Fue lanzado en agosto y ya agotó la primera edición
La novela está basada en misterios históricos que datan desde la Independencia. “(Tenía) ganas de hacer un thriller histórico con la historia de Chile, un terreno que no es tan familiar y del cual no sabemos nada”, cuenta el periodista y escritor, que también apuntaba a cuestionar “esa idea de que nuestra historia y nuestros héroes son fomes al compararse con los extranjeros”.
Todo un éxito ha resultado “Logia”, la última novela del periodista Francisco Ortega (Victoria, 1974), que ya agotó una primera edición, lleva varias semanas en el ranking de los libros más leído y que se prepara para llegar a Argentina, México y España.
Este libro parte del lema de que “todo lo que te han contado de la historia de Latinoamérica es falso”, y cuenta la historia de tres escritores que trabajan en el mismo libro. Cuando dos de ellos mueren, Elías Miele, novelista chileno, decide revelar la trama: La cuarta carabela de Cristóbal Colón.
“Logia” además revela un peligroso secreto guardado por Bernardo O´Higgins, José de San Martín y otros próceres de la independencia -miembros de la Logia Lautarina- y cómo el National Committee for Christian Leadership intentará destruir el dominio de la Iglesia Católica en Latinoamérica.
“Me gustan las novelas con las que aprendo algo de la historia que nos han ocultado los poderosos; aquellas que me enseñan a interpretar símbolos y a descifrar viejos códigos. El nuevo trabajo de Francisco Ortega me ha cautivado. Es trepidante, ambicioso, inquietante y muy revelador. Me ha hecho dudar… y pensar”, ha señalado el escritor bestseller español Javier Sierra sobre esta obra.
Ortega es autor “El número Kaifman” (pronto reeditada y extendida con el título de “El verbo Kaifman”), “El horror de Berkoff” y las novelas gráficas “1899” y “Mocha Dick”, ganadora del Premio del Consejo Nacional del Libro 2013. En 1992 se hizo conocido con su libro “60 kilómetros”.
“(Tenía) ganas de hacer un thriller histórico con la historia de Chile, un terreno que no es tan familiar y del cual no sabemos nada”, señala Ortega consultado sobre el origen del libro. Quería cuestionar “esa idea de que nuestra historia y nuestros héroes son fomes al compararse con los extranjeros. Chasconear un poco lo que nos enseñan en el colegio”.
Ortega recuerda que un episodio fundamental para el texto ocurrió cuando era parte del equipo que preparaba la historia de Chile en comic para el diario “Las Últimas Noticias”. Fue la división entre los historiadores de la Universidad de Chile y la Universidad Católica sobre la imagen del padre de la patria, Bernardo O’Higgins.
“Sucedió con el tema de la masonería y el ateísmo de O´Higgins y precisamente la Logia Lautarina”, cuenta. “Ni una ni la otra parte cedieron en sus interpretaciones, que era mejor mantener la imagen de piadoso católico amigo de los franciscanos, que era ateo y estaba en contra de los curas. Ahí hubo un conflicto, en el conflicto hay material para novelas y listo. Eso ocurrió en 2008 y desde entonces me embarqué en la investigación que terminó en ‘Logia’”.
Ortega asegura que la Logia Lautarina es uno de los episodios más misteriosos de nuestra independencia. “Se dicen tantas cosas, se sabe tan poco. Que son o no son masones, que su fin era netamente político económico, que se relacionaba con los iluminati. Mitos por montones, un crisol exquisito de preguntas para transformar en una novela de misterios”.
Puso entonces manos a la obra. “(Quise) escribir una novela de aventuras adulta y entretenida, que el lector chileno descubriera un thriller ambientado en Santiago, con personajes reconocibles. Demostrar que la historia de Chile es mucho más entretenida y harto menos solemne de cómo nos la enseñan”, asegura.
Seis años duraría el trabajo de investigación para esta obra, que Ortega reconoce como “largo y tedioso”.
“(Hubo) mucha entrevista, harto viaje y harta lectura de material en varias bibliotecas. Tuve ayuda de historiadores, amigos y algunos masones, más argentinos que chilenos”, dice. “Hubo mucha información, tanto que lo que sale en el libro es una mínima parte de todo lo que escarbé. Mi idea es que si bien hay harta ficción en ‘Logia’, todo lo histórico fuera comprobable, que cualquier lector usando Google pudiera descubrir que ‘oh, es cierto, no tenía idea’”.
Para Ortega, mucho lector “agradece que en una novela también aprende o descubre hechos desconocidos. He ahí el éxito de autores como Christian Jaque, Ken Follet, Javier Sierra o Dan Brown”.
El libro además está estrechamente vinculado con sus trabajos anteriores. “La novela dialoga bastante con ‘Mocha Dick’ y de una forma muy directa con ‘El Verbo Kaifman’, que es la versión extendida y definitiva de ‘El Número Kaifman’ y que Planeta publicará en enero”, señala. “Esta revisión de la novela es derechamente una precuela de ‘Logia’”.
Otra cosa destacable de “Logia” es que rescata el género de las novelas basadas en misterios históricos, que según el autor fue un género muy cotizado en Chile durante los primeros 60 años del siglo XX.
“De hecho la segunda novela chilena, después de ‘Martín Rivas’, es un thriller de misterios sobre los túneles jesuitas que habría bajo Santiago”, asegura. “De ahí en adelante hay al menos diez novelas de misterios históricos chilenos claves y muy interesantes”.
“Además ojo, la novela chilena más exitosa de todos los tiempos, ‘Adiós al séptimo de línea’, es una obra de suspenso histórico, muy moderna para la época”, destaca. “De partida la protagonista es mujer y rompe todos los tabúes de lo que ha de ser una señorita. En la época fue muy criticada por los conservadores por sus escenas violentas y sexuales, hoy es considerada por ciertos grupos como una obra conservadora y chauvinista, cuando es todo lo contrario”.
Para Ortega, hoy no hay tantas obras en la línea porque no hay autores interesados en el género. “La narrativa chilena es por general muy intimista, muy del yo y la novela histórica tiene más de periodismo de investigación y de guión de cine y TV que de literatura”, reflexiona.
El escritor explica el éxito de ventas que ha tenido «Logia» a partir de la buena promoción de la editorial, el boca a boca entre los lectores y el haber optado por girar en librerías en lugar de lanzamientos. También cree que es un libro que los lectores chilenos esperaban.
“En Chile los géneros narrativos más leídos son novela histórica y ahora sagas juveniles. Esta novela encontró un público y fue bien acogido por el mismo. Podría haber pasado lo contrario, pero no”, afirma. Y cuenta un dato curioso: “hay muy pocos lectores a los que no les ha gustado ‘Logia’ y lo han manifestado, lo que no les gusta es que fuera novela, o sea que tuviera ficción. Eso es curioso. Y raro”.
Como sea, los seguidores de “Logia” no tienen de qué preocuparse. Ortega no sólo trabaja en la segunda parte de “1899”, sino también en la secuela de su último hit, que debiera estar en librerías para 2016.
