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Festival In-Edit anunció su programación local

A menos de un mes del inicio de su séptima edición, el evento que reúne cine y núsica sigue trabajando en su cartelera 2010. La siguiente es la selección de películas chilenas que participará por el premio al Mejor Documental en el apartado nacional.


Pank. Orígenes del punk en Chile
(Martín Núñez | Chile | 2010 | 80’)
En una época de toque de queda, nula libertad de expresión y una cultura oficial que fomentaba el pop simplón y absurdo, jóvenes en diversos lugares de Chile hicieron germinar un espontáneo grito de hastío. La música de protesta contra la dictadura estaba monopolizada por los grupos de Canto Nuevo hasta que estalló el punk. Con entrevistas a integrantes de Fiskales ad-hok, Dadá, Pinochet Boys y Políticos Muertos, entre otros, Pank responde a la necesidad de recrear un aspecto de nuestra historia reciente, cuya precariedad y efervescencia impidió documentarla en su momento

La Isla de la Fantasía
(Magdalena Gissi | Chile | 2010 | 52’)

Como «un pálpito de la vida de un añoso Valparaíso» se presenta este documental de cueca sobre la agrupación activa acaso más carismática del puerto. Más que un grupo musical, La Isla de la Fantasía es un elenco de personajes porteños de gran trayectoria, que incluye a leyendas de la bohemia, como las cantantes Lucy Briceño y Silvia Pizarro (la Trigueña), los cantores Gilberto Espinoza (Mascareño) y Benito Núñez, y los ejecutores Luis Flaco Morales y Elías Zamora, entre otros. A ellos se han ido sumando de modo intermitente nuevos y más jóvenes cultores. De ese encuentro generacional y su incombustible energía habla este trabajo. Entre cuecas, valses, boleros y tangos, La Isla de la Fantasía es un grupo cuyo contacto, afirman sus integrantes, «rejuvenece». Frente a la cámara, no hay modo de no encontrarles la razón.



Electrodomésticos: el frío misterio
(Sergio Castro | Chile | 2010 | 120’)

En el Santiago de los años ochenta, cubierto por el gris impuesto por los militares, dos estudiantes universitarios comienzan a experimentar con sonidos nuevos, como los de jugueras. Más tarde, al conocer a un controlador de tráfico aéreo de intereses en común, deciden armar una banda parecida a nada de lo que se hacía entonces en el país. Por su disposición a la mezcla y el uso de nuevos recursos, su cuidado escénico y la capacidad de convertir su precariedad en fortaleza, Electrodomésticos terminaría siendo uno de los grupos más influyentes del rock chileno.

La murga
(Jaime Cortés | Chile | 2010 | 40’)

Imagina a más de cien músicos tocando al mismo tiempo, cada uno con su repertorio acostumbrado, en un mismo lugar y durante dos horas, con los auditores paseándose entre ellos y sus instrumentos, sin intercambio monetario de por medio. Eso fue Musicircus, montaje realizado hace dos años en Santiago en homenaje a la obra homónima del estadounidense John Cage. Este documental sigue a quienes se sumaron a tan peculiar invitación: una familia de organilleros-chinchineros, un acupunturista que toca diversos instrumentos orientales, un publicista-gaitero, un payaso que toca el serrucho en las calles, y el organizador de este encuentro (quien, tal como Cage, no cree en el silencio). En sus casas, lugares de trabajo y durante el concierto mismo, aprendemos sobre temas fundamentales para la creación musical: el ruido, el silencio y los infinitos caminos que se pueden tejer entre ambos.


Tres chinchineros
(Roberto Riveros | Chile | 2010 | 45’)

La pequeña ciudad alemana de Waldkirch —cuna y capital del organillo europeo, con más de doscientos años de tradición— es estremecida por una visita inimaginada. Desde la comuna de San Ramón, Santiago de Chile, tres generaciones de organilleros-chinchineros llegan a reescribir la historia del instrumento a punta de cuecas, bombos y platillos. La familia Lizana, incluyendo al patriarca Héctor, su hijo Manuel y tres de sus nietos, imponen su técnica en el Festival Internacional del Organillo. Asistentes de todo el mundo atestiguan en el corazón de la Selva Negra alemana un sonido casi extinto y un carisma incomparable. «Nunca se resbalan ni enredan: quedé impactada», comparte una mujer. «Milagrosamente, no salen volando por el aire», dice otro. Los aplausos y caras de asombro surgen en todos los idiomas.

Huellas en la nieve. Siguiendo el rastro de Viento blanco
(Juan Elgueta Ortiz | Chile | 2009 | 45’)

A lo largo de dos años de seguimiento, este documental acompaña los preparativos para el estreno en el Teatro Municipal de Santiago de la ópera Viento blanco, trabajo del compositor chileno Sebastián Errázuriz en torno a la tragedia de Antuco. La música y puesta en escena busca rendir tributo a los cuarenta y cuatro jóvenes y un sargento muertos de frío por el absurdo de una orden superior. Sus dos actos cuentan la historia de tres reclutas anónimos que dejaron atrás afectos y proyectos para un entrenamiento militar que les quitó la vida. La partitura es capaz de un gran efecto dramático y estuvo ejecutada por ochenta músicos de la Orquesta Filarmónica de Santiago (con dirección de José Luis Domínguez), trece solistas y dos coros. Viento blanco constituye una rareza en una escena operática con escasísimos estrenos nacionales; mucho menos, alusivos a nuestra historia reciente. Además, el equipo realizador promediaba menos de 35 años de edad, que en este documental aparecen comprometidos e inspirados por una tragedia que es capaz, sin embargo, de dar vida creativa.

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