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Festival de Coreógrafos en el Teatro Municipal: Un puente entre la tradición y el futuro Las funciones comienzan esta tarde y continuarán hasta el sábado 30 de agosto

Festival de Coreógrafos en el Teatro Municipal: Un puente entre la tradición y el futuro

El evento marcará un hito para la historia de la danza clásica en el país. Por primera vez, el Ballet de Santiago compartirá el escenario con el BANCH, el tradicional cuadro del Ceac de la U. de Chile. También, se exhibirán “Bolero”, de Maurice Béjart, obra que será protagonizada por Friedemann Vögel, el bailarín principal del Ballet de Stuttgart. Y tres novedades globales: el de la régie chilena Isabel Croxatto, uno del coreógrafo argentino radicado en Alemania, Demis Volpi y otro del creador trasandino Eduardo Yedro.


A partir de hoy el Teatro Municipal servirá de puente entre la tradición y el futuro. Cuando sean las 19:00 se dará inicio al Festival de Coreógrafos, una iniciativa del Ballet de Santiago que incluye a coreógrafos de épocas, lugares y estilos diferentes que permiten mostrar la plasticidad de la danza actual. En palabras de Marcia Haydée, directora del ballet “esta será una noche de riesgos y de sorpresas. Una jornada de estrenos mundiales, de primeras veces en Chile, del debut de estrellas y también de favoritos del público. Es un festival que celebra la creatividad del quehacer coreográfico de diferentes latitudes y es, ante todo, un viaje por la versatilidad y riqueza de la danza contemporánea”.

Demis Volpi

Demis Volpi

Expresividad y mirada

Uno de los coreógrafos de prestigio internacional que estará presente en el Festival es Demis Volpi (28), un argentino que a los 14 años se fue de Buenos Aires para iniciar un camino sin retorno en la danza clásica y contemporánea.

Lector impávido de Jorge Luis Borges y de Adolfo Bioy Casares –a quienes admira-, opina que la danza es el lenguaje más puro de cuantos existen dentro de la comunicación humana. “Mezcla la expresividad del cuerpo con el de la mirada”, dice.

Formado académicamente en Canadá y en Alemania, hace un par de temporadas es el régie residente del Ballet de Stuttgart y autor de la premiada Spaceman, una pieza que se estrenó hace dos años en Santiago, y que se granjeó los aplausos del público y de la crítica. Ahora, llegará con otra innovadora obra de formas contemporáneas.

Quasi una fantasía se titula la creación que estrenará en Chile, a nivel mundial. La música es del compositor polaco Henryk Górecki (su Cuarteto para cuerdas n.° 2) y el vestuario de Thomas Lempertz. Los intérpretes serán Luis Ortigoza -como hace dos temporadas-, y el resto del Ballet de Santiago, quienes desplegarán en escena las llamativas ideas del joven trasandino, referentes a los significados estéticos, expresivos, emocionales y culturales del cabello.

“El nivel de los bailarines chilenos es alto, tanto como en el de cualquier compañía internacional”, observa Volpi. “En esta oportunidad quería hacer una composición visual, una pieza que a través de las sensaciones que producen los bailarines, le entregara al público y a ellos mismos, honestidad y poesía. Es una coreografía abstracta que busca contar una historia mediante las imágenes que forman los miembros de la compañía con sus movimientos coreográficos”, sintetiza.

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Foto: Patricio Melo

“Lo que hace a una compañía distinta –recalca Volpi- es la personalidad de los bailarines, su repertorio y por supuesto, el coreógrafo que lo guía. Y aquí se trabaja en una muy buena performance profesional, tanto por parte de los artistas como de la gente que hace las demás cosas en el teatro. Así es un gusto”, apunta.

“Yo empecé joven y tuve muchas oportunidades de desarrollar mi lenguaje dentro de la coreografía, y me di cuenta que pese a que soy un bailarín en mi formación, aportaba más desde la régie, por eso no esperé a mi retiro para dedicarme completamente a esto. Eso hubiese sido traicionarme a mí mismo y dejar lo que verdaderamente me apasiona hacer, en un lugar secundario”, continúa.

Consultado sobre su visión última de su arte, en torno a la puesta en escena, Demis Volpi, confiesa lo siguiente:

“Me formé como un bailarín clásico, que es una tradición muy fuerte en Stuttgart, y en Alemania, en general. Y yo trato de unir un poco lo contemporáneo con lo docto. Mi lenguaje tiene una identidad muy peculiar y busca ser único, espontáneo, que cada pieza que realizo la tenga, en verdad, que sea sincera en su esencia. Lo cual es un riesgo muy grande, porque mi idea creativa recién la vislumbro en el momento cuando entro a la sala, según las condiciones del escenario y de los bailarines que tengo”, revela.

Fotos: Patricio Melo

Fotos: Patricio Melo

“Mira– prosigue el autor argentino– el coreógrafo es como un escultor que trabaja con piedras, las cuales tienen una vida propia, un peso, una densidad, un cierto color y una flexibilidad, un carácter individual, que ningún otro material tiene, como no existen dos bailarines idénticos. Yo trato de entender a la piedra y al artista sin forzarlos. De esa manera, trato de transmitir la sensación estética que yo trato de expresar, valiéndome de los talentos del bailarín y de la música con la cual cuento en ese preciso instante”, describe Volpi.

Así, y desde esta tarde hasta el sábado 30 de agosto, siempre en funciones que partirán a las 19:00 horas, se desarrollará este cosmopolita Festival de Coreógrafos en el Teatro Municipal de Santiago, donde se celebrarán la creatividad y la versatilidad, del quehacer coreográfico “clásico” de estos días.

Foto: Patricio Melo

Foto: Patricio Melo

La destacada artista chilena Isabel Croxatto, presentará una nueva y seductora versión de La siesta de un fauno, original de Vaslav Nijinsky, acompañada de la música de Claude Debussy. Una mirada fresca sobre esta puesta en escena rupturista del siglo XX, que puso en su momento, al individualismo y la sexualidad de la sociedad contemporánea, como temas de discusión estética.

El Ballet de Santiago será el conjunto encargado de estrenar mundialmente las obras de Croxatto y de Volpi, propiciando así, un encuentro entre las tradiciones coreográficas de Chile y de Europa.

Otras sorpresas que completarán este inédito espectáculo, lo constituirán el estreno mundial del dúo Ellphlox, espíritu del bosque, del también argentino Eduardo Yedro; el debut de Alicia Amatriain y Jason Reilly –bailarines del Ballet de Stuttgart–, quienes presentarán Pas de Deux de Othello, del prolífico John Neumeier (cuya obra se exhibe por primera vez en nuestro país);  y Mono Lisa, de la israelí Itzik Galili. Asimismo, el estreno en Chile de Trazos, de Jaime Pinto, el regreso del Bolero, de Maurice Béjart, con melodías de Maurice Ravel –un favorito del público, que será protagonizado por Friedemann Vogel, bailarín principal del elenco alemán que nos visita– y Retrato, otro título del trasandino Yedro.

Este festival marca, también, un hito histórico, pues por primera vez el Ballet de Santiago compartirá escena con el Ballet Nacional Chileno (BANCH), cuerpo estable del Ceac de la Universidad de Chile, un conjunto que presentará dos coreografías en esta oportunidad, y que pertenecen al genio de su recientemente contratado director artístico, el francés Mathieu Guilhaumon: extractos de La hora azul (estreno en Chile) y Añañucas.

Foto: Patricio Melo

Foto: Patricio Melo

Coordenadas

Festival de coreógrafos | M. Béjart, I. Croxatto, I. Galili, M. Guilhaumon, J. Neumeier, J. Pinto, D. Volpi, E. Yedro

Miércoles 27, jueves 28, viernes 29 y sábado 30 de agosto, 19:00 horas en el Teatro Municipal de Santiago, ubicado en calle Agustinas 794, Santiago Centro.

Precios: desde $3.000; descuentos: 50% para jóvenes hasta 27 años (inclusive); 35% para personas entre 28 y 35 años y otros.

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