán con David", cuenta.
-¿Por qué decidieron reunirse con David Lebón? ¿Es cierto que la nostalgia pudo más?
-Lo que hicimos fue cantar nuestras carreras solistas y mezclarlas con algo de nuestro paso por Serú. Quisimos hacer un show variado y el foco de las canciones fue nuestra amistad musical de 30 años de diálogo musical. Fue muy gratificante y emocionante, hasta el punto que registramos estos conciertos en vivo.
Entonces, ¿lanzarán algunas reversiones de Serú Girán en vivo?
-Sí, además de muchas otras canciones. No hay que generar falsas expectativas en la gente, pues de 24 temas que interpretamos en los shows, cuatro son de la época de Serú y el resto de nuestro repertorio como solistas. No obstante, algo hay de aquella época.
¿Cuándo aparecerá este trabajo?
-Terminaremos la mezcla del disco el próximo fin de semana y saldrá a la venta los primeros días de julio.
-A pesar de la ausencia de Moro, Charly aún anda dando vueltas por ahí. ¿No ve la posibilidad de reunirse junto a él y Lebón para evocar más completamente aquellos años de música en vivo?
-No hubo ninguna charla al respecto en el marco de estos shows. Siempre es un poco problemático reunir a Serú, porque el nombre lleva un peso que trasciende a lo musical y la gente se vuelve un poco loca y todo se sale de proporciones. Es un poco lo que pasó en 1992, cuando volvimos después de 10 años y fue una locura. Crear música en esas condiciones es muy difícil.
-¿Puede ser que la piedra de tope sea Charly García, cuyos excesos lo llevan cada vez a situaciones más anacrónicas en su asumido rol de rock star, como ocurrió en sus más recientes conciertos, en los que incluso ha llegado a golpear a sus técnicos y a bajarse los pantalones frente al público?
-No creo en las actitudes de estrella, porque me parecen que atentan contra la propia persona. Obviamente, es una opinión muy personal. Cada uno lleva su vida lo mejor que puede y con esto no quiero implicar una crítica. Si alguien es feliz con una especie de puesta de vida en escena está bien, yo no lo haría. Convertir eso en un fenómeno teatral o circense me parecería una tergiversación muy seria. Pero eso -es una cosa muy personal- si quiere alguien vivir desde esa forma, magnífico. Si eso le sirve para su creatividad muy bien. Madonna es un ejemplo claro de aquel torbellino de chispas, pero a mi no me interesa esa actitud y, además, hay que tener talento para eso y haber nacido con una pasta muy especial para ser un divo.
